Libro X

    [Libro X]

   En el reino de Françia reinaba un rey, de quien no se dize su nonbre, tomándole voluntad de ir en el reino de Inguelaterra para la dañar e destroír. E avía un fijo mançebo e mucho noble cavallero e devoto en su Criador, c’aún en aquel tienpo no eran christianos, e, pesándole de aquel mal propósito qu’el rey, su padre, avía tomado, trabaxóse en lo sacar d’ello, mostrándole cómo las cosas contra Dios eran de poco fruto, quánto más a los reyes, que eran logartenientes en la tierra. E quando más no pudo, fuese con él en su nao mesma en uno con grande flota que levaban consigo. E entrados en la mar, nabegando, somiéronse algunas naos de fuerte tormenta, (e) entre las quales fue una d’ellas aquella en qu’el rey e su fijo iban. E pereçidas todas, andando este fijo del rey medio afogado e quisiéndose ir al suelo, púsosele un toino asaz grande entre las piernas; e como él lo sintió, apetróse en él, como es estilo de los que pereçen en la mar o en ríos de se apretar con lo que fallan e suele conteçer perderse el que sabe nadando, tra-[bándole (520) // [Fol. 171 r., col. a] el que no] sabe, e caerse anbos al suelo. E como las cosas que Dios quiere guardar son brevemente salvas, sacólo aquel toino de la mar e púsole en la orilla de la tierra, casi desacordado del trabaxo e de la agua salada que avía vebido. E salido en tierra, (e) acabó de ser tornado en su sano sentido.

   E reinando en su reino en Françia e menbrándosele d’este milagro qu’el Señor Dios avía fecho por él, trabaxóse en lo serbir e ovedeçer en todas las cosas qu’él pudo en toda su vida. E menbrándosele del miraglo que Dios mostró por él con aquel toino, que era pescado tan señalado e el más allegado a la natura del ome de todas las animalias brabas e mansas, no fuendo el puerco, e aun aquél no tanto en el amor, ca dizen los mareantes que cada que los topan en la mar siguen los nabíos e péganseles mucho por oírlos fablar e van sienpre a lo verde del nabío faziendo entre sí bueltas a manera de solaz, mostrando alegrías e a las vezes saltando arriba, (e) dio este rey, por remenbrança d’este toino, a un su fijo mayor la tierra que estonçes se llamaba de los Albroges, que comarca con el ducado de Saboya, e llamólo Dolfinazgo por el nonbre e remenbrança de aquel toino, a que los françeses llaman dolfín. E diole por armas con aquel Dolfinado quatro toinos entre una [cruz] (521). E ordenó que todos los reyes que reinasen después d’él en Françia eredasen a sus primeros fijos mayores en aquel Dolfinado e que se llamasen dolfines. E así pasó en grandes tienpos en Françia.

      

   Título de cómo fue dibidido e apartado de los primogénitos de Françia este Dolfinado e de cómo suçedió después en [e]llos 

   Reinando un rey en el dicho reino de Françia, no seyendo christianos, morió un su fijo primogénito, seyendo dolfín. E dexó a su muger preñada, que no avían avido fijos, e parió un fijo. E como lo vio el rey, su agüelo, menbrándosele del amor que avía aquel su fijo e de la noble-za [col. b] que en él avía e obiendo piedad de aquella pequeña criatura que esperaba reinar después d’él e del dicho dolfín, su padre, e otrosí por dexar memoria d’él, diole por eredamiento aquel Dolfinado, por que la eredase él e sus deçendientes e que se llamasen dolfines so la señoría de Françia por quitos de todo pecho real e que lo levasen los dolfines cada uno en su tienpo. E ordenó que en Françia fuese[n] dado[s] otros eredamientos a los primosgénitos de Françia.

   E así suçedieron los dolfines en aquella tierra del Dolfinado de uno en otro, fasta que fueron christianos e, después, fasta el tienpo que reinaba en Françia el rey Carlos Sesto, que falleçió el que a la sazón era Dolfín e, porque no dexó fijos que lo eredasen, mandó que tornase aquel Dolfinado a la Corona de Françia para que lo eredasen los primosgénitos, segund solían, e que se llamasen dolfines. E diolo este rey Carlos Sesto a su fijo Charles e, después, sus deçendientes por semejante, que fueron e son Carlos Sétimo e Luis, que agora reina.

  

   Título del fundamento e comienço e señorío del condado de Flandes e de las estrañas e maravillosas cosas que en él acaeçieron en los antigos tienpos e duran d’ellos fasta agora  

   El condado de Flandes antiguamente eran paganos e mucho cruel gente, (e) como aquellas que eran del linage de los almonicas, que venieron de tierra de Caldea, como dicho es en el título de los romanos. E comarcaban con los lormanes, que eran así mesmo d’esta naçión e mucho crueles gentes sin ley e más sin piedad que otros paganos. E al tienpo que en Inguelaterra e en Françia se tornaron christianos, estos flamenques profiaron mucho en su eregía, atanto que de todas aquellas tierras que son desde Françia e Alemaña e a todas aquellas partidas ellos fueron los postrimeros christianos. Atanta era la su crueldad que (522), guerreando a los christianos, comían a todos los que d’ellos mataban en las / [Fol. 171 v., col. a] batallas e guerras, que uno mayor ni menor no dexaban a vida que comer podían. E comíanlos, como dicho es, e dezían que no avía tal comer como carne de enemigo. E con la mucha guerra que les fazían los christianos, fueron apocados, d’ellos por armas e d’ellos conbertidos a ser christianos.

   E d’éstos quedaron C caballeros solos en la isla de Gajola, que se llamaba Luenga, yuso la que eran mucho valientes e iguales en el señorío de la dicha ínsola e de las comarcas que d’ella señoreaban. E éstos, seyendo en el tienpo qu’el rey Artur de Inguelaterra mantenía la Tabla Redonda, fueron muertos uno a uno, conbatiéndose con los caballeros de aquella Tabla andando a las aventuras; e aún se dize que d’esta isla fue conquistador e señor Galiote, el grand señor, e aún que allí era la Torre del Lloro, donde estos caballeros gentiles daban las crueles presiones a los dichos caballeros de la dicha Tabla Redonda, segund se contiene en la dicha Demanda.

       

   Título de cómo ardió la tierra en la ribera de Flandes VII años por el fijo de Luçifer e de la causa d’ella    

   E gastadas e conbertidas estas gentes e seyendo christianos, todavía quedaron crueles guerreadores. E seyendo toda aquella tierra de Flandes comunidad, ponían juezes e duques e condes de tienpos a tienpos. E d’éstos ovo un conde que fue mucho valiente e guerrero e cruel e mal christiano, que se pagaba más de todo mal que de bien ninguno. E faziendo así su mala vida, allegó a él un santo hermitaño, que era monxe, e díxole muchas cosas, denostándole los herrores que contra su Criador fazía. E en fin díxole que sopiese que Luçifer, señor de los diablos, tenía una silla en el infierno para él e que ya en vida estaba asentado en ella en ueso e en carne e que así lo fazían todos los malos christianos, que aunque acá pareçían sus personas, que allá estaban aposentados, [col. b] adonde padeçerían penas perpetuas, e que por esto mirase por sí. E aquel conde, no creyendo aquello e por lo saber, llamó a un escudero criado suyo que avía andado muchas tierras e sabía muchos lenguaxes e era mucho atrebido e díxole todo aquello qu’el hermitaño monge le avía dicho e [que] non avía cosa en [e]l mundo qu’él más desease que saber de Luxifer, si era verdad que tal silla le tenía, e que le rogaba que fuese andar por todo el mundo a probar si fallaría los infiernos e le sopiese de Luçifer si era verdad aquello e qu’él tomase oro e plata para despender e ditas para en todas las probinçias que le diesen mercaderos dineros para despender.

   E salido este escudero, andobo III años por todos los reinos del mundo preguntando por el infierno e, non fallando recaudo de cosa d’ello, tornándose con mucho dolor e vergüeña por aver despendido mucho algo e trabaxado de valde su persona e llegado so los montes de Armenia, adonde estaba el arca de Nohé, que son muchos altos, encontróse con un omne que le pareçió asaz feble. E preguntóle aquel omne que dónde andaba e él le dixo que buscaba cosa qu’él no le podría dar recabdo. E como el ome vio que lo menospreçiaba, reyéndose, díxole:

   -Dime, amigo, qué buscas, que por ventura sé yo más d’eso que tú andas buscando que no tú mesmo.

   E como él esto oyese, díxole:

   -Pues tú, que tanto sabes, dime qué es lo que yo busco.

   E aquel, que era el diablo, que tomó forma de ome por le mostrar recabdo de aquello que buscaba, contóle todo lo que demandaba e díxole que fuese con él e qu’él lo levaría seguramente al infierno, donde estaba Luçifer. E él, mucho alegre, díxole que le plaçía.

   E fuéronse de conpañía en una escoridad e metiólo por un arco de puertas mucho alto e fermoso e maravilloso, a su pareçer, adonde, fuendo adelante, fallaban villas e castillos e gentes a caballo e a pie e dueñas e menestriles e ofiçiales de todas maneras. E en medio d’ellas fallaron unos palaçios maravillosos e en medio d’ellos vio a Luçifer sentado en una silla más alto de otros muchos e muchos reyes e duques // [Fol. 172 r., col. a] e condes enderredor d’él, entre los quales vio estar aquel conde, su señor, asentado en una silla con aquellos paños mesmos que lo él avía dexado. E díxole Luçifer:

   -Cata aquí lo que tú buscas e vete e dile a tu señor que siga al mi serviçio como lo ha començado e qu’el galardón qu’él mereçe le estará aquí entre tantos buenos aparejado, ca ya está poseedor d’él en vida, como tú aquí ves, con otros muchos nobles que aún son vibos, que en forma están aquí. E vete e salúdamelo mucho.

   E dixo al diablo que lo allí traxo que lo levase adonde lo tomara. E quesiendo salir del palaçio, dixieron aquellos reyes a Luçifer:

   -¿E cómo, señor, a tan noble servidor como aquel que vos enbió buscar con tanto deseo no le enbiades algund buen presente?

   E dixo:

   -Verdad dezides.

   E entró en una cámara e salió d’ella con una arqueta de fierro pequeña çerrada con IX candados e púsosela en la mano e díxole:

   -Lieba esta arqueta a tu señor, sana e çerrada como va, e dile que junte todos los nobles prelados e caballeros e fijosdalgo e labradores de su condado los más que podiere e que delante d’ellos abra esta arqueta quebrantando estos candados e que en ella fallará abondamiento de todos sus deseos e conplido de todos plazeres.

   E partido aquel escudero con aquel su conpañero e tornado con [é]l adonde lo tomó, vínose derecho a su señor con su arqueta. E llegado en Flandes a cabo de IV años, fue reçebido de su señor con mucha alegría. E llamando aquel santo hermitaño, contóle todo aquel fecho e díxole cómo quería a [col. b] todos los del condado (e) abrir aquella arqueta e ver dónde tanto bien d’ella les podía venir. E díxole aquel santo hermitaño mucho afincadamente:

   -Señor, yo te requiero con un solo Dios, que es verdadera Trenidad, que no quieras perder a ti e a tu condado, ca debes tú saber que de tal logar como este presente que a ti ellos enbían nunca salió ni salirá cosa buena para ninguna persona e cunple que lo saques fuera de toda tierra de christianos tal qual te lo enbían, ca de boca del infierno e de mano de diablo no es posible salir cosa de virtud, sino toda perdiçión.

   E tanto le afrentó que le dixo que, pues así era, que le aconsejase qué fiziese d’ello. E díxole así:

   -Señor, toma todos los esclabos moros que fallares en tu señorío e cónpralos e mételos en una nao e dales esa arqueta, así como te la traxieron, e una tu carta e váyanse por la mar al Soldán de Vavilonia, que es mucho tu amigo, e déngelo en presente con todos los dichos sus catibos. E dales todas las cosas neçesarias para con qué puedan ir.

   E fecho así e llegados aquellos esclavos con su nabío en la canal derecho de Voloña e codiçiando aquellos esclabos abrir aquella arqueta, cuidando en ella fallar mucho algo, quebrantaron los candados e, abierta, salió d’ella tanto fuego infernal que se quemó el nabío e quemáronse todos ellos e ardió la mar. E dio el nabío ardiendo en tierra e ençendióse la tierra toda e quemáronse todas las tierras e algunas gentes que fuir non podieron. E ardió toda la tierra VII años fasta los avismos e nunca matarlo podieron con proçesiones ni con otras or[açi]ones fasta que, acabados VIII años, apar-taron / [Fol. 172 v., col. a] todas las criaturas que eran inoçentes e posiéronlas en ayuno, fasta los de la teta, por VIII días continos e así quedó el fuego. E quedaron quemadas todas las tierras adeyuso de poca tierra. E de aquella tierra quemada sacan debaxo para fazer los fuegos en aquella tierra e lo lieban a todas partes.

        

   Título de cómo el conde Alverco de Flandes casó con la donzella que estaba encantada e cómo le aconteçió con ella e la causa por que la perdió    

   En este dicho condado de Flandes aconteçió otra maravilla, que no es de olvidar, en esta manera: que señoreando el condado Arberco en Flandes, sopo por ventura cómo a la puerta de una cueba pareçía algunas vezes una donzella demasiadamente fermosa que estaba allí encantada, que se dize que era de la generaçión de Nicaula Sibela, la grand sabia que fue en el tienpo del enperador Otabiano Çésar Augusto, en el tienpo que naçió Nuestro Señor. E sopiendo que ella solía salir algunas vezes fuera, tomóla en quelque manera e, así tomada, atanto se pagó de su fermosura y razonamiento e sotileza de todo engenio que le dixo que la tomaría por muger e la faría señora de aquel condado, si le dixiese su vivienda e linaje, e que no la dexaría por cosa ninguna que de su fecho sopiese, la qual le respondió e dixo así:

   -Conde, si tú quieres casar co[n]migo, no te cures de saber cosa de mi fazienda ni en mentarla en toda tu vida, ca te sería dañoso e peligroso, fasta que mi voluntad sea contenta de te lo dezir, si yo quisiere, e non otramente. E donde esto no quisieres, déxame ir a mi estançia.

   E quando más no pudo acabar con ella ni gelo quiso más oír, casóse con ella. E salió mucho noble due-ña [col. b] e fizo en ella un fijo e una fija. E continuando con ella su vida, acababa todas las cosas qu’él e su tierra deseaban, en tanto grado que acreçentaron mucho sus estados, atanto que este Conde ovo de saber cómo aquella su muger se bañaba cada sábado en secreto en una fuente, tornándose serpiente, e yazía lo más del día allí, ca aquella fuente tenía ella fecha e ascondida en el castillo que se llama agora ( ) (523). E como él no vio a la Condesa, fuese derecho a aquella parte e topó la fuente e viola vañar en forma de serpiente mucho espantable. E como ella lo vio, dio una voz mucho espaborida e tornóse en su forma de muger. E dixo al Conde:

   -Señor, mucho fuestes aquexoso en querer saber de mi fazienda más de lo que yo dicho vos avía quando me tomaste por muger; e por no me dexar conplir mi penitençia, que acababa en quatro sábados, como me avía quedado de todo mi abolerio, perdí a vos e a mí. Conmigo vos bino el bien e co[n]migo se irá.

   E salió del palaçio rabiosa como leona. E tomó a su fija, que falló delante, en los braços e fue con ella con grandes tronidos e relánpagos e escuridad, que nunca más sopieron d’ella. E de aquel día en adelante sienpre fueron el dicho Duque e su condado de mal en peor. E en todas cosas fallaron verdad lo que ella dixo: que con ella les veniera el bien e con ella se fuera.

   E de un fijo que [a]l Conde d’ella le quedó suçedieron los Condes de Flandes, que sienpre fueron ellos e sus gentes crueles, seyendo paganos e christianos, e son las gentes más perbersas a sus reyes e señores de todas las naçiones del mundo. E quien quisiere saber sus fechos e peleas e derramamiento de sangre fallarlos ha en los títulos de los enreinamientos e fechos de los // [Fol. 173 r., col. a] Reyes de Françia, adonde contiene las rebelaçiones que estos flamenques cometieron contra los Reyes de Françia e contra los Condes de Flandes, sus señores, ca non se falla que estos flamenques feziesen guerra ni vatalla so gobernamiento de su señor ni con ellos, sino con desobediençia contra ellos como comonidad e desterrándolos; aún se falla que mataron en Bruxas un señor suyo estando en el Consejo e lo tienen allí, figurando como lo mataron.

        

   Título de cómo se queman en este condado de Flandes el día de Sant Juan los que vienen del linaxe del rey Erodes    

   En este condado de Flandes se falla otro grande misterio de Dios, que ay una generaçión que dizen que vienen de la rodilla e linaje del rey Erodes, que descabeçó a Sant Juan Baubtista, que se queman entre sí de víspera de Sant Juan de junio desde ora de vísperas fasta el dicho día de Sant Juan, las misas dichas. E rabian por tal manera que, si no los atasen, que ellos mesmos se despedaçarían o se echarían en el fuego. E aún ay dueñas de grandes valores, que son de aquella generaçión, que las lieban cobiertas e desconoçidas a la iglesia con VIII omnes e más trabados d’ellas e dizen que, si en aquel tienpo no las levasen a las iglesias de Sant Juan, que en todo el año se quemarían. E aún en este reino fueron algunos d’ellos, veniendo romeros, tomados de aquel dolor. E dígolo aquí porque esto es notorio oy día.

        

   Título de la casa e linage de los Duques de Vorgoña e de su ducado e eredamientos e creçidas del dicho ducado e del eredamiento del condado de Flandes e de Olanda e otras tierras e de Solanda e África e Lexa e de los señores d’ellas e de sus fechos [col. b]    

   El ducado de Vorgoña es en el reino de Françia e antiguamente ovo en él algunos duques, que suçedieron de los fijos del rey Clodones de Françia, que fue primero rey christiano(s) d’ellos, quando partieron el reino de Françia los quatro fijos suyos, por donde vino mucho mal en el dicho reino, segund dicho es en los títulos de sus fechos. E falleçiendo el postrimero Duque d’esta Vorgoña, tornóse a la Corona Real e, suçediendo de un rey en otro, diolo el rey don Juan de Françia en el año del Señor de mil CCC[LI] (524) años a don Felipe, su fijo legítimo segundo, e llamóse Duque de Vorgoña. E casó con la fija del conde Ruberte de Flandes e ovo con ella el condado de Flandes, porque no avía otro eredero, e así engrandeçió su casa e ganó muchas tierras en Bramante e Olanda e Solanda. E ovo fijos a don Juan, el mayor, que fue Duque e Conde de Vorgoña e Conde de Flandes e de Olanda e de Solanda, e a Felipe, Conde de Niebres, e a Marcho Nuores, Duque de Bramante.

        

   De cómo suçedió en el dicho ducado de Vorgoña el duque Juan, fijo del duque Felipe, e de sus fechos    

   E muerto este duque don Felipe de Vorgoña, suçedió en los dichos ducado e condado e señoríos don Juan, su fijo primogénito, que ganó muchas tierras, espeçialmente el reino que es en Frigia e el obispado de Leja e otras muchas tierras, seyendo mançebo de XXIII, por honra de caballería. E porque aquellas tierras qu’él poseía son en alguna casa tenidas a serbir al socorro del Inperio de Constantinopla contra los turcos, en el año del Señor de mil e CD años pasó en Costantinopla, fuendo con él muchos nobles caballeros e fijosdalgo de Françia, en quantía de IV mil omes de armas a caballo mucho adreçados, en ayuda del Rey de Ungría, que guerreaba con los turcos en ayuda del eEnperador de Costantinopla. E ayunta-dos / [Fol. 173 v., col. a] con ellos, llegaron a vista del Grand Turco, que se llamaba Basita Morant. E así ayuntados para le dar la vatalla, ovieron discordia los christianos entre sí en esta manera: qu’el Rey de Ungría e los de Costantinopla dezían que, pues ellos eran bezinos de los turcos, (e) sabían la su manera del pelear e 1o que a ello perteneçía e el Duque e los françeses dezían que adonde era la casa de Françia, que era la mayor e más noble de la christiandad, que ellos debían aver la delantera, quánto más seyendo ellos venidos en su ayuda e en serbicio de Dios, e que ellos ronperían las vatallas de los turcos e que luego, en pos d’ellos, diesen ellos en ellos. E los ungreses e de Costantinopla dezían al contrario.

   E con esta discordia, los françeses dieron d’espuelas a sus caballos e, puestas sus lanças en los ristres, ferieron en los turcos e, ronpiendo sus vatallas e derribando muchos d’ellos, pasaron a la otra parte. E los turcos, fechos dos partes, retornaron sobre ellos. E como todos son a caballo e arqueros, matábanles muchos caballos e, cada vez que los françeses ferían en ellos, dábanles logar, faziéndose dos partes, e feríanles caballos de cost(r)ado e por todas partes e fazíanles mucho daño en ello, aun a ellos no tanto porque eran mucho armados. E cuidando que los úngaros e costantinos los socorrerían, fazían ardidamente como caballeros, los quales con toda enbidia e maliçia fizieron grand maldad en esta manera: que ellos bien vieron que, si diesen en los turcos, que con lo que los françeses avían fecho e farían que los turcos serían vençidos e perdidos muchos d’ellos, pero que la alabança e preçio de la batalla sería toda contada a los françeses. En tal de los ayudar, dieron todos [col. b] a fuir a vista de los turcos e françeses, en lo qual los turcos esforçadamente los aquexaron mucho más. E los françeses, atemorizados e non marabilla que IV mil caballeros avían, (de) pelearon con CCC mil caballeros turcos. Pero con todo pelearon todo el día desde la mañana fasta la noche, que les mataron todos los caballos. E se posieron todos a pie en buena ordenança, aunque muchos d’ellos feridos, e pelearon así a pie toda la noche, que no les dieron vagar, sin comer e sin veber, con mucha angustia, fasta otro día a la tarde, que, fuendo cansados e fabrientos e feridos e muertos muchos d’ellos, se dieron a presión.

   E así presos, mataron muchos d’ellos en esta manera: que ellos acostunbran de, en vengança de la sangre de los turcos, derramar çierta sangre de los christianos que los matan sobre los cuerpos de los muertos. E ayuntaron todos los turcos muertos en aquella vatalla e fezieron desí dos calles de turcos, en manera de dos puertas, e posieron çiertos juezes. E tomaban los françeses todos por cuenta e a los que juzgaban a muerte metíanlos por la una puerta de aquellas calles e luego eran fechos pedaços, untando los sus muertos con la sangre d’ellos, e los otros metíanlos en presiones. E salieron este Duque de Vorgoña e todos los otros françeses que escaparon por grand suma de oro que pagaron por su redençión.

   Este Duque de Vorgoña fue mucho poderoso e esforçado e acreçentó mucho en su señorío. E fizo matar a don Lois, Duque de Orleans, su primo, en la calle de París de noche, que venía a palaçio, malamente a dos caballeros suyos por gobernar él solo el reino, porqu’el rey Carlos, el Sesto, era loco, por donde se siguió mucha guerra en el dicho reino de Françia e conquistaron los ingleses mucho en ella. E fue muerto este // [Fol. 174 r., col. a] Duque por el dolfín Carlos e fue sétimo Rey de Françia en unas vistas que ovo con él, XII por XII, en medio de una puente, segund que esto todo más largamente se contiene en el título de los dichos Reyes de Françia.

        

   Título de cómo soçedió en el dicho ducado de Vorgoña don Felipe, fijo del duque Juan, e de los sus malos echos e condiçiones e grandeza e de sus nobles fechos   

   E muerto este Duque de Vorgoña, suçedió en los dichos ducados e condados de Vorgoña e Flandes Felipe, su primojenítico, que le quedaron en poder quando su padre morió [en] la çibdad de París e el Rey Loco e la Reina [e] su fija Catelina. E por la dicha muerte de su padre, metió a los ingleses en Françia e dioles la dicha çibdad de París e Rey e Reina e su fija. E después de muchas guerras avidas en Françia, (e) vínose con el dicho rey Carlos en çierta manera, segund que más largamente se çontiene todo esto en el título del dicho Rey de Françia.

        

   De cómo los burgueses de Bruxas cuidaron matar a este duque don Felipe e de lo que con ellos le aconteçió e cómo le mataron su capitán e gentes    

   Señoreando este duque don Felipe en sus tierras, sopo cómo los flamenques le andaban con mal, espeçialmente los de Bruxas, que avían cuidado furtar el castillo de La Esclausa. Entró en son de paz con çiertas gentes de armas por tomar e matar çiertos burg[u]eses de aquellos culpantes, mas (e) sabido por ellos, levantóse todo el pueblo a canpanas tañidas cuidándolo matar. E como él se vio en tal peligro e peleando los suyos con ellos, salió por una puerta, matando los porteros, e fuyó así. E mataron a mosén Oliber, su capitán, e a muchos de los sus omes de armas. E ovo mucha guerra con estos de Bruxas. E mató de los mexo-res [col. b] d’ellos muchos e feçiéronle ovediençia, pagándole muchos dineros.

        

   Título de la grande e cruel guerra que ovo este duque don Felipe e los de la çibdad de Ganate e de la muerte de Corneles, su fijo vastardo, e de otros muchos e de la causa d’ella    

   Después d’esto, se le alçaron los de la villa de Gante, que es la más poderosa çibdad de Flandes, que salían d’ella LX mil omes a pie armados de todas armas, porque les echaban tributos nuebos, diziendo que antes morerían que dexar atributados a sus deçendientes, e diéronse a la guerra contra él. Ovieron muchas vatallas los del Duque e ellos e morieron más de L mil omes de anbas las partes, oras vençidos los unos e oras los otros, entre los quales morió Corneles, fijo vastardo d’este duque don Felipe. E después d’estas muertes, el Duque mandó quemar en las tierras de Gant’ muchas aldeas. E los ganteses, veyendo aquello, començaron a quemar por otra parte en la su tierra mesma, deziendo que, pues el Duque quería destroír su tierra, que la destruyesen todos e que más querían verla quemada que atributada.

   E después de muchos tienpos continuada esta guerra e dándole mucha contienda estos ganteses, que eran poderosos, e porque no los ayudaban los de Bruxas, ca non avían ayudado ellos a ellos, fezieron pleitesía con el Duque que les quitase aquel tributo que les demandaban e les perdonase las cosas pasadas. E pagáronle grande suma de oro e quedaron en su ovediençia.

        

   Título de la muerte d’este noble duque don Felipe de Vorgoña e de su buena fin    

   Este duque don Felipe fue mucho noble entre todos los nobles del mundo de su tienpo e puso en su coraçón de ir en la Cruzada qu’el Santo Padre avía pregonado contra los turcos. E posiéndolo por obra, / [Fol. 174 v., col. a] juntáronse todas sus tierras e caballería e no se lo consentieron, diziendo que los dexaba en perdiçión en poder de enemigos. E con esto, armó XX carabelas con mucha gente de armas e mareantes a la dicha Cruzada. E llegados en tierra de Nápol por 1a mar, tornáronse porque desbarató la Cruzada. E luego morió este noble señor e dexó fijo en la Duquesa, fija del rey don Juan de Portogal.

        

   De cómo suçedió en [e]l dicho ducado de Vorgoña Charles, fijo del dicho duque don Felipe, e de sus fechos    

   E muerto este noble Duque de Vorgoña, suçedió en los dichos ducados e condados Charles, su fijo, que señoreó e señorea sus tierras. E hubo mucha contienda con [e]l rey don Lois de Françia e ovo vatalla con él en Domeri e en otros logares, segund más largamente se contiene en el título del dicho Rey de Françia. [col. b]

        

   Título de los duques e condes e otros grandes omes que son en el reino de Françia e de dónde suçedieron e suçeden e de cómo fueron eredados e de los reyes dónde suçedieron e suçeden   

   Ruberte, fijo legítimo del rey Sant Lois de Françia e de la reina doña Blanca, fija del rey don Alonso de Castilla, fue primero Conde de Claramont. E ovo fijo primogénito a don Lois, que fue primero Duque de Borbón, e a Jaques, conde Charloys. Lois, Duque de Borbón, ovo fijo a Pierris, segundo Duque de Borbón, e a don Juan, Conde de La Marcha. Pierris, segundo Duque de Vorbón, ovo fijo a Lois, terçero Duque de Vorbón. Lois, terçero Duque de Borbón, ovo fija a doña Juana, quatro Duque de Vorbón. Don Juan, Duque de Vorbón, ovo fijo a Ruberte, quinto Duque de Vorbón. Ruberte, Duque de Vorbón, ovo fijo a don Lois, sesto Duque de Vorbón, que es agora casado con fija del Rey de Françia Carlos VII.

        

   Título de los Duques e Condes de Alarçón e dónde sucedieron e soçeden    

   Charles, hermano legítimo del rey don Felipe de Balves, que fue Rey de Françia, fue primero Conde de Arlançón e Conde de Percha. Este Charles d’Arlançón ovo fijo a Pierris, segundo Conde de Arlançón. Pierris éste ovo fijo a don Juan, que fue primero Duque de Arlançón, que se alçó duque en la vatalla de Picardía, que morió allí. Este Juan, Duque de Arlançón, ovo fijo a Pierris, que agora es segundo Duque de Arlançón.

        

   Título de los Duques de Verri e dónde suçedieron e suçeden    

   Don Juan, Duque de Verri, fue fijo legítimo terçero del rey don Juan de Françia, que dexó fijo vastardo al Conde de Monpezleer.

        

   Título de los Duques d’Angeas e de los que d’ellos suçedieron e suçeden // [Fol. 175 r., col. a]    

   Lois, primero Duque de Angeas, fue fijo legítimo quarto del rey don Juan de Françia, que ovo fijos al rey Lois de Seçilia e al Prínçipe de Talermo, donde viene el duque Juan de Abaz de Angeos.

        

   De los Duques de Orleas e de los condes que d’ellos suçedieron e suçeden    

   Lois, primero Duque de Orleas, fue fijo legítimo segundo del rey don Carlos Quinto de Françia, que mataron en París. Este Lois, Duque de Orleas, ovo fijos legítimos a Carlos, segundo Duque de Orleas, e a Felipe, Conde de Vercux, e a Juan, Conde de Anglusma. Charles, segundo Duque de Orleas, ovo fijo a Lois, terçero Duque de Orleas, que agora es en Françia.

        

   De los Duques de Lormandía e dónde suçedieron fasta que tornó a la Corona    

   De los fijos del rey Clodones de Françia soçedió Miguel Froy, que fue primero Duque de Lormandía. Este Miguel Froy ovo fijo a Rolomey, segundo Duque de Lormandía. Este Rolomé ovo fijo a Guillén, terçero Duque de Lormandía. Este Guillén ovo fijo a Rucharte, quarto Duque de Lormandía. Este Richarte ovo fijo a Ruberte Gisarte, quinto Duque de Lormandía. Este Ruberte Gisarte ovo fijo a Recharte, sesto Duque de Lormandía. Este Richarte ovo fijo a una fija legítima, que casó con el rey Richarte de Inguelaterra, e un fijo vastardo que llamaron Guillelmo Enoto, que dize en françés Guillén el Nonbrado, que conquistó a Inguelaterra en vida de su padre e después fue Duque de Lormandía e Rey de Inguelaterra, por donde ovo e ay mucha guerra entre Françia e Inguelaterra, segund más largamente se contiene en el título de los Reyes de Françia. [col. b]

    

   Título de cómo fueron levantados los Reyes de la Pequeña Bretaña e después soçedieron en duques, porque fueron amenguados e apremiados de los Reyes de Françia, e de los que d’ellos han sido Duques e Señores d’este dicho ducado, e lo son fasta agora, e de los varones de casas señaladas que ha avido hasta oy. Título de cómo en los tienpos antigos del rey Artur e de los otros Reyes de Inguelaterra e de Françia el ducado de Bretaña que es agora fue llamada el reino de la Pequeña Bretaña e de la causa por que fue tornado en duques, como lo es agora, e la causa d’ello   

   El ducado de Bretaña en los tienpos pasados llamaban el reino de la Pequeña Bretaña e ovo en ella reyes antiguamente. Del primero que se falla memoria fue Hoel, Rey de la Pequeña Bretaña, padre de Iseo de las Blancas Manos, que casó con Tristán de Leonís, e del buen caballero Cardoín, que fue conpañero de Tristán e hermano de la Tabla Redonda; e después el rey Encubre, que fue muerto en la vatalla que él e ( ) (525), fijo del rey Cayeperi de Françia, [tuvieron], que fue preso e quemado vibo por el dicho Rey de Françia, su padre, segund se contiene en la Corónica de los Reyes de Françia, e tomó muchas tierras del dicho ducado e apropiólas a la Corona de Françia.

   De aquel día en adelante quedó Bretaña por ducado e sogeta a la Corona de Françia, en la qual ovo muchos duques después fasta el duque Juan, que casó con la fija del rey Carlos Sesto de Françia, el qual fue mal françés(es) en todos sus fechos e se llebaba bien con los ingleses en el tienpo de las guerras e trabaxos de Françia, quando Anrique, Rey de Inguelaterra, la guerreaba e tomó a París, como dicho es. Este duque Juan de Bretaña ovo un hermano que fue Conde de Chamont, que fue buen françese e Condestable de Françia; por ende, ovo el Duque, su hermano, mucha malquerençia con él e echólo del ducado. E fue todos tienpos no buen françés, pero lo más lo fazía por temor de ingleses. E muerto este duque Juan, dexó fijos a Françés, que fue Duque de Bre-taña, / [Fol. 175 v., col. a] e a mosén Pierris e a mosén Giles e una fija, que casó con el Duque de Tanias.

        

   Título de cómo suçedió en [e]ste ducado el duque Françés, fijo d’este duque Juan, e de sus fechos    

   E muerto este duque Juan, suçedió en su logar Françés, su fijo, que casó con fija del Rey d’Escoçia e fizo en ella un fijo. E este duque Françés fizo mucha guerra a los ingleses en ayuda del rey Carlos de Françia, su primo, segund se contiene en sus fechos. E mató a mosén Giles, su hermano, porque se (pasó) pensó alçar con el ducado por consejo e esfuerço de los ingleses, donde él avía sido criado en vida de su padre, que lo hubo dado allá a criar.

        

   De cómo suçedió en el dicho ducado de Bretaña Pierris, hermano del duque Françés    

   E muerto este duque Françés, suçedió en el dicho ducado de Bretaña mosén Pierris, su hermano, porqu’el duque Françés no dexó fijo varón, ca la fija no la pudo eredar, segund su costunbre de Françia. E casaron (526) aquella fija con el fijo del Duque de Tanpas por juntar la sangre de los Duques en uno. E este duque Pierris mantobo bien su ducado e fue buen françés, pero no como su hermano ni fue para tanto. E morió sin fijos e moço asaz e duró poco en el dicho ducado.

        

   De cómo soçedió en el dicho ducado de Bretaña Richanmontes, su tío, e de sus fechos    

   E muerto este duque Pierris, porque no dexó fijo eredero suçedió en el dicho ducado el Conde de Ruchamont, que era hermano legítimo del duque Juan, que era Condestable de Françia, que era mucho viejo e no duró más de II años en el ducado e no ovo fijos. E fue toda su vida buen françés e pasó muchas fortunas en las guerras de Françia.

        

   De cómo soçedió en el dicho ducado de Bretaña el duque Pierris, fijo del Duque de Canpaz, nieto del duque Juan [col. b]    

   E muerto este Conde de Richamontes, Duque de Bretaña, suçedió en el dicho ducado e condado de Richamont Pierris, fijo del Duque de Tanpaz, nieto del duque Juan, fijo de su fija, ca como quier que las fijas no eredan en Françia ni en Bretaña, eredan los fijos d’ellas, aunque sean nietos. E casó este duque Pierris con la fija del duque Françés e morióle sin aver fijos d’ella. E casó con ( ) (527), el qual ha seido mucho mal françés, segund se contiene en las guerras del rey don Lois de Françia.

   Bretaña es noble e mucho antiguo ducado, el más de toda Françia, e ay en él nuebe varones, que son estos que se siguen, que han cosas d’estado e señaladas: el Señor de Ras, que es el más poderoso de toda Bretaña; el Señor de Roán, que es noble e poderoso varón; el Señor de Junque, que es así poderoso e noble; el Señor de Chasteobrián, que es así noble e eredado; el Señor de Nabal, que es así mesmo asaz rico e noble (528).

       

   Título de cómo fue poblada e fundada la noble e bien gobernada çibdad de Veneçia e de dónde suçedieron e del tienpo que se pobló e de las gentes que la poblaron e de los sus buenos regimientos e de los logares que ganaron // [Fol. 176 r., col. a]    

   Contado ha la istoria cómo a mil CLXXX años antes que Jhesuchristo naçiese fue destruida la noble çibdad de Troya, de la qual salieron unas gentes comunes de ofiçiales e mareantes e de otros ofiçios sin mayor ninguno con sus mugeres e fijos, con grande flota de naos e con todo lo que aver podieron e andobiendo nabegando por la mar buscando tierra sin señorío donde poblasen, diziendo que, pues que salían de tan noble señorío, que nunca poblarían en tierra de señorío, pues de tal natura no lo fallarían. E no lo fallaron tal.

   E fallaron un estangue muy fondo e grande de mar salada e entre unos montes mucho grandes sin puebla ninguna ni señorío e poblaron allí casas e çerca e tenplos. E echando piedra e cal sobre arcas de vorne fechas a manera de nabíos, fecho maçico fasta sobre el agua e de allí arriba, fazían las casas como les conplía para sus moradas. E moltiplicaron mucho en aquella puebla e posiéronle nonbre Veneçia, como quien dize venediços. E ordenaron de ser comonidad e vebir en justiçia, por manera que nunca en ella ovo discordia ni ovo omne que más mandase uno que otro. E quando se tornaron christianos, fezieron de su tenplo iglesia e posiéronle Sant Marcos Ebangelista. E ganaron por las tierras comarcanas muchas çibdades e tierras e moltiplicaron número de señorío e de tesoro e apropiáronlo a la dicha iglesia. E tienen muchas çibdades e villas en tierras de moros e christianos. E ovieron costunbre de hazer casas a qualquier que allí quisiesen poblar del agua avaxo. Ponen un duque [col. b] de XL años arriba que sea entendido e danle mantenimiento honrado a él e a su muger e fijos de todas cosas e a sus criados para toda su vida abastada e honradamente; e va cada día a juizio e siéntase en medio de XII cónsules, que son puestos en cada año, sentado en su silla. E ajúntanse en días çiertos en la semana con CCC que ponen cada año por regidores del pueblo e, fallándolo neçesario, sacan d’ellos C e de C sacan L e d’estos L sacan XXIV e d’estos XXIV sacan XII. E platicado el fecho, dángelo escrito en la mano en un papel aquel duque que está en silla e levántase e dize:

   -Esto manda la señoría de Veneçia.

   E fírmalo el duque, que ba señalado de aquellos doze regidores.

   E es çibdad mucho rica e poderosa por mar e por tierra e, quando han neçesidad, pagan mucha gente de armas de Italia e de Lonbardía con buenos capitanes, que los ayudan bien por muchos dineros que les dan. Otrosí fazen grandes armadas de carracas e de galeas e dízese que en XL días pueden fazer XL galeas prestas e puestas armadas en la mar. E dase razón a ello que una sola no pueden fazer a menos de XL días porque no caben los maestros en ella e que, tobiendo las cosas prestas e maestros asaz, que así fazen las dichas XL galeas tan aína como la una; e que andan con bateles por las calles e en algunos lugares por puentes levadizas de calle a calle.

   E traen su mantenimiento de fuera por varcas e tienen buen puerto e pasaje para nabíos mayores e menores arrededor de la çibdad, sin tormenta, que no se levanta allí ningund tienpo porque yaze entre aquellas alturas e no inche la mar ni vazía como afuera del estrecho de Marruecos. E tratan muchas mercadorías por todas las mares de Levante a Romania e a Letania e a Damasco e Alixandría entre moros e christianos, adonde tienen mercaderos / [Fol. 176 v., col. a] estables, e aun sus villas. E traen de allá sus espeçias e paños de oro e de seda e otras mercadurías e pasan con ellas en sus galeas por el estrecho de Marruecos. E rodeando la mar d’España, llegan en Flandes e venden aquellas mercadorías allí e conpran paños finos e sinples de lana e otras cosas e vanse tornar en sus tierras e a toda Lebante a los vender.

        

   Título de las vatallas e peleas e grandes fechos que acaeçieron en muchos reinos e probinçias de las partidas de (e) Lebante e de Oriente e de Oçidente por las mares    

   En el año del Señor de mil CCCLXIII años ovieron vatalla en la plaça de Leomarte en Gascueña el Conde de Armenança e su sobrino, el Señor de Lebret, e el Conde de Tomneja e el Conde de Velsofort e el Conde de Monsolupe e otros muchos de la parte de la casa de Lebret con el Conde de Fox e con toda su fama e valía. E eran con el Conde de Fox en esta vatalla V capitanes de las conpañías, que eran éstos: Espiota e Senorgers de Alemaña e Broaquín e Perit Merçed e monsén Juan Abuérit con muchas buenas conpañas usadas de guerra. E por causa d’estos capitanes fueron vençidos el Conde de Armenança e todos los de su valía e fueron presos el Conde de Comneja e el Conde de Velsoforet e el Conde de Monsolifo e otros muchos de la casa de Lebret, que pagaron por redençión XXX cuentos, por lo qual el Conde de Fox ovo grand honra e probecho. E fue vençida esta vatalla por cabsa e [col. b] arte de aquellos V capitanes e de sus gentes usadas en guerra.

        

   De cómo prendió miçer Galliato a miçer Bornago, Duque de Milán, su tío, e a su fijo e de la causa d’ello    

   En el año del Señor de I mil CCCLXXXVI años en el reino de Italia miçer Galiaço, Conde de Vertudes, tomó II mil onbres de armas e pasó por cabo Milán diziendo que se iba por hermitaño a unas montañas. E salio a él miçer Vornago, Duque de Milán, que era su tío e su enemigo, a verlo porque le plazía e le dexaba el condado. E llegando a él, tomó preso a él e a su fijo e tomóles el ducado de Milán e todo lo que avían; e tobo lo que avían e tóbolos en su presión fasta que morieron. E por este engaño quedó Señor de Milán.

        

   Título de la vatalla que ovieron en la mar de Çerdeña los almirantes de Cataluña    

   En el año del Señor de mil CCCLII años pelearon en la mar de Çerdeña el almirante don Vernal de Cabrera, con LX galeas de catalanes e de veneçianos, e miçer Antonio de Grimado, con L galeas de genubeses. E por la nao Rosa de Castro, que era con los catalanes, fueron vençidos los genobeses, por quanto, estando en la mayor priesa de la vatalla, se levantó viento poderoso e con él esta nao Rosa dio por medio de las galeas de Génoba e ronpió muchas d’ellas, por manera que perdieron los genobeses XXXI galeas e [fueron] muertos e presos muchos d’ellos.

        

   Título de cómo fueron vençidos e presos por la mar sobre Gaeta el noble rey don Alonso de Aragón e de Nápoles e sus hermanos por los ginobeses    

   En el año del Señor de I mil CDXXX años, reinando en el reino de Nápoles el noble rey don Alonso de Aragón e teniendo çercada la villa de Gaeta por mar e por tierra, estando la çibdad de Génoba so la señoría e governaçión del Duque de Milán por su mandamiento e por volunlad de Ios dichos genobeses, continuando su // [Fol. 177 r., col. a] guerra con los catalanes e genobeses, fizieron forçosa armada de XXII carracas muy grandes, las mayores e más poderosas que nunca en Génoba se armaron, en una era con las gentes de la dicha çibdad e con el sueldo e capitán del dicho Duque de Milán e venieron en socorro de la dicha villa de Gaeta.

   E savida su venida por el dicho Rey de Aragón, entrando él por sí mesmo en su flota de carracas e galeas qu’él tenía por la mar, que eran tantas e más que las de los genobeses, (e) entraron con él en las dichas carracas el rey don Juan de Nabarra e el infant don Enrique, Maestre de Santiago, e el infant don Pedro, sus hermanos, e el conde don Diego Gómez, Conde de Castro, e el Conde de Denia e otros muchos nobles caballeros que con él estaban e toda la flor de su gente de armas que sobre la dicha çerca tenía. E en cada carraca avía mil D onbres de armas, sin los mareantes que los gobernaban.

   E juntada su vatalla, saliendo en alta mar los aragoneses e catalanes en reçebimiento de los dichos ginobeses, trabaron fuerte vatalla, en la qual, por mal gobernamiento (529), seyendo los catalanes e aragoneses nigligentes, sacaron todo elaste de las dichas carracas por las fazer andar más altas sobre el agua para sobrepujar sobre las otras e salióles el contrario, porque, como la gente mucha que en ellas estaban eran armados e se echaban todos a la una parte de la carraca para pelear con las otras, fazían pender la carraca fasta çerca del agua, por manera que los genobeses mataron muchos d’ellos peleando a su guisa de sus naos e carracas que tenían bien enlastadas e no pendían [col. b] cosa ninguna, por tal manera, que fueron desbaratados los dichos catalanes e aragoneses e muertos muchos d’ellos. E fueron presos los dichos rey don Alfonso de Aragón e de Nápoles e el rey don Juan de Nabarra e el infant’ don Enrique, Maestre de Santiago, e el esforçado caballero Conde de Castro, que en aquel día fizo maravillas de su persona, por manera que a él con su carraca fasta la tarde no lo podieron rendir, e seyendo ya rendidos todos los otros, por manera qu’él, andando armado de todas sus armas con su devisada debisa, que fue ferido de CXX viratones, que tenía espetados desd’el pie fasta la cabeça, d’ellos por las armas e d’ellos por la carne. E allí fueron presos los dichos Reyes e Infante e toda la flor de la caballería que sobre la dicha çerca tenía. E el infante don Pedro, que era capitán de las galeas del dicho rey don Alonso, no podiendo socorrer con tres grandes carracas, fuyó con las dichas carracas a la çibdad de Nápoles. E los dichos Reyes e Infante e Condes e caballería fueron llebados presos a la çibdad de Génoba. E la gente que quedaron en el real del Rey de Aragón, veyendo aquel tan grand destroço, desçercaron la dicha villa de Gaeta e recogiéronse a la dicha çibdad de Nápoles e, juntados con el dicho infante don Pedro e con su flota, que allí fallaron, dieron en una trasnochada por la mar e por la tierra sobre la dicha villa de Gaeta. E como ella estaba descuidada por el dicho destroço, entraron e tomáronla de salto e posiéronla a sacamano; e apoderáronse en ella e refeziéronla de cosas neçesarias para la guerra.

        

   Título de la grande e marabillosa (530) qu’el Duque de Milán fizo contra estos Reyes e Infantes tobiéndolos [presos] (531) / [Fol. 177 v., col. a]    

   E sabido por el dicho Duque de Milán todo este fecho, con la grand alegría del dicho vençimiento e presión que sus gentes avido avían, usó e obró del más anobleçido fecho que se falla que otro prínçipe de los pasados del mundo fiziese, que luego enbió muy muchas gentes de armas con su capitán Micolao Pechelino a la dicha çibdad de Génoba por los dichos Reyes e Infantes e prisioneros, todos los quales le fueron traídos a la dicha çibdad de Milán, adonde entendían ser encarçelados e muy fatigados de presiones ( ) (532). E no fuendo aquella su intençión d’él, antes por acreçentar su onor e nobleza, los salió a reçebir fuera de la çibdad. E soltándolos de la dicha presión en franca libertad e adereçados de la dicha destroça de todas las cosas neçesarias, después de les aver fecho muy grandes fiestas en su çibdad, los enbió en sus reinos e tierras con mucha honradamente, por manera que quiso ayuntar e ayuntó la honra del vençimiento de la vatalla que los suyos fizieron con la onor de la soltura de la presión qu’él fizo en ellos; (l)e fue la más loada la postrimera que la primera, por lo qual los jenobeses, sentiéndose mucho d’este fecho, se rebelaron contra él

        

   De cómo se alçaron los ginobeses contra el dicho Duque por la soltura de los dichos Reyes e mataron a Micolao Pechelino e de sus fechos    

   Sabidas estas nuebas en la çibdad de Génoba e oviendo terrible pesar d’ello, lebantáronse todos los genobeses a repique de canpanas e conbatieron el castillo de la dicha çibdad, que estaba Micolao Pechelino con mil D omes de armas por el dicho Duque de Milán, e matáronlos todos, que uno no dexaron a vida. E derribaron el dicho castillo por el suelo e començáronlo a fazer la guerra, por donde recreçieron muchos daños. [col. b]

   Aquí se acaba el libro dézimo que Lope Garçía de Salazar fizo en [e]sta su Istoria de los XXV libros que fizo estando preso en la su casa de San Martín e comiénçase el honzeno libro, en que fabla cómo fueron pobladas e fundados los reinos de Inguelaterra e d’Escoçia e d’Erlanda; e de las çibdades de Londres e de las otras çibdades e pueblas d’ellas e de las gentes que las conquistaron e poblaron; e de cómo salió Bruto con los troyanos, que eran catibos en Greçia, e Asaraco e Corineo [e] el obispo Eleno, fijo del rey Príamo, e poblaron e reinaron en los dichos reinos e islas; e de cómo Josep Avarimatía e su fijo Josefaz, que fue el primer obispo christiano del mundo, e sus parientes arribaron en Inguelaterra con el Santo Grial e fezieron coberter a muchos christianos e reinaron algunos d’ellos en ellas; e del noble rey Artur e de sus fechos e del sabio Merlín e de los otros reyes que después d’él allí reinaron; e de cómo Guillelmo el Vastardo conquistó a Inguelaterra e reinó en ella; e de la discordia de los ingleses sobre la generaçión del Giboso, Duque de Lancaste; e de los Duques de Guiana e de Lormandía; e del rey Aduarte e de cómo se llamó Rey de Françia; e del rey Enrique el Conquistador e de los fechos que en Françia fizo e de la batalla que los Duques de Françia qu’él vençió; e del Prínçipe de Galaz e de la presión e muerte e vençimiento d’él e de la cruda muerte del rey Richarte, su fijo; e de la vatalla e muerte de Arripersi; e del Duque de Giorque e del reinamiento del rey Aduarte, su fijo; e del Enrique, fijo del Conquistador, e de la su muerte e del Prínçipe, su fijo; e de las vatallas d’este Aduarte e del Conde de Varuque e de los de su partida. E comiénçase a CLXXVII hojas.

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   520.- bándole el que no sabe, al final del folio como reclamo.

   521.- En lugar del vocablo cruz se ha dibujado ésta.

   522.- que, repetido a continuación.

   523.- Espacio en blanco en el manuscrito.

   524.- Los numerales L y I han sido añadidos por otra mano; detrás de los mismos hay un espacio en blanco.

   525.- Espacio en blanco en el manuscrito.

   526.- con el, seguidamente; repetido un poco más abajo.

   527.- Espacio en blanco en el manuscrito.

   528.- Tan solo se alude a cinco de los nueve de que había hecho mención. El espacio en blanco dejado entre el último de ellos y el siguiente título parece que estuvo destinado a dar noticia de los cuatro restantes, lo cual no se llevó a cabo.

   529.- Seguidamente se ha vuelto a copiar de los dichos ginobeses, trabaron fuerte vatalla, en la qual, por mal gobernamiento.

   530.- Falta algo para que el título tenga sentido completo.

   531.- presos, añadido por B.

   532.- Ha quedado un espacio en blanco en el manuscrito.