La piedra la tenía Cesárea Garbuno
La piedra de Jaio de esta semana la tenía Cesárea Garbuno, una empresaria gipuzkoana proviniente de una familia acomodada del valle de Oyarzun. Fue cuando su marido falleció cuando ella se hizo cargo de sus negocios y, poco después, formó junto a otro socio la primera refinería de petroleo del Estado en 1883.