La abuela makarra y el carrito de la basura
Esta noche he hecho una frikada del 15.
Iba a cenar, que había quedado con mi hermano y unos amigos, y un camioncito verde de esos de cepillos redondos que van limpiando por las aceras estaba parado en mi camino. Veo que arranca y le digo
– «¿a que no me llevas?»
– y él «¿quieres montar?»
– y yo, «¡pues claro! ¡No sabes la ilusión que me haría!»
– y él «pues ¡monta!»
y he llegado a la carpa a bordo del camioncito de los cepillos… Lástima de cámara para congelar el momento.
Y mientras tanto, en la cabina, la conversación:
– Yo «¡jo! ¡no te haces idea qué ilusión me hace esto!»
– y él «¿esto? ¡hombre!, si fuera un camión de bomberos lo entiendo, pero ¡esto!»
– y yo «ya, pero es que esto está más prohibido, es menos fácil de conseguir, que un camión de bomberos, no sabes lo feliz que me haces»
– y él «jo, pues nunca había satisfecho tan facilmente a una mujer»
jajajajaja Pedro, se llama Pedro. Y hemos quedado en que otro día me da otra vuelta.
¡Qué gozada poder ser amama makarra!
Salud, cultura, anarquía y frikadas felices perpetren ustedes
Comentarios
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¡Qué buen humor Super Jaio!¡y un deseo más cumplido!Seguramente que te fuiste a cenar más alegre que unas castañuelas o igual que una niña con zapatos nuevos… y es que muchas veces no sabemos dónde y cuándo aparece ese momento oportuno de poder hacer realidad nuestros deseos aunque sean de los más incomprendidos para algun@s.Como tú bien dices :frikadas felices y conseguidas tengamos,porque son las que alimentan y restauran positivamente nuestra estima.Y aquí, en este mundo terrenal, debemos vivir lo mejor posible apesar de lo que nos está cayendo. |
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¡Ay Jaio! Pedro «te montó» y te hizo feliz. Y es que a veces los pequeños placeres los encontramos en las cosas más simples 😉 |
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¡Qué envidia, Jaione! Siempre he querido montarme en un chisme de estos, pero no tengo el morro suficiente como para pedírselo al Pedro de turno. A ver si me consigues un enchufe para darme una vueltita por el Ensanche. |