Libro XIII

   [Libro XIII]

   Dizen los autores que España se parte en dos partes. Esto se conoçe por los corrientes de los ríos e de las lubias del çielo, pues dezimos que la una España es al sol levante e la otra al sol poniente. La España que es al sol levante lluebe en ella con el viento solano, que los mareantes llaman su porque saca(s) las llubias d’ellas. E comiénçase en la sierra Callada, que naçe contra Sententrión, yendo para Cantabria, qu’es Logroño, e sobiendo por el término de Astorga; e júntase con el término del reino de León e deçiende por Orinque, que es término de Toledo, e viene por el Algarbe, que es a par del mar Mediterráneo, e viene por Cartajena e va por a par de la villa de Lorca. E la otra España, que es al sol poniente, llueve con el viento oeste, que llaman los mareantes vendabal porque saca las llubias del mar Oçéano. E comiénçase en la sierra de Ronçesvalles e deçiende por el río de Ebro, así como parte con Cantabria, que es Logroño. E ay en ella muchos ríos, así como Ebro, que va entrar en Tortosa, que es la mar Terráneo ( ) (568) de Xexén e de Malón, que corre al mar Redondo contra el Meredional azia el mar de Solano, de que corre el mar de Xani, que dizen Terreno; otrosí le llaman el mar de Girán porque aparta la rueda de la tierra.

   Otrosí en [E]spa-ña // [Fol. 216 r., col. a] ay IX ríos caudales que cada uno entra en la mar sobre sí no perdiendo el su nonbre, que son éstos: el río de Ebro, que naçe en Renosa de Santeillana, que corre por tierra de Burgos que son los oanos, recoxe las aguas manantias e llubias de la parte de los Butrones e va por Navarra e Aragón a la mar de Tortosa; e el río de Duero, que naçe en las sierras de Soria e deçiende a Simancas, reçibe las aguas de la parte de allende Burgos e va entrar por Çamora al puerto de Portogal. E por el corriente d’estos dos ríos, que corren el uno al Poniente e el otro a [Oriente] (569), se falla el castillo de Burgos, la más alta tierra de Castilla e de León; e el río de Taxo, que naçe en Segura e corre por Toledo e va a entrar en la mar de Lisbona; e el río de Guadalquivil, que naçe en las tierras de Segura e corre por Córdoba e Sevilla e va entrar en la mar de Sanlúcar; e el río de Segura, que naçe en aquella sierra mesma, que va entrar en la mar de Guardamar, açerca de Alicanto; el río de Guadiana, que naçe en Segura, donde Texo, corre por Alcántara e a Mérida e va entrar en la mar de Guadiana, çerca de Gibraltar; el río de Mino, que naçe en ese logar e corre por la puente de Marín e va entrar en la mar de Galizia çerca de Çea; el río de Mondego, que naçe en el término que entra en la mar de Galizia cabo Mondego; el río de Lima, que corre entre Duero e Mino e entra en la mar de Galizia entre anbos a dos. Otros muchos ríos corren por estas Españas e caen en las mares d’ella, así como la çerca toda a la redonda del cabo de Vayona de Gascoña, como çerca la mar, fasta el otro cabo del puerto de Narbona.

   En España ay muchas noblezas, que no podrían ser contadas, ca en [E]spaña ay muchos altos montes e largas sierras e anchos valles de mu-chos [col. b] pastos con muchos ganados mayores e menores de todas naturas. En España ay muchas tierras llanas virtuosas de levar trigo e cevada, çenteno, escanda, vorona, avena e nobles vinos e sidra de mançanas. En España ay muchos árvoles frotíferos tenpranos [e] tardíos de todas las naturas del mundo, así para omes como para puercos e otros animales. España es avondada de árvoles de levar naranjas e limas e çidras e limones e de grana para los finos paños d’escarlata e lemesis; e d’estas dos frutas de naranjas e grana no se fallan en otra tierra.

   En [E]spaña ay minero de azogue, que llaman los plateros arjenbivo, que no se falla en todo otro lugar del universo mundo; por esto dixieron los filósofos antigos, e los otros después, que, porque España es fundada sobre azogue, que non le es posible estar queda más qu’el azogue, que no puede sosegar, e que por ende hubo e á de aver muchos volliçios de creçidas e decaídas.

   España es conplida de muchas carnes gruesas de animalias, de aves de todas naturas. España es avondada de pescados de mar e de río e de caça e de todas naturas de animales e de aves. España es briosa de sirgos e de paños e lavores que d’ellos e de lana se fazen, que lievan a otras provinçias en grande número. España es dulçe de miel e de açúcar e conplida de azeite e alegre de açafrán. España es rica de mineros de muchos metales, de fierro e de azero e de cobre e d’estaño / [Fol. 216 v., col. a] e de plomo e de plata, aunque oro ni piedras preçiosas no se fallan en toda ella; e como quier que son los más preçiados dos metales, pero son los que las gentes comúnmente mejor pueden escusar para obrar en sus mantenimientos. [En] España ay mucha sal de mar e de tierra e de peña e almagre e christal azul.

   España es poblada de muchas çibdades, villas e castillos murados, palaçios labrados, de monesterios de buenos religiosos e religiosas e de iglesias claustrales con muchos prelados. España es avondada de estudios e de entendidos maestros de gramática, lógica, retórica, música, filosofía, nigromançía, física, zurugía e de todas las çiençias del mundo. España es avondada de muchos buenos ofiçiales de jemetría de mármoles e de canto e alabastro e betún e cal labrar.

   España es avondada de gruesas e de fermosas naos forçosas e veleras e de otros nabíos medianos e menores ligeros de remos e velas. España es avastada de muchas galeas ligeras e guerreras con sus artilleros.

   E a todas las cosas vibas que Dios crió en España dio muchas virtudes, que a los omnes dio veldad en sus façiones e cuerpos medianos, esforçados, ligeros, atrebidos, agudos de ingenio, codiçiosos de buscar tierras estrañas por las mares navegando e pasando de tierra en tierra, aventurando sus espíritus e carnes por ganar honra e preçio; e han seido e son conoçidos e loados e preçiados entre los quatro generaçiones del mundo, como fueron e son paganos e judíos e christianos e moros, [col. b] e sobre todo leales a señorío, omildes al temor de Dios e non sorbebiosos. E a las mugeres dio ovediençia e lealtad a sus maridos e veldad en sus personas e traxes e tenpradas en comer e veber, tanto e por ventura más que los omes, ca notorio es al mundo que omes e mugeres españoles son onestos e tenprados en comer e vever dos vezes al día más que todas las dichas quatro naçiones. E como quier que los grandes señores e medianos, ricos mercaderes e gentes avastadas sean conpuestas en todos sus aferes e onestedad, puédese dezir que las gentes menudas no se apuestan menos de la poquedad que Dios les da, espeçialmente trabaxando en filar lienços delgados e gruesos por vestir a sus maridos e a sí mesmas con mucha linpieza por falta de paños de lana e de preçio.

   E a los cavallos [dio] fermosura de cuerpos, esfuerço de coraçón, lixereza de pies, bien enfrenados, briosos en su andar. E a las mulas dio cuerpos grandes con mucha veldad, grandes e medianas andadores de paso grande e folgado, onestas e provechosas a todas personas. E dio a las mulas que los omnes llaman vestias de cargo fuerça e valentía para soportar grandes cargas e levar e traer grandes mantenimientos en [e]strañas tierras e ronper e labrar muchas eredades, de levar pan e vino, que son mucho provechosas a los mantenimientos de las tierras e jentes mayores e menores.

   E dio a los toros e bueyes valentía e grandeza en orgullo e sobervia a los bravos e fuerça e sabieza a los mansos // [Fol. 217 r., col. a] de labrar tierras e levar carretas de grandes mantenimientos; e ellos e sus vacas conplidos de muchas carnes gruesas e tenprados para frescas e seçinadas e provechosas de sebo e de leche e de preçiosos cueros. E dio a los carneros grandeza e de sabrosa carne e sana fresca e çeçinada e, en uno con sus ovejas, provechosas de mucha lana e de sebo e de leche. E dio a los cabrones grandeza e grosura de carnes finas para çeçinas e con sus cabras avastados de sanos e sabrosos cabritos con mucho sevo e con la más sana leche del mundo para omes e criaturas e mugeres.

   E dio a los puercos asaz grandeza e grosura de carne tenprada fresca e salada, virtuosa sobre todas las carnes para se tener con provecho de mucho unto e, en uno con sus puercas, de sabrosos cochinos.

   E dio a las perdizes graçia en el su comer e en su grandeza e savor. E dio a las gallinas e pollos sobeja grosura e sabor e tenprança en sus carnes e huevos, espeçialmente a las que crían e se mantienen de la grana de la vorona. E dio a los ansarones por carne gruesa e sabrosa, así fresca como çeçina e sobre esto provechosos de mucha pluma avantaxosa de todas las otras tierras e aves.

   E a las liebres dio, entre las otras cosas, ligereza con esfuerço para fuir, espeçialmente en algunas tierras que, corridas de dos pares de lixeros galgos en torno de mucho término, mueren con el grand cansançio antes de ser tomadas de los gal-gos. [col. b] E las más d’ellas se defienden a perros e falcones por uñas de pies.

   E de los pescados de los ríos dio aventaxa a las truchas e después a las lanpreas e después a las anguillas e después a los varvos e después a los peçes; e de los pescados de mar, a los albures e langostas e canbares e otros muchos pescados menudos para frescos; e dio a los congrios e pescadas e mielgas e sibias e pulpus e besugos e otros algunos para frescos e para salados. E d’éstos e de las sardinas frescas e saladas se fazen grandes mantenimientos para las gentes en los tienpos que no son de carne ni los pueden aver frescos. E además d’éstos ay muchas mariscos de ostrias e moçejones e de otras naturas, que son deleitosas de comer.

   España es anobleçida porque todas las cosas de mantenimiento que Dios crió las repartió por todo el mundo, dando a los unos las unas e a los otros las otras, e a España dioles juntamente de todas, como dicho es, sino el oro, que es el metal mejor d’escusar, aunque es el más preçiado. España e todos los que en ella viben se pueden bien mantener sin traer cosa de mantenimiento de otras tierras e non otra ninguna sin pasar mengua. E d’esto se prueva mucho porque ninguna cosa viva de todas las que Dios en [E]spaña crió no curan de salir de ella por mengua de mantenimiento afuera d’ella, como lo fazen las de otras partidas. E así como salmones, erianques, que llaman sollos, e atunes e agujas paladares, que son los más nobles e preçiados pescados de todo el mundo, que crían en el cavo de la mar de Asia, que es mucho fría e de la parte del Velnorte, e vienen con otros pescados grandes por la industria que Dios les dio por las mares e riberas de Alemaña, la desierta, e / [Fol. 217 v., col. a] d’Escoçia e de Inguelaterra e de Bretaña e, como llegan en la mar d’España e fallan el dulçor e el calor de los ríos d’ella, alléganse a las riberas d’ella, entrando por los sus ríos, así como comiençan en la çibdad de Vayona, e de Guipúzcoa e de Vizcaya e de las Asturias e de Galizia e de Portugal e del Andaluzía; en cada logar matan muchos d’ellos, espeçialmente de los salmones, ca de los atunes se faze la más fermosa caça del mundo en el golfo e playa de las Almadramas de tierra de Sevilla en el mes de mayo, sin faltar año ni mes ni semana, con grande renta d’ellos porque, salados, los lieban por reinos e tierras estrañas.

   E otrosí vienen muchas aves por la costelaçión de la natura a España por la fallar tenprada e virtuosas en los tienpos que vienen, así como fazen las grullas, que se dize que salen de l[o]s (570) mayores desiertos de Asia, donde crían en lagunas e prados d’ellas, e vienen trabesando mares e tierras e llegan en España vesiblemente en la otoñada, quando sienbran los panes e por aver mantenimiento d’ellos. E por pasar en ella la friura, que es más tenprada que otra, están en ella fasta pasado el mes de enero, que viene el primover, que se tornan a sus tierras por donde venieron. E así mismo vienen las palomas torcaças, que se dizen que crían en la grand Turquía, e, travesando mares e tierras, allegan en [E]spaña en la mesma otoñada por se gobernar por las frutas de las ayas e robres e yerbas de las breñas e huertas, adonde matan muchas d’ellas en redes e otros artefiçios. E veniendo el primover, las que escapan tórnanse a multiplicar a sus tierras, sino algunas, si quedan por [col. b] ventura, que son falladas en algund desierto por ventura sobre fijos en el verano. E otrosí vienen las golondrinas, que dizen que vienen de tierra de Judea, en el mes de março a moltiplicar en ella porque la fallan tenprada de calores, abastada de su provisión, que son toda mosquitos. E tórnanse con sus fijos en el mes de agosto a sus tierras. E así vienen las gallinas sordas de las tierras frías de Noruega, travesando montes e tierras. E llegan en España en el comienço del invierno e con las grandes niebes deçienden a las riberas de las mares, adonde matan muchas d’ellas e las que escapan vanse por do vienen. E otrosí vienen los cluquillos, que son aves sinples que dizen que vienen de tierra de Egito por moltiplicar en ella en el mes de abril. E el su moltiplicar es encreíble a los que non lo veen, ca ellos buscan los nidos de los páxaros pequeños que crían en los sotos e cómenles los huebos e pónenles sendos de los suyos; e los páxaros sácanlos, cuidando que son suyos, e gobiérnanlos fasta que son creçidos e reconoçen por natura a sus padres e se van con ellos en el mes de jullio, que uno solo no queda. E su gobernamiento es de limanques e de cosas criadas del ruçío del çielo. E así mismo vienen las tórtolas en el mes de mayo, que dizen que vienen de los Montes Claros e de Alixandría fasta Montes de Varcas. E con el mucho mantenimiento que en [E]spaña fallan de los panes en [e]spiga e quando se trillan en las eras, molteplican todas. E vanse con sus fijos, cogidos los panes, a sus tierras, aunque los vallesteros matan muchas d’ellas. Otrosí vienen las codorniçes en el mes de março e // [Fol. 218 r., col. a] moltiplican en todas las tierras de ella entre los panes e voronas. E matan muchas d’ellas con los gabilanes, ca son mucho gruesas, e las que escapan dízese que, tornando a tierra de Jherusalem, donde vienen, que matan muchas d’ellas con redes a valsas en Italia. Otrosí vienen muchas garças e labancos e morapicos e de otras muchas naturas de las mares frías de Velnorte porque la fallan tenprada e abastada e pasan el invierno por las lagunas e ríos de ella. E matan muchas de ellas con falcones e con trechos e las que quedan tórnanse al primover.

   En España ay muchos nobles puertos, como la çerca la mar de puerto a puerto, que arriban en ellos navíos de todas naçiones que comarcan en torno d’ellas con muchas mercadorías. E por semejante fazen los natibos d’ella con los suyos, que han muchos e buenos.

   E por estas virtudes quesieron dezir algunos que España era tal como el Paraíso de Dios. E de todas sus virtudes se podría dezir cómo en ella son repartidas, sino porque es poca cosa a conparaçión del mundo e las puede cada uno tomar en ella. E por estas noblezas d’ella la preçiaron mucho aquellas conpañas de Túbal, nieto de Noé, que la poblaron. E después que ella fue avastada de pobladores e fueron savidas sus riquezas e virtudes, muchos ovieron codiçia de la señorear e con soberviosa envidia se movieron por la tomar a los pobladores d’ella, por lo qual España fue mucho trabaxada e puesta en muchas [col. b] persecuçiones, ca, los estraños por la tomar e los pobladores por la defender, ovo mucho derramamiento de sangre e fue muchas vezes conquistada; e aun entre los conquistadores mucha omeçida a quál la tomaría de los unos a los otros, como adelante por estenso se dirá en sus logares.

    

   Título de cómo fue poblada España e en qué tienpo e quáles la poblaron e la aseñorearon e de las cosas prinçipales que en ella se fizieron en los fechos de las pueblas e armas

   España fue poblada LXX años después del dilubio por los nietos de Noé, segund se ha dicho en el título de las sus generaçiones, pero es neçesario de lo relatar aquí en uno con los otros fechos que pasaron en ella por que más conplidamente se puedan saber por aquellos que en esta istoria leyeren. Así, ha contado la istoria cómo de los siete fijos de Jafet, fijo de Noé, se poblaron muchas tierras en Oçidente, entre los quales Túbal, que era quinto fijo, e sus fijos e generaçiones venieron en [E]spaña e poblaron en la ribera de Ebro fasta los puertos de Aspa. E llamaron aquella tierra toda Carpentania e poblaron en ella quatro çibdades: la primera fue Oca, que es ençima de los Montes de Oca; la segunda es Calohorra; la otra es Taraçona; la otra es Çaragoça. E después tendiéronse por toda España e poblaron muchas tierras en ella e posiéronles nonbres cada unos de sí mesmos: que se llamaban alanos, poblaron la tierra de Álava de su nonbre, como la llaman agora. Otros que se llamaron galiçios poblaron a Galiçia. Otras gentes que venieron degradados de sus tierras en nabíos arribaron al puerto Portogal, los quales eran llamados / [Fol. 218 v., col. a] galeses; poblaron una grande parte que era despoblada en Galiçia, que era entre Duero e Mino, e por estos nonbres de los galeses e de los de aquel puerto llamaron portogaleses e después llamaron Portogal. Otras gentes que venieron después, que llamaron buándalos, poblaron al Andaluzía del su nonbre mesmo. Otras gentes que venieron, que llamaban luvixes, poblaron Badaxoz de su nonbre. Todas estas tierras fueron pobladas, como dicho es, entre ellos, pero en las quales ovo muchos señores e muchas contiendas entre ellos; pero porque no fueron de mucha autoridad no se faze mençión d’ellos.

   Así se poblaron todas las tierras d’España d’estas gentes, naçiendo e visquiendo luengamente, como Nohé, que vivió CM años, e sus fijos DCCC e DCC e DC años, fasta que tornó la hedad a CXXX años, e son pocos los que llegan a ellos. No eran las pueblas de aquel tienpo tantas ni tales como agora ni las gentes tan sotiles d’engenio; ni comían ni vevían ni se vestían como agora. E así poblada España, suçedieron en ella d’estas generaçiones dos fuertes gigantes que la señorearon toda de mar a mar. El uno se llamava Gerión, que reinava e señoreava desde el río de Ebro fasta el Andaluzía e Galizia, como çerca la mar; e éste ponía toda su emençia en aver muchos ganados e era mucho bravo a las gentes del su señorío. El otro se llamava Trato, que señoreava e reinava desd’el dicho río de Ebro fasta los montes Piraneos, que llamavan los puertos de Aspa, como van de Vayona de Gascoña fasta la çibdad de Narbona, que, si Gerión era fuerte de señorío [col. b] a los suyos, éste lo era tanto e más, por manera que se favoreçían el uno al otro. Este Trato era pariente çercano de Ércules por su madre, que era de Greçia, e fazía su vibienda al pie de Moncayo porque era mucho caçador de venados.

    

   Título de cómo el valiente e esforçado cavallero Ércoles de Greçia arribó en la isla de Cáliz e mató a estos reyes Gerión e Trato e señoreó a toda España e fizo en ella muchos nobles fechos porque así perteneçía a la istoria d’España, como quier que en la su istoria se á recontado esto

   Acabad[o]s (571) por el esforçado cavallero Ércules los sus nobles e grandes fechos, segund que dicho es en la su istoria, arribó en la isla de Cáliz, que era la primera tierra d’España, en el tienpo que gobernava Gedeón en Judea. E llamávase estonçes España Asperia por el nonbre de una estrella que reina sobre ella que se llamava así. Savida su venida por los pobladores d’España e sopiendo sus nobles fechos, espeçialmente cómo andava buscando las aventuras e quebrantando los soberviosos por el mundo, enbiáronsele a querellar del duro señorío que sobre sí tenían d’estos dos Reyes, cómo con grande crueldad los pechavan, faziéndoles pagar por cada año la meatad de todo lo que ganavan, e vien así de los fijos e fijas para servidunbre, e que los delibrase d’él e que lo tomarían por señor en toda España.

   Como Ércoles lo sopo, ovo mucho plazer, ca él no andava // [Fol. 219 r., col. a] buscando otras cosas. E adereçó contra ellos porque en aquel tienpo no avía en las tierras villas ni castillos, ca vevían las gentes derramadas e sin ley, ca eran como salvajes. E llegado Ércules en la tierra donde después fue poblada Mérida, vínole allí un cavallero de Gerión con su carta denostándolo mucho e, en achaque d’esto, que mesurase su persona e comediese su fortaleza; porqu’él no se fiava en los suyos, quesiera más pelear con él cuerpo por cuerpo. E como su mensajero le dixo que Ércules no era tan grande como él e fiándose en su valentía, enbióle dezir que lo librasen anbos cuerpo por cuerpo por que no pereçiese la gente sin culpa e fuese con sus gentes a Galizia. E como Ércules ovo esta carta, mostróla a los suyos, los quales, pesándoles d’ello, le dixeron:

   -Señor, nos, por tomar la ventura de los fechos peligrosos en que tú fueses, salimos de nuestras tierras e pedímoste por merçed que nos pongas en el canpo contigo, ca sabe que Gerión es fuerte e grande gigante e porque sabe que tú no eres tan grande de cuerpo como él lo quiere fazer así.

   A los quales rendió muchas graçias, pero no quiso reusar la vatalla de uno por otro e fuese derechamente a lo buscar.

    

   Título de cómo Ércules mató uno por otro al rey Gerión e fizo la torre de Alfaro sobre la su caveça e pobló allí la çibdad de La Curuña

   E llegado Ércules adonde agora es poblada La Curuña, ovo su vatalla uno por otro con el rey Gerión, con seguridad de las partes para qu’el que vençiese ovi-ese [col. b] el señorío del otro. E ovieron su vatalla allí donde es agora la torre de Alfaro uno por otro e duróles tres días, que no se podieron vençer, atanto que Ércules fue espantado porque Gerión se le defendía tan luengamente; pero al quarto día vençiólo Ércules e cortóle la cabeça. E fizo sobre ella la dicha torre de Alfaro por remenbrança d’ella. E pobló la çibdad de La Curuña e la primera persona que vino a poblar en ella fue una muger que llamavan Ojuna; e por esto le puso nonbre Cruña, del nonbre de aquella muger.

   Fuese de allí e llegó al río que llaman Guadiana e, porque se mete so la tierra en muchos logares, Hana, que quiere dezir en griego topo. E pobló allí una çibdad e porque allí folgó faziendo sacrefiçios e tomando muchos plazeres porque avía ganado aquellas tierras púsole Dulçes Bailes; agora llámanle Vadajoz. E puso a la tierra Lusitania por aquellos juegos e por aquel río. E andubo por aquellas tierras dibisando cómo las poblasen.

   E fuese dende adelante, señalando las pueblas e plantas e semientes e conpasando las leguas por pasos de logar a logar, e llegó adonde es Cartagena e, porque era tierra de mucho esparto, púsole nonbre Esparteria. E después la pobló la reina Dido e le dio nonbre Cartajena. E fue de allí sobre aquel Trato, que era poderoso, como dicho es.

    

   Título de cómo Ércoles vençió e mató a este rey Trato en una cueva, al qual llamavan las gentes (e) medio omne e medio vestia

   El rey gigante Trato seyendo morador en una peña en Moncayo, dentro de una cueva, era mucho cruel, que matava omes e ganados; los que por fuerça / [Fol. 219 v., col. a] tomava, colgava las cabeças de la peña e dezían que comía los cuerpos. E pensando las gentes esto, dezían que era medio vestia e medio omne. E fuendo Ércules sobre él aquella tierra que llamavan Çintuberia por el nonbre de Túbal, que la pobló, como dicho es, (e) pelearon gentes por gentes dos vezes. E vençiólo Ércules e ençerrósele en aquella cueva; e quemólo con fuego porque no lo pudo tomar otramente. E ganó todas las sus tierras. E pobló al pie de Moncayo una çibdad e púsole nonbre Taraçona por nonbre de dos cavalleros sus parientes que dexó en ella, que llamavan al uno Tirán e al otro Ausona; e por esto le llamaron Taraçona.

   E pobló el canpo de Urgel. E púsole este nonbre de Urgel, que dize en griego apremiento, diziendo que ganara aquella tierra por premia. E de allí tornó al Andaluzía. E quiso poblar ribera de Guadalquibir una çibdad; e porque le dixieron sus sabios que otro mayor qu’él la poblaría, fizo señales d’estacas e de mármoles e de letras e púsole nonbre Éspalis. E esta es Sebilla, que la llaman así oy tanbién Espaliosa e después la pobló Jullio Çésar. E [fue] de allí poblando por las tierras. E pobló la çibdad de Lemos por nonbre de dos cavalleros que dexó en ella, que al uno llamavan Tiro e al otro Lemos; e agora la llaman Ágreda. E pobló la çibdad de Astorga e Castiel Arrasín. E pobló la çibdad de Varçelona, e porque, de nuebe naos que traxo de Greçia, que dexara en Cáliz, le traxieron allí la novena, púsole nonbre la Varca Novena, porque llamaban a las naos varcas, e después lla-máronla [col. b] Varçelona. E fizo la maravillosa casa en Toledo, por la qual sopo el rey don Rodrigo la destruiçión suya e de toda España.

   Así señoreó este valiente Ércules en [E]spaña, que del día que en ella entró e la ganó non çesó de poblar villas e tierras e juntándolas en uno e dándoles fueros e leyes por donde viviesen onestamente e en paz, dexando devisado en cada logar muchas figuras de omes e de toros e de puercos e de cavallos e de otras animalias con letras de sus ditados por dexar remenbrança de sus fechos. E dexava en todos estos logares omes señalados de su naçión e linaxe. E fecho todo esto, dexó por Rey e señor de toda España a Ispán, su sobrino, fijo de su hermana, que era esforçado cavallero e cuerdo, e devisóle todo lo que en ella avía de hazer. E por amor d’él quitóle de nonbre Asperia e púsole nonbre España, tomándolo de amos a dos.

   E acavado todo, fuese con sus naos e gentes azaya Greçia, buscando todas las aventuras como solía, adonde feneçió sus días, segund dicho es en la su istoria.

    

   Título de cómo reinó Ispant, sobrino de Ércules, en [E]spaña e de las çibdades e villas e otros nobles fechos que en ella fizo e de cómo acavó noblemente

   Así partido Ércules d’España e dexando a Ispán, su sobrino, por Rey e señor d’ella, andudo por toda ella; e fazíala poblar segund que Ércules, su tío (572), gelo avía devisado porque estava mucho fatigada de las dichas conquistas. E pobló muchas en los puertos de la mar.

   Como esto fue sabido en Greçia, donde él era natural, veniéronle de allá muchas gentes, con las quales pobló muchas nobles çibdades // [Fol. 220 r., col. a] e villas e tierras e fizo lavores maravillosas. Pobló la çibdad de Segovia e púsole así nonbre por una peña que está sobre ella que llamavan Govia. E fizo maravillosos caños por donde venía el agua de los montes a la çibdad. E acavó la torre de Alfaro que Ércules avía començado e fizo ençima d’ella fazia la mar un grande espejo por tal arte que luego eran vistas por él qualesquier velas que por la mar veniesen bien alueñe de la tierra, por que, en veyéndolas, se aperçebiesen de defender la ribera.

   Él era omne igual e justiçiero e esforçado e franco e defendedor de toda su tierra e amávanlo mucho todas las gentes. Así como Ércules, su tío, se apoderó d’España por fuerça e derramamiento de sangre, bien así la ovo él por bien fazer e por falago. E después que ovo toda la tierra poblada e reparada, escogió por su morada a Cáliz, que llamavan la isla de Ércules porque allí arribara primero logar d’España e, menbrándosele del deudo e amor que con él avía e por honrarlo e porque allí no avía puebla, ovo de morar en tiendas fasta qu’él la pobló, la qual puebla fue fecha por arte e consejo de su fija Liberia, que no avía otro eredero, que era muy savidora en la estrología, ca la enseñara el grand estrólogo de Ércules. La puebla d’este logar era muy peligrosa por tres cosas: la primera, por no aver agua; la segunda, por no aver puente en el braço de la mar para sobir e entrar a la isla; la terçera, porque avía muchos lodos e no podían andar sin calçada en el inbierno.

    

   Título de cómo Liberia, fija d’este rey Ispán, dixo a su padre que ella faría dar estas [col. b] tres cosas a esta villa si le prometiese de no la casar sino con [e]l que ella quisiese

   Seyendo por casar esta infanta Iberia, fija de Ispán, cudiçiávanla todos los grandes prínçipes comarcanos porque era mucho fermosa e sabia [e] esperava eredar a España, que ya era su padre viejo. Aconteçió que en una ora venieron a la demandar tres fijos de grandes reyes e díxoles su padre que en ella era su casamiento, que no en él. Díxoles ella que nunca casaría fasta que çercase de muros e de torres aquella villa de Cáliz e que veniesen a ella por puente e caño de agua e pasada de los omes e que oviesen calçada de piedra por donde andobiesen los omes en toda la villa e isla e sus términos; e que ellos tres tomasen cada uno la suya e qu’el que primero acavase la suya que con aquél casaría. E fecha su firmeza, todos tres començaron su obra; traxiendo de sus tierras lo neçesario, en un día començaron a grande profidia. El primero que acabó la puente con el caño fue el infante Pirrus de Greçia e, como ella lo vio, díxole en secreto que çesase la obra fasta que los otros acavasen lo más de lo suyo e que ella casaría con él. E ya acabadas, o çerca, pasó el agua una noche por el caño de la puente e demandóla por muger. Diérongela e casó con ella con mucha solenidad de todos los d’España. En esta isla fizo Ispant cabeça de toda España e nobleçióla de muchos nobles fechos; e amávala e honrávala sobre todas cosas por amor del dicho Ércules, su tío, e sienpre la llamó la isla de Hércules. Como Ispán ovo casado su fija, dio muchos nobles dones a los otros dos infantes porque estavan malenconiosos e enviólos los más contentos qu’él pudo a sus tierras. / [Fol. 220 v., col. a]

   E tanto amó Ispán este logar, que allí puso su silla real en toda su vida. E después d’esto vivió este rey Ispán muy poco. E por sus vondades fue el más amado omne del mundo de todos los suyos. En el tienpo qu’él reinó en España sienpre ovo buenos años e bien avondados en toda su vida. E morió XXV años después que Ércules fizo la terçera destruiçión en la çibdad de Troya, conplido de sus días, e fue el más llorado prínçipe de todos los suyos, así de mayores como de menores, que se falla por memoria e escritura del mundo, que tales ovo d’ellos que por su muerte se mataron, por no vevir sin él; otros ovo que nunca comieron carne e otros que no vebieron sino agua e otros que vestieron çiliçio e no ropa de color ni de lino e otros que se fueron a los montes [a] fazer vida de salvajes, comiendo yervas por las sierras; otros hubo que tomaron religiones e penitençias e penas estrañas. Fue sepultado en la dicha isla de Cáliz.

    

   Título del reinamiento del infante Pirrus de Greçia e de Iberia, su muger, fija del rey Ispán, e de los buenos fechos e de cómo en el su tienpo fue despoblada toda España porque no llovió en ella en XXVII años

   Muerto este rey Ispán, los españoles tomaron por Rey e señor d’España al infante Pirrus, su yerno, en uno con Iberia, su muger, que fue bueno para los suyos e pobló muchos logares en España e anobleçió muchos de los que avía[n] poblado Ércules e Ispant, su suegro; e las más d’ellas al pie de las grandes montañas, porque se pagaba mucho de caçar venados, espeçialmente de osos. Espeçialmente pobló a Osma, que la llamó Usuna por non-bre [col. b] de los osos que mató allí. E anobleçió las villas que eran so los montes de Aspa, adonde poblaron los fijos de Túbal, segund dicho es, e púsoles de su nonbre los montes Perineos; e fazía allí toda su vida por amor de la dicha caça e lo más al pie de medio.

   E reinando este Pirrus luengamente, a I mil L años antes que Jhesuchristo naçiese vino grand plaga en España porque no llovió en ella en XXVI años continos, por tal manera que se secaron los árboles e los ríos e fuentes de toda ella fasta los dichos montes Pirineos, salvo Ebro; e aquél con tan poca agua que no pareçía que corría. E por esta seca despobláronse todas las tierras de gentes e de animalias e de aves e pasáronse a las partes de allende las mares e non quedó ramo ni yerva verde en ellas. E vino tan grande viento que derribó todos los árvoles, que no dexó ninguno, ca los falló secos, sin raízes; e levantóse tan grande polvo de la tierra, que estaba seca, que levándolo por los aires dezían las gentes comarcanas que Dios destroyera a España por seca e agora que la quemava con fuego, ca cuidavan qu’el polvo era fumo de fuego. E después d’esto tornó a llover en tres años continos de día e de noche e creçieron tanto las aguas que ronpieron por montes e valles e soareváronse muchos árvoles con sus ramas e raízes que yazían derribados del viento, de los quales pareçen oy día en muchos logares en estas montañas porque los ríos d’ellas han ronpido e ronpen de cada día. E çesadas las dichas aguas conplidos los tres años, quedaron todas las tierras en // [Fol. 221 r., col. a] [su] vertud e tornáronse las gentes que d’ellas eran salidas a sus heredamientos e logares. E desde allí en adelante estovo toda España so el señorío e regimiento de los griegos sin aver en ella rey ni señor.

    

   Título de cómo los almonicas arribaron en [E]paña e la señorearon echando d’ella al poderío de los griegos e tovieron el señorío de toda ella en C años y más sin aver rey ni señor entre ellos e de dónde suçedieron e qué logares e tierras poblaron

   Fállase por las escrituras que en tierra de Caldea avía unas gentes que se llamavan almonicas e avían por ley de adorar al fuego. E quando naçía criatura, pasávanla por el [f]uego (573) tres vezes e poníanle nonbre e, quando algunos eran mucho viejos, quemávanlos los fijos e parientes más çercanos en grande fuego con leña seca e dezían que luego se iban a Paraíso; e alçaban los polvos de los huesos en los monumentos en los tenplos como reliquias. E duró esta eregía entre ellos fasta que la çibdad de Roma señoreó a todo el mundo e los fezieron vevir en una ley e destruyeron esta eregía. E muchos d’ellos, por no la dexar, fuéronse con sus mugeres e fijos e faziendas a las islas frías de Asuega e de Noruega e a las otras sus comarcanas, que eran yermas e montañosas, que son en la provinçia de Alemaña, e poblaron allí. E moltiplicando allí, feziéronse grande gente e conquistaron muchas tierras e feziéronse poderosos sin aver rey ni mayor ninguno. E faziendo muchas fustas e grande armada, conquistaron las riberas d’Erlanda e d’Escoçia e de Inguelaterra e, señoreando allí, poblaron muchas de sus gentes en ellas. E creçiendo e moltiplicando, [col. b] fezieron mucho mayor armada e conquistaron las riberas de Flandes e de Françia fasta Vayona de Gascueña; e de allí, gue[r]reando de contino la costa d’España, conquistándola, llegaron en la çibda[d] de La Curuña e quebrantaron con arte el espejo que avía fecho el rey Ispán en la torre de La Curuña, que por él veían los navíos por la mar, en esta manera: enbiaron çiertas naos cubiertas de ramas de árvoles e los que guardavan el espejo, cuidando que era sonbra de algunas islas montañosas, no posieron guardas en la ribera e saltaron a desora en tierra; quebrantáronlo con las vallestas, entraron en la çibdad e pasaron a mayores e menores por espada. E dende fueron a la isla de Cáliz e fezieron eso mesmo en ella e en toda la costa de Galizia e de Portugal e del Andaluzía. E de allí tornaron a La Curuña e reposaron allí de morada. E todas las gentes de España que andavan fuidas por temor d’ellos por las montañas fezieron con ellos pleitesía que los dexasen vevir en sus logares por sus pecheros e que los defendiesen de todas las gentes.

   E así ovieron el señorío de toda España de mar a mar, seyendo comunidad en C años e más. E poblaron muchas tierras, espeçialmente estas çibdades: la çibdad de Panplona de Navarra e la çibdad de Çigüença, que agora se llama Monbriedo, e la çiudad de Córdova e la çibdad de Toledo; e posiéronle nonbre así por dos torres que fallaron allí de dos fijos del rey Ricas, como dicho es, que llamavan al uno Tole e al otro Ledo. E así, la llamaron Toledo. E feziéronla caveça de todo el su señorío que tenían en [E]spaña. E poblaron otras muchas torres. E señoreavan las gentes por áspero e duro señorío e despechándolos demasiadamente.

 

   Título de cómo pasó el señorío de los africanos primeramente en [E]spaña con Amúlcar, su En-perador, / [Fol. 221 v., col. a] de la grand çiudad de Cartago de frica e cómo echaron a los almonicas por fuerça de armas de toda ella e de la causa d’ello

   Contado ha la istoria cómo Cartagena e Cáliz fueron pobladas por la reina Dido de gentes de Cartago e de Greçia, donde ella era natural, e otrosí cómo muchos griegos pasaron en el tienpo del rey Ispán, que poblaron por su mandado en aquellas tierras. E estas gentes enbiáronse querellar a la çibdad de Cartago en secreto del duro e fuerte señorío e sojuçión que de los almonicas sobre sí tenían e que veniesen en [E]spaña e que los ayudarían aver el señorío d’ella, ca más querían ser suyos, pues eran sus naturales.

   D’estas nuevas los africanos fueron mucho alegres, e sobre todos Amúlcar, su Enperador, e porque a la sazón estavan guarnidos para la guerra porque avían fecho paz con los romanos, que estonçes guerreavan con los gálicos, que son françeses. E pasó este enperador Amúlcar con grande armada e gente poderosa a la isla de Cáliz e de allí, con fuerte e cruda guerra contina, dentro de nueve años echaron de toda España a los dichos almonicas, muertos e presos muchos d’ellos; e los que escapar podieron fuyeron por la mar. E puso a toda España so el señorío de Cartago, a mucho plazer de todos los nativos d’ella por malquerençia de los dichos almonicas, lo qual ayudó mucho a esta conquista. Pero Çigüença, que se llama agora Monbriedo, que estava por el Inperio Romano, quedóse por ella.

    

   Título de cómo mataron los de Çigüença al enperador Amúlcar e a todos los suyos toviéndolos çerdados [col. b]

   Señoreando este enperador Amúlcar en [E]spaña, segund dicho es, fue muerto él e todos los suyos por los de Çigüença e sus aliados, toviéndolos çercados, según se contiene en el título de la segunda guerra de Roma e de Cartago de frica. E porque sus fijos d’este Amúlcar eran pequeños, pasó en [E]spaña Asdrúbal, su yerno, e tuvo tres años el señorío d’ella mucho en paz con grande discreçión, sino Çigüença e sus aliados. E matólo un peón suyo a traiçión porque le avía muerto su padre por justiçia.

    

   Título de cómo pasó Aníbal, fijo del enperador Amúlcar de Cartago, en [E]spaña e tomó la çibdad de Çigüença por çerca e conbate e mató a todos los d’ella por la muerte de su padre

   E muerto este Asdrúbal, pasó Aníbal, fijo de Amúlcar, que era de XVIII años, en [E]spaña e çercó la çiudad de Çigüença. E tomóla por conbate e luenga çerca porque los romanos no la podieron socorrer por la guerra que tenían con los gálicos. E pasó mayores e menores por espada e quemó e derribó toda la çibdad por el suelo. E ganó todos los logares que eran sus aliados e otros que estavan rebeldes después de la muerte de su padre.

   E porqu’él avía jurado a su padre que quanto oviese hedad de tomar armas de nunca aver paz con romanos, dexó a sus hermanos Asdrúbal e Magón por capitanes de todas las Españas desenbargadamente e pasó en Italia con poderosa gente, adonde él fizo en XVI años los notables XV vatallas que fue vençedor, segund que se ha contado en la segunda guerra de los romanos e cartagineses.

    

   Título de cómo pasaron los romanos primeramente en [E]spaña, echaron de toda ella a los cartagineses e africanos e ovieron todo el señorío d’ella para el Inperio Romano // [Fol. 222 r., col. a]

   Estando toda España so el señorío de los africanos, los romanos, oviendo acabada la guerra de los gálicos e sintiéndose de los daños fechos por Aníbal en sus aliados los de Çigüença e otros d’España que eran de su parte, enbiaron a Pullo Çipión e a Cornelio Çipión, su hermano. E entre ellos, Asdrúbal e Magón, su hermano, se fizo mortal guerra, en la qual morieron estos dos Çipiones e otros muchos de anbas las partes, (e) todavía fincando España so el poderío de frica fasta que Çipión el Mançebo, que fue llamado Africano, caudillo e capitán del pueblo romano, pasó en la isla de Cáliz e entró por España e echó d’ella a los dichos Asdrúbal e Magón con mucho derramamiento de sangre, segund que más largamente se á recontado en el título de la segunda guerra de Roma e Cartago.

   E después quedó toda España so el Inperio Romano e ovo en ella muchos nobles capitanes d’ellos, que ovieron muchas quistiones e mucho derramamiento de sangre con los naturales e pobladores d’ella por salir de su sujuzión. E los que más en ella fizieron fueron el grand Ponpeo, que la sojuzgó toda e dexó en ella a Franeo e a Petreo, sus criados, e a Sesto Ponpeo e Gueyo Ponpeo, sus fijos, por governadores e mayores d’ella. E después los echó d’ella el grande enperador Julio Çésar e mató en vatalla a los dichos Sesto Ponpeo e Gueyo Ponpeo, que eran sus nietos, fijos de Julia, su fija, e la dexó so el Inperio Romano, segund que se contiene todo esto más largamente en los títulos de las vatallas çibdadanas e vandos del pueblo romano e de sus enperadores e fechos.

    

   Título de la generaçión e linages de los godos e vigodos e estrogodos [col. b] e suevos e unos a alaves e dónde suçedieron e de los grandes fechos que fizieron en los fechos de sus conquistas e vatallas

   Fállase por las istorias generales e antiguas que poco tienpo antes de la terçera destruiçión qu’el valiente Ércules de Greçia fizo en la noble çibdad de Troya quando mató al rey Laumedón, que la señoreava, segund se ha contado en los títulos de los sus grandes fechos, e dizen que al diestro de Asia, en la grand mar que çerca toda la tierra, ay una isla muy grande que se llama Estançia, que dizen que es tanto aquella isla como la terçera parte de Uropa e en aquella isla ay unas gentes como salvajes e que es la más fría de todo el mundo e dizen las istorias que al tienpo que Faraón, Rey de Egito, salió d’ella para conquistar a Asia e la conquistó, ca fue muy grand conquistador, como que alcançó aver, según las istorias lo demuestran, DCCC mil omes de cavallo en sus vatallas e conbates, éste andando en las postrimerías partidas de Asia, dixiéronle d’estas gentes de aquella isla d’Escançia e tomó voluntad de pasar a ellos. Dizen que como aquellas gentes sopieron esto, que le enbiaron dezir por sus mensaxeros que le rogavan que no pasase a ellos, ca eran gentes muy pobres e que oro ni plata no avían para que lo d’ellos levar podiesen e quien a ellos conquistar[a] no ganaría onra alguna.

   E con todo esto él no quiso dexar la pasada ni escuchar sus mensaxeros. E buscó quantos nabíos pudo aver e, fuéndose para ellos, entró en la isla. E como las sus gentes eran muy menguadas por el muy grand camino que fasta allí avían fecho e por falta de vitua-llas / [Fol. 222 v., col. a] e del cansançio, e aun porque todas no las pudo pasar por mengua de navíos, e aun por(que) tener aquellas gentes en poco e porque aquellas gentes de aquella isla eran muy bravas, ca les caía en natura, ca las gentes quanto más arredradas son del sol tanto son más fuertes de coraçón e más menguadas de engenio, e por esto fue vençido este rey Faraón e muertos todos los más que con él allá pasaron. E fuyó como pudo escapar en algunos de los navíos en que avía pasado. E ellos cobraron algunos de aquellos navíos e pasaron en pos d’él e corriéronlo fasta el grand Saxo de Egito e de allí se tornaron para la su isla.

   Mas como suele ser que las bienandanças fazen a los omes mudarles las costunbres, avino así que entre éstos que así salieron en pos del Rey avía dos mançebos muy loçanos que avían sido caudillos de una gran conpaña d’ellos e, desque en la tierra tornaron, feziéronse soberbiosos, atanto que todo el otro común se levantó sobre ellos e echáronlos de la isla. Ellos salieron con sus alcabelas; e dizen las istorias que salieron con ellos fasta DCCC mil personas, omes e mugeres. E al uno d’estos mançebos llamaban Plunio e al otro Escolapio. E en estas gentes que así salieron avía muchas alcabelas, que llaman ellos linages, que se llamavan de diversas maneras, así como godos e vigodos, estrogodos e suevos e silingos e alanos e buándalos e inos e otras muchas generaçiones. E estas gentes tomaron tierra en Siçia, que es la primera tierra que es en la encontrada de la dicha isla d’Escançia, donde ellos [col. b] salieron, e echaron a todos los moradores d’ella e pobláronla por suya. E llamáronla de su nonbre Gostançia. E dizen las istorias que la una partida d’estas gentes que pasaron adelante faziendo sus conquistas e que les acaeçió que ovieron una vatalla con los que conquistaban que morieron todos, así los contrarios como ellos.

    

   Título de cómo e por qué manera fueron levantad[a]s (574) las dueñas amazanas, que fueron mugeres d’estos godos que morieron en [e]sta vatalla e dura el su señorío oy día

   Así muertos estos godos, como dicho es, las mugeres que d’ellos allí quedaron, veyéndose desanparadas en tierras agenas, tomáronse a enterrar los sus cuerpos e armáronse todas con las armas d’ellas e diéronse a pelear con las gentes comarcanas. E fueles bien, ca la más gente de la tierra fuera muerta en la vatalla de los maridos e así quedaron ellas en la tierra. E fiziéronla su probinçia e diéronse a labrar e reparar tierras e villas. E salieron tan guerreras que, defendiendo sus tierras que los maridos tenían, ganaron muchas más, vençiendo grandes prínçipes, como se cuenta en las postrimera e terçera destruiçión de Troya e en el vençimiento e muerte del rey Siro de Persia e de Siria, que ellos vençieron e mataron, e con el grande Ércules en el tienpo de Alixandre e otros grandes fechos. E dizen las istorias que mataron algunos pocos omes que entre ellas avían quedado porque las sus mugeres asoverbiavan con fabor de las otras; e los fijos pequeños que les quedaron enbiáronlos a los otrosgodos, que avían quedado en las tierras de Siçia, como dicho es. E ordenaron de no casar, sino en tres meses del año, que son março e abril e mayo, aver ayuntamiento con los omes comarcanos, traxiéndolos a sus tierras, cada // [Fol. 223 r., col. a] uno con una qualquiera e non con más cada año. E dizen que son de tal natura que se enpreñan en este tienpo como animalias e, si paren fijo, críanlo tres años e enbíanlo a su padre con su señal que les dexan; e si paren fijas, quémanles las tetas derechas para tirar con los arcos, ca todas son arqueras. E ordenaron de sí reinas e duquesas e condesas e cavalleras e escuderas e labradoras con sus eredamientos e pechos e justiçia e regimiento, como los omes en sus reinos.

   E así an durado e duran fasta oy en la Menor India so la señoría del Preste Juan. E son buenas christianas. E muchos christianos llegan en sus tierras que cuentan sus fechos e sus vatallas que fazen seyendo vírgenes, ca no toman omne a menos de XXV años.

    

   Título de los fechos que los otros godos e sus alcavelas, que quedaron en Siçia, que llamaron ellos Gostaçia, fezieron después d’estos fechos de las amazonas e de sus maridos

   Dizen las istorias que los otros godos que eran quedados en las tierras de Siçia qu’ellos avían ganado e poblado, que llamaron ellos Gostançia de su nonbre, quando los otros godos, sus hermanos, maridos de las amazonas, se partieron d’ellos e morieron, según dicho es, que moltiplicaron e ganaron muchas otras tierras en torno d’ellas e que los mejores de todos aquellos linages, que ellos llamavan alcavelas, así como eran godos e visgodos, estrogodos, buándalos, inos, suebos, alanos e otros linaxes e naçiones que con ellos avían salido de la dicha isla d’Escançia con Plunio e Esculapio, sus capitanes, en destierro, segund dicho es, que salieron de aquellas tierras que ganado avían por buscar otras mejores, espeçialmente por las grandes frialdades d’ellas. E por lo mejor poder hazer, (que) posieron en cada unos en sus linajes reyes e duques e condes e cavalleros, escuderos e labradores e ofiçiales, dando a cada unos sus dinidades e despensas, así de lo ganado como de lo de ganar, de todos aquellos que mejor les pareçieron para por ellos se regir. E levaron sus mugeres e fijos consigo. Esparçiéronse todos los dichos linaxes, cada unos con su rey e cavallería e sus aferes, por todas las tierras de Asia e de África e de Uropa, en las quales fezieron grandes conquistas e fechos de armas con sus reyes e cavallerías de alcavelas, como dicho es.

   E quien saberlas quisiere, fallarlas ha en todos los fechos de los Enperadores de Roma e en sus vatallas e fechos. E de todas estas naçiones sienpre fueron superiores aquellos que se llamavan godos, que eran prinçipales de la rodilla de Prunio, que fue uno de los dos sus capitanes, ca el otro, Esculapio, fuera muerto con los otros godos maridos de las amazonas, seyendo mayor d’ellos, como dicho es. E éstos fueron llamados godos por derecho nonbre, porque suçedían del linage de Magot, fijo de Jafed, fijo menor de Noé, e nietos de Got, fijo del dicho Magot, ca estos otros linaxes no se llamaron godos derechamente, sino tocante a ellos, así como lisigodos e estrogodos, vigodos e otros linaxes.

   Estos susodichos godos salieron tan guerreros e valientes e esforçados e avisados en el fecho de las armas e nobles en todos sus fechos que ganaron e conquistaron muchas e grandes provinçias e tierras. E dexando unas e tomando otras por mejores, trabesaron partida del mundo, por donde, sonando la su grande fortaleza e nonbradía, todas las gentes e sus / [Fol. 223 v., col. a] prínçipes les daban las cosas neçesarias, fasta que llegaron so la señoría del Inperio Romano. E seyendo, en el tienpo de los vandos de Roma, de la parte del grand Ponpeo, fueron vençidos con él en la grand vatalla de los Canpos de Emantia de Greçia por Jullio Çésar, como en la su istoria han contado. E morieron allí tantos d’estos godos que en CCL años no ovo en su linaje quien armas tomase para fazer fecho que algo valiese, ca estos godos sienpre fue su costunbre de vençer o de morir por no ser vençidos adondequiera que en vatalla entrasen. E después Jullio Çésar, Enperador de Roma e señor de todo el mundo, e los otros enperadores de pos d’él los preçiaron, conoçiendo su vondad.

    

   Título de los fechos que los godos fezieron contra los romanos después que moltiplicaron contra los romanos e de los sus acaeçimientos e cosas

   En el año del Señor de CDL años, oviendo ya mucho multiplicado estos godos que fincado avían de aquella vatalla de Ponpeo e Jullio e viviendo en las partes de Françia por convençión de los enperadores Onorio e Teodosio, su sobrino, que a la sazón eran en Roma, que les avían dado l[a]s Gali[a]s Góticas en que visquiesen a serviçio de los romanos, oviendo fecho cabeça de su reinado la çibdad de Narvona e no se guardando d’ellos e pasando por los Alpes con su rey Alarico, salió a ellos Estilicón Patriçio, suegro del enperador Onorio, que era de la falsa generaçión de los buándolos, que les tenía los pasos. Dioles por las espaldas e por delante e, como los godos vieron este engaño, esforçáronse como solían. E menbrándoseles de cómo este Patriçio avía otro tienpo muerto malamente a muchos d’ellos con su rey Arradagainso, que estonces entre ellos reinaba, (e) tornaron [col. b] sobre sí, de tal manera que le mataron todas sus gentes e fuyó con pocos de los suyos a poder de cavallo. E después que esto ovieron fecho, tornáronse con grand saña e robaron a toda Lonbardía, que avían ya dexado en paz; otrosí robaron a Emelia e a toda Toscana.

   E después d’esto ayuntó este rey Alarico a todas sus conpañas por se vengar de aquella traiçión e de la muerte de su rey Arredaiso e sus conpañas. E entraron por fuerça de armas la çibdad de Roma e fezieron grande matança en los dichos romanos. E Roma, que solía ser vençedora de todo el mundo, fue vençida e robada de los godos. E fueron allí los godos de grande piedad contra los santuarios de los christianos e contra ellos, aunque no eran christianos, que no les fizieron ningund enojo, ca les dixo este Rey que ellos con los romanos avían la guerra, que no con los apóstoles de Jhesuchristo. E robada e quemada mucho de aquella çibdad de Roma, tomó este rey Alarigo todo el thesoro de los romanos e a Pláçida, hermana del enperador Onorio, que era mucho fermosa.

   E fechos otros muchos grandes fechos, morió de su dolençia en la çiudad de Gostançia. E reinó XXVII años. E porque estos godos amavan mucho este Rey, sacaron el agua de un río de su logar e feziéronle allí noble sepoltura; e tornaron el agua en su logar por que no fuese fallada la sepoltura.

    

   Título del reinamiento del rey Ataúlfo, terçero rey de los godos que sobre ellos reinó, e de los sus grandes e buenos fechos

   E muerto este rey Alarico, los godos alçaron por su rey Ataúlfo, su hermano, que lo pareçía mucho. E así reinando, tornó a Roma e destruyó mucho en ella en toda su tierra. E casó con aquella Pláçida que su hermano avía tomado presa e por amor d’ella dexó a Roma al Enperador, su hermano. E // [Fol. 224 r., col. a] (e) sacó sus gentes para pasar en [E]spaña porque los españoles se le enbiaron querellar que los várvaros los destruían. E fuendo para allá morió de su dolençia en la çibdad de Varçelona. E reinó III años.

    

   Título del enreinamiento del rey Buçillia, IV rey de los godos que sobre ellos reinó e de los sus señalados fechos

   Muerto este rey Ataúldo, los godos alçaron por su rey a Bualia, que fue el IV rey que sobre ellos reinó, que no fue tanto amado d’ellos como los otros porque amava mucho a los romanos e quería más paz que guerra. Este [Bualia] (575) pasó en España por mandado del enperador Onorio e vençió en vatalla en el Andaluzía a los várvaros. E mató e prendió muchos d’ellos e echó los que quedaron toda aquella tierra. E fuéronse a Galizia, que reinavan en ella los buándalos. E fue sobre ellos e vençiólos e mató así mismo muchos d’ellos; e los que escapar podieron pasáronse en África. E morió en Tolosa. Reinó XXII años.

    

   Título del reinamiento Teunderedo, V rey que sobre los godos reinó, e de los fechos prinçipales que fizo (576)

   Muerto este rey Bualia, los godos alçaron por rey [Teodoredo] (577). En su comienço fizo mucha guerra a los romanos e avínose con ellos por tierras que le dieron. E durando estas pa[z]es (578) entre ellos, Atila, rey de los hinos, con atrevimiento de Bualamer, rey de los estrogodos, e de Ardarigo, rey de los gopidas, e de otras muchas gentes de la parte de Agión que lo ovedeçían, començó de guerrear contra los romanos. E entró por los françeses quemando e robando e matando quanto fallava; e él faziendo esto, este rey Teuderendo e los sus godos contra él en ayuda de los romanos e con Patriçio, capitán de los romanos, con to-do [col. b] el su poder de Roma. E así ayuntados, aplazaron vatalla para los canpos catalanos.

   E venieron con este Eçio Patriçio los françeses, los vorgones e los sansones e los ingleses e fueron sobre Orleas e tomáronla. E prendieron en ella al rey Sangibán, que era de la parte de Atila, e leváronlo con todos los suyos e metiéronlos en medio de las vatallas. E el rey Atila, (que) venía mucho malenconioso, pero mucho esforçado por tres cosas: la primera, por las muchas gentes que traía; la segunda, porque los ídulos le dixieron que en aquella vatalla avía de morir el uno de los dos capitanes, sus contrarios; la terçera, porqu’él tenía nuevamente la espada de Lucano, que los gentiles llamavan dios de las vatallas, que gela dio un su pastor que la falló soterrada en el monte, la punta afuera, e creía que con ella sería vençedor, como lo fuera aquel Lucano, ca él gelo avía otorgado.

   E allegados todos en aquellos canpos e se vieron los unos a los otros, todos fueron maravillados e espantados de la muchedunbre de los contrarios e asentaron sus reales e estovieron todos quedos en ellos. E Atila fizo çercar todo su real de todas sus carretas e dexó çiertos logares por donde saliesen a la vatalla.

    

   Título de la grande e maravillosa vatalla que ovieron en los canpos catalanos (e) Siçio Patriçio e los romanos e Teuderedo, rey de los godos, con Atila, rey de los inos

   Otro día de grand mañana salieron todos al canpo, sus vatallas ordenadas, con grand diligençia, así de la una parte como de la otra. E andava el rey Atila como esforçado cavallero esforçando los suyos; e no menos el rey Teuredendo a la su noble cavallería de los godos e así mismo Eçio Patriçio a los sus romanos. E començada fuerte vatalla e cayendo muchos / [Fol. 224 v., col. a] muertos de anbas partes, los godos con ardideza tomaron un poyo que estava en medio del canpo. E con esto las conpañas del rey Atila començáronse a retraer. E como lo vio el rey Atila, metióse entre ellos dando muy grandes vozes e díxoles:

   -Yo só el vuestro rey Atila, vuestro señor, que nunca fue vençido. E no querades que lo sea agora e que vuestros enemigos se vañen en vuestra sangre e en la mía fuendo matando en nosotros.

   E con éstas e con otras muchas palabras, d’ellas de amenazas y d’ellas de falagos prometiéndoles galardones, tornaron con grande esfuerço a pelear. E fue tanta la matança que corría la sangre por los canpos. E dizen las istorias antiguas que no se falla que antes ni después oviese tan ferida ni mortal vatalla. E no çesando el rey Teuredendo de matar e de fer(r)ir en los enemigos, fue ferido de una lança e cayó muerto entre los pies de los cavallos, no lo veyendo los sus godos. E allí se conplió lo que los ídolos dixieron al rey Atila. E morió allí Laderengo, primo del rey Atila. E como los godos vieron su rey muerto, fueron raviosos como lobos fanbrientos, en tal manera que Atila e los suyos ovieran allí de morir, sino que todos se lançaron dentro de sus varreras. E fue allí ferido Turismundo, fijo mayor del rey Teuredendo, de una lança en la caveça; e cayó del cavallo e levantáronlo los suyos. E con esto e con la noche, que era llegada, çesó la vatalla delante las varreras. E quedóse Eçio Patriçio entre los enemigos, que, con la escuridad non lo conoçiendo, se fue con su cavallo a los suyos.

   Otro día por la mañana los godos alçaron por su rey a Turismundo, fijo de su rey Teuderendo, e salieron con él al canpo; e así mismo Eçio Patriçio con los sus romanos. E el rey Atila no quiso salir fuera de sus varreras, faziendo de dentro grandes alaridos, tañiendo tronpe-tas [col. b] e atavales, andando por sus barreras ençima de su cavallo bravo como león e tan alegre como si él oviese vençido, deziendo a los suyos que feziesen en su defensión como cavalleros. E morieron en esta vatalla, que fue tanto nonbrada, III mil omes de armas (579) tomar. E Turismundo quesiendo acometer a los enemigos, aconsejólo Eçio Patriçio que no lo feziese e que se fuese a sosegar su reino que no gelo ocupasen sus hermanos. Esto fizo él a buena fin, por que no matasen los godos al rey Atila, ca después en esto librados no ovedeçerían a los romanos. E salióle al contrario, que lo mataron luego que llegó en Roma los romanos, diziendo qu’él no dexara matar Atila e a los suyos, seyendo enemigos capitales d’ellos.

   E como Atila vio partidos los enemigos, fuese, sus vatallas ordenadas, e començó a quemar e destruir toda tierra de Roma; e destruyérala toda, sino por el papa León, que, venido a ello, amonestó que lo non fiziese e fuese a su tierra. Maravillándose los suyos porque así le ovedeçiera, no seyendo christiano, preguntáronle que por qué lo fiziera. E díxoles que viera estar a cabe sí un omne honrado e ançiano con una espada en la mano que le dixo que si no fiziese lo qu’el Santo Padre le mandaba que lo mataría con ella. E reinó Tenderendo, padre de Turismundo, XIV años.

    

   Título del reinamiento del rey Turismundo, V rey que reinó sobre los godos, e de sus fechos e cosas a él acaeçidas

   E muerto este rey Teuderendo, los godos alçaron por su rey a Turismundo, su fijo, como dicho es, el qual fizo muchos grandes fechos. E seyendo arriano proseguidor de los christianos, oviendo fabla fecha sobre él, matólo a traiçión un su serviente por consejo de su hermano Tenderigo. E reinó III años.

    

   Título del reinamiento del rey [Tenderigo] (580), VI que reinó sobre los godos, que fue el primero rey // [Fol. 225 r., col. a] de los godos que conquistó a España e ovo el señorío d’ella, e de la causa por que lo fizo

   E muerto el rey [Turismundo] (581), los godos alçaron por su rey a [Tenderigo] (582), su hermano, que fue el seis que sobre los godos reinó e primero que conquistó a España. E fue el primero rey de los godos que en ella reinó, en el año del Señor de CDXXIII años. Reinando este Turismundo sobre los godos en las Galias Góticas, enbiáronsele querellar todos los pobladores d’España del rey Requilano, que reinaba sobre los suevos e alanos, que los sojuzgava e despechava con duro señorío, que lo tomarían por señor. E sacando todas sus gentes, vino en Castilla. E venido al encuentro d’él el dicho rey Requilano con todas sus gentes, ovieron su vatalla al río d’Órbigo, que es entre Astorga e Carrión. E después de ser mucho profiada, fue vençido e muerto el rey Requilano e muchos de los suyos. E echó de toda ella a todos los suevos e estrogodos e alanos que en ella eran apoderados. E dexándola por suya, tornó a Tolosa de Françia e conquistó las çibdades de Narvona, que era de los romanos.

   E estando allí, sopo cómo Munisundo, rey de los inos de África, fijo del rey Atila, era entrado en [E]spaña e avía ganado las çibdades de Coinbra e de Lisbona e quería ganar todo lo otro d’ella. E quesiendo pasar a la socorrer, fízolo matar Erarigo, su hermano, a un su serbiente a traiçión, conmo él fizo matar a su hermano Torismundo, e vengó en él Dios su muerte. E reinó XIII años.

    

   Título del reimaniento del rey Ernigo, VII que sobre los godos reinó e el II que reinó en las Españas, e de sus fechos

   Muerto el rey [Teuderigo] (583) los godos alçaron por su rey a Ernigo, su hermano, en la çibdad de Tolosa en el año del Señor de CDXXXVI años. E pasó [col. b] en España e conquistó a Çaragoça e a Panplona, que estavan rebeldes, e destruyó a la provinçia de Cartagena. E tornó a Françia e conquistó a Orleans e a Marsella, que eran de los romanos. E vençió vatalla al rey Rotino de Inguelaterra, que era capitán de los romanos, e mató e prendió muchos d’ellos. E destruyó a toda Vorgoña e otras tierras de los romanos. E en este tienpo fizo grande persecuçión en los christianos, ca era erege arriano, e mató de crueles muertes con muchos tormentos CDLIV religiosos, arçobispos e obispos e fraires e avades veneditos porque no querían ovedeçer la ley de los arrianos. E todo esto les fizo en toda su vida. E morió quando Gustianos. Reinó XIII años.

    

   Título del reinamiento del rey Amalaico, VIII que reinó sobre los godos e el III que reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   Muerto este rey Irnigo, porque no dexó fijo alçaron los godos por su rey Alarico, VIII rey que sobre ellos reinó, III que reinaron en [E]spaña, su sobrino, el qual luego tornó a todos los christianos que Ínigo avía desterrado en todo lo suyo. Tobiendo so el su señorío a todas las Galias e a España, dio leyes en que viviesen, que fasta allí vivían por alvedrío e por arbitro. E fizo otros grandes fechos. E morió reinando XII años; e fue muerto en vatalla por el rey Crodones de Françia.

    

   Título del reinamiento del rey Agisalaico, IX rey que reinó sobre los godos e IV que reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   E muerto este rey Alarico, alçaron los godos por su rey Agisalaico, su fijo vastardo, porque su fijo Amalaico era pequeño, ca ellos no toman rey sinon con la espada en la mano. Era de vaxa sangre de parte de su madre e salió sinple de coraçón e para poco e desventurado en sus fechos e perdieron muchas tierras de los suyos. E morió desterrado de los suyos. E reinó IV años.

    

   Título del reinamiento / [Fol. 225 v., col. a] del rey Amalarico, X rey que reinó sobre los godos e V que reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   Desterrado este rey Agisalaico, los godos alçaron por su rey [Amalarico] (584), su hermano, que era pequeño. E tomaron por governador en su logar a Teuderigo, Rey de Italia, su agüelo, padre de su madre, que era noble cavallero, pero era arriano. En aquella sazón mandó el Santo Padre destruir aquella eregía de los arrianos e en aquel tienpo los godos e los estrogodos e los inos e los alanos todos eran arrianos. Este era uno d’ellos e enbió a dezir al Enperador que no lo fiziese, si no, qu’él destruiría los christianos de España. E por esto mandólos dexar. E reinando XII años en [E]spaña, diole su reino aquel su nieto Amalaico, que era omne conplido, castigándolo cómo se regiese e gobernase, mostrándole las condiçiones que todo rey e grand señor deve en sí aver.

   E reinando este su nieto sobre los godos, oviendo mala vida con doña Cochilda, su muger, porque ella no quería ovedeçer aquella eregía arriana, enbióse querellar a su hermano Childebérit, que era Rey de Françia, e vino sobre él con muchas gentes. E avida fuerte vatalla, fue vençido e muerto este Teuderigo con muchos de los sus godos. E reinó V años.

    

   Título del reinamiento del rey Tenderigo, XI que sobre los godos reinó e VI que reinó en [E]spaña e de sus fechos

   E muerto este rey Amalarigo, alçaron los godos por su rey a Tenderigo, primo de su madre, porque ella lo quiso poner, que avía seido ayo del dicho su fijo en Toscana, por consentimiento de los godos para que reinase sobre los godos con ella. E en el primero año del su reinamiento entraron los [col. b] françeses en sus tierras. E fueron los godos sobre ellos con un caudillo que llamavan Tendisco, que les dieron esta Reina a mala suerte e este Tendero que en uno reinavan. E pelearon con ellos cabo Tarragona e fueron vençidos los françeses e muertos muchos d’ellos. E así vençidos, tomáronles la pasada de los puertos de Jaca e dieron mucho oro e plata por que los dexasen pasar un día e una noche. E quedaron mucha gente menuda, que no oyaron pasar, por presioneros.

   E en este tienpo morió Amalarico, rey de los estrogados, que era hermano d’esta Reina, e, porque no dexó fijos, eredó ella el su reino de Italia. E puso en él por rey a este Tendero, su primo. E reinando anvos en uno en estos reinos, fízola matar malamente por reinar solo, desconoçiendo tanto bien fecho d’ella. E Dios, que es justo, puso en voluntad a un criado d’ella que lo mató con una espada; e era bueno a los christianos. E diole este su criado, faziéndose alvardán, dándole aquel golpe entre todos los suyos. E como se vio muerto, mandó que no le fiziesen ningund mal, ca él tenía bien mereçida aquella muerte por la Reina que matara. E reinó XVII años.

    

   Título del reinamiento del rey Tendisclo, XII rey que sobre los godos reinó e VII que reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   E muerto este rey Tendero, los godos alçaron por su rey a Tendisclo, que fizo muchos malos fechos contra los suyos, espeçialmente adulteriando con sus mugeres e matando algunos d’ellos. E fue muerto en sus palaçios de Sevilla por aquellos a quien avía muerto los parientes por consejo de los grandes todos. Reinó II años.

    

   Título del reinamiento del rey Agila, XIII rey que sobre los // [Fol. 226 r., col. a] godos reinó e VIII que reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   Muerto este rey Tendisclo, los godos alçaron por su rey Agila, que en el primer año de su reinado començó a guerrear a los de Córdova. E por fazer enojo a los christianos fizo ensuziar el sepulcro del mártil Sant Venito faziendo dar de comer a sus cavallos sobre el su altar. E puso sus omes con ellos e volvióseles roído con los de la villa e fueron vençidos él e los suyos e muertos muchos d’ellos e corridos de allí. E por juizio de Dios alçóse contra él un grande omne de los godos en Sevilla, (e) con ayuda de otros grandes, e feziéronse los godos dos vandos. E ovieron una vatalla e fue vençido este rey Agila e muertos muchos de los suyos. E veyéndose dañado, por miedo de los romanos que serían sobre ellos viéndolos en discordia, matáronlo los suyos. E reinó este rey Agila V años.

    

   Título del reinamiento del rey Atanagildo, que fue el XIV rey que reinó sobre los godos e IX Rey d’España, el que se alçó contra él

   E muerto este rey Agila, tomaron los godos por su rey a este Atanagildo que se avía alçado contra él, que fue XIV rey de los godos e IX que reinó en las Españas, que tovo secretamente la fe del Nuestro Señor por temor de los suyos e fue bueno a los christianos. E en el su reinamiento dio un judío con un dardo a un cruçifijo pequeño que falló en una hermita solo e, sacándolo, salió d’él mucha sangre. E atemorizado, por lo encobrir metiólo de yuso de sus ropas e levólo a su casa. E como lo fallaron menos, fueron por el rastro de la sangre [col. b] e falláronlo donde estava escondido. E confesándolo, diéronle muerte con muchas penas e levaron el cruçifixo con grand proçesión. E morió este Rey en Toledo de dolençia. E reinó XIV años.

    

   Título del reinamiento del rey Liuba, XV rey de los godos que reinó sobre ellos e X Rey d’España, e de sus fechos y condiçiones

   Muerto este rey Atanagildo, los godos alçaron por su rey a Liuba. que fue el XV rey de los godos, X que reinó en España, oviendo mucho desacuerdo, no se podiendo acordar en lo poner; pero ayuntados en Narbona, posieron a este Liva, el qual puso por governador d’España a su hermano Leovegildo. Él quedóse en las Galias Góticas e gobernáronse todos por ellos anvos en buen ser, en paz, en justiçia, sin se fazer cosas que de contar sean. E acavados tres años, morió en Galia Gótica. Reinó III años.

  
   Título del reinamiento del rey Leovegildo, XVI rey de los godos e XI que reinó en [E]spaña, e de todos sus fechos

   E muerto este rey Liuba, los godos alçaron por su rey a Leovegildo, su hermano, que fue arriano e mucho perseguidor de los christianos. E conquistó los ducados de Vorgoña e de Savoya e tomó a Cantabria, que es Logroño, e otras villas e mató muchos cavalleros d’ellas que se avían alçado a los godos. E vençió muchas vatallas en fazer esto. E casó a Ermanegildo, su fijo mayor, con fija de Giseberto, Rey de Françia, que era buena christiana; e por ella lo fue este su marido. E porque no lo quiso dexar prendiólo su padre e degollólo por sus manos, estando preso en Sevilla. E ovo vatalla con Andeca, Rey de los suevos de Galiçia, e vençiólo e matólo con muchos d’ellos; e los que tornaron que quedaron tornaron al señorío / [Fol. 226 v., col. a] d’ellos. E ganó la çibdad de León, que estava por los romanos, que fasta el su tienpo sienpre tovieron romanos tierras en [E]spaña. E mató e desterró muchos prelados e religiosos e tomó sus bienes e enrequeçió mucho con ellos.

   E fue el primero rey de los godos que se puso en cátedra e se vistió de paños reales, diziendo que la razón lo requería e otorgava qu’el rey oviese diferençia de sus serviçios e vestiduras de todos los otros omes, así en las buenas costunbres e maneras e obras, ca no pareçía bien andar el vasallo tan bien vestido como el señor, que así como Dios escogió los reyes e los posiera en alta dinidad, que así devían ser escogidos.

   E enfermando de fuerte dolençia e veyéndose muerto, llamó a su fijo Ricardo e díxole:

   -Fijo, sabe que yo só çerca de mi muerte, la qual yo merezco bien, ca yo maté a tu hermano por lealtad de la su fe; e así fize a otros muchos fieles christianos, por que vos ruego, fijo, que, si Dios vos diere estado de rey, que emendedes todo el mal que yo fize en quanto podierdes e tornedes los que yo desterré e les tornedes todo lo suyo e onredes la santa fe de Jhesuchristo e creades a los sus siervos.

   E después que le aconsexó cómo se oviese con sus cavalleros e pueblos, morió en la çibdad de Toledo. E reinó XVII años.

  
   Título del reinamiento del buen rey Ricaredo, XVII rey que sobre los godos reinó e XII que reinó en [E]spaña

   E muerto este rey Leovegildo, los godos alçaron por su rey a Ricaredo, su fijo, en la çibdad de Toledo en el año del Señor de DCC años. E fue firme en la fe de Jhesuchristo e fizo tornar todos sus pueblos a ella. E desfizo toda esta eregía arriana. E reinando él, [col. b] entraron los françeses en [E]spaña, que eran LX mil omes de armas tomar. E enbió sus gentes con su capitán Claodio de Mérida e vençiólos en vatalla aplazada; e fizo en ellos tal matança que no se falla otra tan mortal, sino la de los canpos catalanos. E ovo este rey Ricaredo muchas guerras e vatallas con los romanos e con los gascones por defender sus tierras. E todo lo que su padre tenía por fuerça éste lo tovo por amor. E ganó muchas más e lo mantovo en justiçia e emendó todos los cargos que su padre le mandó. E morió en Toledo de dolençia. Reinó XV años.

  
   Título del reinamiento del rey Bubia, XVIII que reinó sobre los godos e XIII que reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   E muerto este buen rey Ricaredo, los godos alçaron por su rey a Lubia, su fijo, que era asaz moço e pequeño; pero tomáronlo por amor de su padre, lo que ellos no fizieran a otro ninguno. E después de reinando dos años, matólo a traiçión por codiçia de reinar un rico omne que llamavan Urico. E reinó este Lubia dos años.

    

   Título del reinamiento del rey Utirico, XVIII rey de los godos e XIV que reinó sobre ellos en [E]spaña, e de sus fechos

   E muerto este rey Lubia, tomaron los godos por su rey a Utirico, que fue mucho esforçado cavallero en armas, que fue el XVIII rey de los godos e XIV que reinó en [E]spaña, que fue mal dichoso en las vatallas e por ello fizo muchos vergonçosos fechos en su tienpo. E estando en sus palaçios, matáronlo parientes del rey Lubia con sus espadas, como el avía fecho al rey Lubia. Reinó VII años.

    

   Título del reinamiento del rey Endemiro, XIX rey de los godos e XV que sobr’ellos reinó en [E]spaña, e de sus fechos // [Fol. 227 r., col. a]

   E muerto este rey Uritorico, los godos alçaron por su rey a Gundemiro, que en el primero año se le alçaron los gascones. E fue sobre ellos e vençiólos en vatalla; e mató muchos d’ellos e destruyóles mucha tierra. E fue buen christiano e ordenó por todo su señorío que ninguna justiçia ni otro no sacase de las iglesias ninguna persona que a ellas se acogiese. E confirmólo por el Santo Padre Vonifaçio Quinto. E morió de dolençia en Toledo. E reinó II años.

    

   Título del reinamiento del rey Sigubunto, XX rey de los godos e XVI que sobre ellos reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   E muerto este rey Gundemiro, alçaron los godos por su rey a Sisebunto, que fue buen christiano e fizo tornar todos los judíos de su señorío christianos, e más por temor de muerte que por amor, diziendo que ningund rey no deve ver en su tierra gente tan suzia, pues Dios le dio estado de rey. E vençió dos vatallas de romanos. E desfizo una eregía que llamavan de los açefanos e era piadoso. E morió de yerbas en Toledo. E reinó VIII años.

    

   Título del reinamiento del rey Anchila, XXI rey que sobre los godos reinó e XVI que reinó en [E]spaña.

   Muerto este rey Susibunto, los godos alçaron por su rey Anchila, XXI rey de los godos e XVI que reinó en [E]spaña, que fuera caudillo de la cavallería del rey Sisebunto, que era savio en la guerra. E guerreó tanto a los romanos que los echó de todo lo que tenían en [E]spaña, lo que no avía fecho otro rey de los godos. E destruyó a los gascones porque fazían guerra a Tarragona e fízoles fa-zer [col. b] dos çibdades que eran destruidas. En este tienpo apareció en el çielo una cometa con una espada por XXX días e tremió la tierra. E dixieron algunos estrólagos que sinificava que los africanos abrían el señorío d’España. E ovo una vatalla con los romanos, pero no se dize adónde ni quién vençió. E morió de su dolençia en Toledo. E reinó IX años.

    

   Título del reinamiento del rey Sisebundo, XXII rey que reinó sobre los godos e XVII rey d’España, e de sus fechos

   E muerto este rey Anchila, los godos alçaron por su rey a Sisebundo, que fue el XXII de los godos, XVII que reinó en España. E reinó más por fuerça que por grado. E fizo este Rey dos conçilios mucho grandes con el Santo Padre e prelados sobre el fecho e reparo de la Iglesia de Dios. No se falla más de sus fechos, sino que reinó VI años.

 

   Título del reinamiento [de] Çintila, XXIII rey que reinó sobre los godos e XVIII que reinó en España, e de sus fechos

   Muerto este rey Sisebunto, alçaron los godos por su rey Anila, que fue XXIII reyes de los godos e XVIII que reinó en [E]spaña. Fue buen christiano. E no se falla cosas que feziese, sino que fizo muchas limosnas. Morió de su dolençia en la çibdad de Sevilla, faziendo muchos bienes, e reinó IV años.

    

   Título del reinamiento del rey Tulgas, XXIV rey de los godos e XIX que reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   E muerto este rey Antila, alçaron los godos por su rey a Tulgas, que fue XXIV rey de los godos e XIX que reinó en [E]spaña. E reinó asaz moço, lo que no solían usar los godos, pero tomáronlo por sus vondades, que dizen que cavían en él todas las que perteneçían a él, e mucho más a su pueblo. E dezían que Dios gelo avía dado por su bien e, porque morió a poco tienpo, dezían que Dios gelo avía quitado por sus pecados, que dizen los sa-bios / [Fol. 227 v., col. a] que por mereçimientos del pueblo da Dios mal rey o bueno. E fue mucho llorado. E reinó III años.

    

   Título del reinamiento del rey Andasundo, XXV rey de los godos e XX que reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   E muerto este rey Tulgas, tomó el reino de los godos por fuerça e reinó en ellos. E fue el XXV rey de los godos, XX que reinó en [E]spaña. Este fue buen christiano e tovo toda su vida sus tierras en paz e ninguno no avía de menester de tomar armas ni tocar a cosa agena. Éste fizo con autoridad del Santo Padre la Iglesia de Toledo cabeça de todas las d’España. Endereçó mucho en la santa fe católica e desterró a Todisclo, Arçobispo de Sevilla, por erexe, que era greçiano e se fue tornar moro en África. E fizo reinar consigo a Reçisundo, su fijo. E folgó España en su vida sin armas tomar. E morió de dolençia en Toledo. E reinó IX años.

    

   Título del reinamiento del rey Riçisundo, XXVI rey de los godos e XXI que reinó en [E]spaña, e de sus fechos

   Muerto este rey Andasundo, reinó sobre los godos Reçisundo, su fijo, que fue buen christiano, que fizo dos conçilios. En el su tienpo ovo un grande eclise que duró mucho e fue mucho espantoso a las gentes, que pareçían las estrellas en el firmamiento del çielo. En este año entraron los françeses en [E]spaña con grandes poderes. Como lo sopo este Rey, salió con sus gentes por aver vatalla con ellos e, como lo sopieron los françeses, començáronse a tornar. E alcançólos e fizo en ellos grand daño. E morió de dolençia en Toledo. E reinó X años.

    

   Título del reinamiento e discordia que ovo entre los godos sobre quién reinaría en ellos porque este Rey no dexó fijos, sino pequeños, ni los avía de los otros reyes e avía [col. b] muchos que codiçiavan reinar sobre ellos e de las cosas que con los españoles ovieron

   E muerto este rey Reasundo, porque d’él ni de los otros reyes no quedavan fijos de edad para reinar e por no se poder igualar a quién reinaría, ovo mucha guerra entr’ellos. E visto esto por los españoles natibos d’ella, que estavan sogetos de los godos, levantáronse contra ellos cuidándolos echar de toda ella. E fezieron mucho daño en ellos, ca los romanos e françeses los proseguían de su parte. E como ellos vieron esto, reconçiliáronse en uno e fiziéronlo saber a sus parientes a las islas de Gostançia, donde ellos eran naturales, diziéndoles que, si non los socorrían, que avían perdido el señorío d’España e todas las otras tierras que sus anteçesores e ellos ganaran e ellos avían de pereçer todos en sus personas, ca no avían dónde ir.

    

   Título de cómo arribaron en Santoña de Laredo la flota de los godos, que venieron de las islas d’Escançia en ayuda de sus parientes

   En el año del Nuestro Señor de DCCXL años arribaron en Santoña, que es cavo Laredo, una grande flota de navíos con muchas gentes de godos de las islas d’Escançia, que venían en socorro de los godos d’España, (e) sopiendo el trabaxo en que estavan. E como de luengas tierras venían fatigados de la mar, ovieron mucho plazer quando vieron la tierra e aquel monte de Santoña, (e) dando graçias al Señor e a la Virgen Santa María e rogando a todos los santos, las rodillas fincadas, que rogasen por ellos; e por aquello llamaron e llaman aquel monte Santoña. E posaron allí, ca Laredo no era poblada, sino cavañas de ganados en // [Fol. 228 r., col. a] la sierra e choças de pescadores en la ribera. E dixo el que venía en las varcas «lare, lare», deziendo que veía pueblas de lares de fuego, e respondió el de vaxo «ado, ado» e por esto llamaron Laredo, como llaman agora. E saliendo en tierra dixieron «a puerto somos» e por esto llamaron e llaman Puerto.

   E porque allí tomaron tierra primeramente posieron allí una imagen de Santa María que consigo traían con grande proçesión e oro e plata para edificar una iglesia. Dexaron allí a la reina Godina e un obispo con mucho oro e plata para hedificar una iglesia a onor de la Virgen María e d’éstos fue hedificada aquella noble iglesia. E hedificaron estas dos Reina e obispo otras muchas iglesias en Trasmiera e en Bisio, que sellan de la onor de Puerto. E pasados estos godos al sable del salve, dixieron: «a salvo somos». E por eso llamaron e llaman Salve. E salidos ençima de la sierra desenbolvieron su seña e por aquello llamaron e llaman Seña.

   Estendiéronse por la costa conquistando las tierras que eran rebeldes a los godos d’España e, llegando algunas d’estas gentes en Sesto, que es cabo Portogalete, (e) ovieron allí una grande pelea con los pobladores de allí. E morió allí el infante don Falcón, que era grande capitán d’ellos. E sepultáronlo allí e posiéronle a la caveça una grande piedra con letras que dezía e dize agora, que allí está, que dize: «Aquí yaze el infante don Falcón de los godos». Fezieron allí una hermita de Santa María e enterraron allí otros muchos en los canpos, ca estonçes no se enterraban los christianos en las iglesias. [col. b] E después, ronpiendo aquellos canpos para labranças, fallaron los huesos d’ellos.

   E así como iban ganando e sojuzgando las tierras, así poblavan d’ellos en ellas adonde mejor les pareçía, así de los mayores como de los menores. E d’estos godos pobló un cavallero que traía el harón de la flota açerca de Carasa e, faziendo allí su casa, púsole nonbre Velasco, que quiere dezir Velasco el nonbre del harón. E d’este cavallero que allí pobló suçedió de uno en otro el primero de Velasco, que fue poblar a Vijuezes, que es cabe Medina, donde suçeden los de Velasco. Otro cavallero d’estos godos pobló en Rasines de Gebaja, que puso nonbre a su casa Saravia porque la pobló en el camino que le llamavan en su lenguaje Saravia. E d’éste vienen los Saravias de Gebaja. Han por armas hondas de la mar porque venieron por ella. Otro cavallero d’estos godos [pobló] en Urdiales, cabe la villa de Castro, e fizo allí una casa sobre una peña que tenía una cueva devaxo e fundó allí çerca a Sant Martín de Canpijo e a Santa María Madalena. E d’éste venieron los cavalleros de Ordiales. Otro cavallero d’estos godos pobló en Soleta de Gilus, que es entre Trápaga e Retuerto. E de allí suçedió don Galindo de Retuerto, que pobló allí, donde vienen los de Retuerto. E otrosí de allí, de Gilus, suçedió otro que pobló en Mesperuça de Varacaldo, del qual suçedió don Sancho López de Varacaldo, que pobló en Vizcaya muchos monsterios, donde viene su linaje.

   E después que estos godos ovieron cobrado esta marisma, juntados todos salieron a Escrita e fezieron allí su alardo por saber qué gentes eran. E porque se escrevieron / [Fol. 228 v., col. a] allí llamaron e llaman allí Escrita. E pasando por Carrança, aguzaron sus lanças ençima del somo e por esto llamaron e llaman Lanças Agudas. E pobló allí en Aldacueva un cavallero d’estos godos, donde suçedió don Rodrigo Rodríguez de Aldacueva, donde vienen muchos buenos en las Encartaçiones. Otro cavallero d’estos godos pobló en comarca de Arzeniega, que fizo allí su casa. E porque falló allí lobos, que era monte, púsole Villalovos; e de allí suçedió de uno en otro. Fue poblar uno d’ellos a Villalovos de Canpos, que gelo llamaron por el nonbre de acá. E d’éstos suçeden los Osorios de Castilla. Otro cavallero d’estos godos pobló en el valle de Angulo, que es devaxo de la peña que se llama de Angulo. E de aquél suçedieron los cavalleros de Angulo, que poblaron en Oteo, que es salida de la peña, en Losa, donde suçeden todos los del linaje de Angulo. Otro cavallero d’estos godos pobló en La Çerca, que es cave Salinas, e fezieron él e los que d’él suçedieron allí una iglesia e una torre con su çerca e cavas, donde suçedieron e suçeden muchos buenos fijosdalgo en Castilla Vieja. Otro cavallero d’estos godos pobló en Torres, que es cabe Medina, e fezieron él e sus deçendientes una torre e otras cosas, donde suçedieron el linaje de los Torres, donde ha avido e ha muchos buenos fijosdalgo en Castilla Vieja e en otras partes. Otro cavallero destos godos pobló en Salazar, que es en Castilla Vieja, so la Sonsierra, cavo los montes, que poblaron él e sus deçendientes, una iglesia e una torre con sus moradas e çercas, [col. b] de los quales suçedieron e suçeden muchos buenos fijosdalgo en muchas partidas e reinos. Otro cavallero d’estos godos, que era hermano del cavallero que pobló en Salazar, salió de allí e pobló en Tobar, que es cabe Torquemada, adonde suçedieron e suçeden d’él muchos buenos cavalleros e fijosdalgo que son d’este linaje de Tobar. Otro cavallero d’estos godos pobló en Valdeporres, que es en Castilla Vieja, e fezieron allí él e sus deçendientes sus palaçios, de los quales suçedieron e suçeden muchos buenos fijosdalgo e cavalleros. Otros cavalleros e escuderos e gentes menudas d’estos godos poblaron en estas tierras de que no se dexaron memoria.

   E saliendo estos godos de Castilla Vieja e llegando en la Oradada allende Traspaderni, que es aquende de Oña, ovieron allí una pelea con las gentes de las comarcas, que les saltearon allí en aquella angostura. E seyendo ellos vençedores, morieron allí algunos de los buenos d’ellos; e enterráronlos allí e fezieron allí una hermita. E juntados con los otros godos, cobraron todas sus tierras e partieron las conquistas. E non se podiendo acordar a poner rey, enbiaron al Santo Padre que les esleyese rey, enbiándole los nonbres de aquellos que enreinar querían.

    

   Título del enreinamiento del noble rey Banba, XXVI rey de los godos e XXII que reinó en [E]spaña, e de sus fechos e lo que fizo el Santo Padre en su reinamiento

   El Santo Padre, oídos estos mensaxeros de los godos, faziendo muchos ayunos e proçesiones, rogando al Nuestro Señor Jhesuchristo que diese rey a los godos d’España, ovo rebelaçión en sueños so-bre // [Fol 229 r., col. a] ello e, llamando a los mensajeros, les dixo estas palabras:

   -Dezid a los godos d’España que alçen por su rey a un pobre omne que llaman Banba, que aunque es pobre, que es de linaje de reyes godos, que bive por afán de sus manos.

   E que lo fallarían en las partes más vaxas d’España contra la mar e que lo fallarían arando con un buey blanco e con otro vermejo:

   -E que lo tomen por rey, que así plaze al Señor.

   E tornados en Toledo, donde todos estavan juntos esperando su respuesta, e oído por todos, con grand plazer que ovieron enbiáronlo buscar por aquellas partes. E llegando algunos d’ellos en Portogal en un logar que llamavan Idama la Vieja, oyeron de un casar una voz de muger que dixo:

   -Banba, dexad los bueyes e venid a comer.

   E como lo oyeron, fueron para allá e falláronlo arando con un buey blanco e con otro vermejo, como el Santo Padre les dixo. E llegados a él, apeándose de sus cavallos, le dixieron que viniese con ellos a Toledo porque los godos lo querían fazer Rey d’España. Como él oyó aquellas palabras, respondióles como omne entendido, fincando la pértiga que traía en la mano con que dava a los bueyes en tierra, e díxoles:

   -Buenos señores, quando esta pértiga levare flores e fruta seré yo Rey d’España.

   E luego llevó fojas e fruta con flores. Como él esto vio, fincando las rodillas en la tierra, alçó las manos e los ojos al çielo e dixo alta voz:

   -Señor, cúnplase la tu voluntad, que yo presto [só] a te serbir.

   E fuese a su casa e apostó su fazienda; e tomó su muger e fuese con ellos [col. b] a Toledo. E llegados, fue alçado por rey con muchas alegrías por todos comúnmente. E reinando sobre ellos, cobró todas las tierras que perdidas avían en [E]spaña e fuera d’ella. E repartió todos los términos de los arçobispados e obispados de toda España e fizo otros muchos grandes fechos.

    

   Título de las grandes conquistas e fechos que fizo este rey Banba e de cómo le fueron dadas yerbas e, perdiendo el sentido, fue monje

   Reinando este rey Banba, como dicho es, alçáronsele las Galias Góticas e las probinçias de Gascueña e de Catalueña e de Varçelona e de Girona e de Narbona, que eran de los godos. E fue sobre ellos con todos los mejores gentes de los godos e vençió en vatalla [a] Ilírico e a Paulo, sus capitanes; e prendiólos con otros muchos que prendió e mató. E refizo las çibdades que eran dañadas e sosególos a todos al señorío de los godos. E puso en cárçeles perpetuas a estos dos traidores, adonde morieron con asaz pena.

   E tornando con onor a Toledo, sacó sus gentes e fue en Verbería. E ganó las villas de Tánjar e de Çeuta, que eran perdidas de los godos, e fizo la emina de Çeuta. E tomó e quemó CCLXXX naos de aláraves que pasaron en España e mató todas las gentes d’ellas.

   Estando en tal estado, tornando a Toledo diole yerbas Irnigo, nieto del rey Reçisundo. E pedid[o] (585) por ellos, metióse monje en un monesterio de Panpliga. E reinó VII años e vivió otros VII en aquella orden.

    

   Título del reinamiento del rey Irnigo de los godos, que fue XXVII que sobre ellos reinó e XXII que reinó en [E]spaña

   Entrado monje este noble rey Vanva, alçaron los godos por su / [Fol. 229 v., col. a] rey a Ernigo, que le dio las yerbas. Era sobrino del rey Riçisundo. E fállase que, después que a este Irnigo tomaron por rey, oviendo fecho tal traiçión contra tan virtuoso rey, que de aquel día en adelante los fechos grandes de los godos fezieron de mal en peor fasta que se acavaron. E con todo fue buen christiano e confirmó todo lo qu’el rey Banba avía ordenado, pero conçileo ordenado del Santo Padre. Reinó VII años.

    

   Título del reinamiento del rey Egita, XXVIII rey de los godos e XXIII que reinó en [E]spaña

   Muerto este rey Irnigo, los godos alçaron por su rey a Egita, su yerno, casado con su fija, porque no dexó fijo. E dexóla luego, diziendo que no quería aver por muger fija de omne que avía fecho tal traiçión contra su rey e señor. E quería mucho mal de callada a los naturales godos que eran de la sangre real e mató muchos d’ellos en manera de justiçia; e desterró al duque don Favila, que fue padre del rey don Pelayo, que era uno de los prinçipales de la sangre de los reyes godos, ca se temía d’él. E morió de dolençia en Toledo. E reinó XIII años.

    

   Título del enreinamiento del rey Vertiza, XXIX rey de los godos e XXIV que reinó sobre ellos en [E]spaña, e de sus fechos

   E muerto este rey Egita, los godos alçaron por su rey a Vertiza, su fijo e nieto del rey Irnigo, fijo de aquella su fija que Egita dexara. E fue este rey Vertiza mucho loxorioso, que mató con un palo sobre palabras al duque don Favila, que su padre avía desterrado, e tomó su muger, que era fermosa. E díxose que aquello fue achaque de su muerte, pero fue omne de luego piadoso, ca perdonó a todos los que su padre, [col. b] Egica, desterró e dioles todo lo suyo.

   E de los tres años adelante fizo muchos malos fechos, ca desterró al infante don Pelayo, fijo del duque don Favila, qu’él avía muerto, ca se temía d’él. E creçió en él tanto la luxuria desordenadamente que lo [que] fazía oculto fízolo a público. E no se contentando de tener demasiadas mugeres, dio causa a todos los de su reino para fazer lo semejante. E no contento d’esto, dio causa a los ordenados religiosos de fazer otro tanto e más por que no profazasen el su pecado. E daba logar a los ladrones que robasen público. E desterró a Tendefredo, fijo del rey Riçesendo; e temiéndose d’él, sacóle los ojos. E así estado cu[i]dó fazer Acosta, su fijo, sino que se acogió a Roma. E quitó el arçobispado de Toledo a don Senundo e diolo al ereje malvado de Opas, su hermano, que era Arçobispo de Sevilla. E así simentó el diablo su simiente en toda España en el su tienpo.

   E reinando este malvado Vertiza con tales fechos, vino aquel Acosta, fijo del rey Riçisundo, de Roma, donde se avía acogido con algunas gentes, sopiendo la malquerençia que los suyos le avían, e ovo batalla con él. E vençiólo e prendiólo e sacóle los ojos, como él fizo a su padre; e púsolo en presión, donde morió con muchas penas. E reinó IX años.

    

   Título del reinamiento del rey Acosta, XXX de los godos e XXV que sobre ellos reinó en [E]spaña, e de su muerte

   Muerto este rey Vertiza, alçaron los godos por su rey a este Acosta, fijo del rey Riçisundo, que fue el XXX de los godos, XXV que reinó en España. E morió en Córdova, oviendo reinado V años. E así muerto, recreçióse mucho riesgo e contienda // [Fol. 230 r., col. a] entre los cavalleros que allí eran, tomando a sus fijos don Sancho e a don Olier cada uno vando por su rey, ca eran pequeños. E sobre esto se fizo mucho mal en toda España, peleando e matando e robando.

    

   Título de cómo fue alçado don Rodrigo por gobernador de toda España e la çibdad de Toledo por todos los tres estados del reino e del juramento que sobre ello le tomaron e de las otras cosas

   Estando toda España en tanto mal, como dicho es, algunos prelados e ricos omes e ciudadanos fezieron llamamiento general por todas las çibdades e villas e probinçias e ricos omes d’España. E ayuntados en Toledo, veyendo el mal e daño que venía por causa de aquellos cavalleros que estavan en Córdov[a] (586) en vandes peleando cada día sobre el enreinamiento de aquellos fijos pequeños del rey Acosta e veyendo que sin aver rey o mayor que no se podían remediar los daños que d’ello se recreçían e veyendo, otrosí, que los fijos del dicho rey Acosta eran pequeños, (e) acordaron de poner un gobernador por que toda España se gobernase por él fasta que los fijos del rey Acosta fuesen de edad para reinar. E fallaron qu’el más perteneçiente era don Rodrigo, porque era de la sangre de los reyes godos, nieto legítimo del rey Risçisundo, fijo de su fijo legítimo, que reinara este su agüelo en [E]spaña, e lo otro porque era en hedad de XL años e conplido de todas vondades e vienquisto de las gentes mayores e menores.

   E todos de un acuerdo, enbiaron por él con mensajeros honrados. E así venido, estando todos en la grand sala real del alcáçar, levantóse en [col. b] pies un sabio prelado que llamavan Eugenio con un libro en sus manos e dixo estas palabras contra don Rodrigo, faziéndole poner las manos sobre aquel libro:

   -Don Rodrigo, a vos fizo Dios la mayor merçed que a omne que nos podamos saber, porque vos fizo que oviésedes de ser regidor e governador de toda España, que fagades como si fuésedes rey e señor d’ella; e no fue ni es porque sodes vos eredero del reino, mas fue por otra cosa que vos devedes tener por más contento e por más bienandante, ca fue por grado e otorgamiento de todos los d’España. E plega al Nuestro Señor que esto sea a serviçio suyo e pro común de las tierras e onra de todos aquellos que vos esleyeron.

   A las quales palabras don Rodrigo respondió e dixo qu’el plazer de Dios faría quanto ellos le mandasen, que rogava a Dios que le ayudase para los gobernar e regir e defender e guardar para todo serviçio suyo.

   Estonçes se levantó un prelado de santa vida que llamavan Perca, que tenía un libro en sus manos de los Santos Evangelios, e díxole:

   -Don Rodrigo, poned aquí las manos puestas.

   Díxole:

   -Don Rodrigo, ¿vos jurades a Dios e a estos Santos Evangelios que derechamente guardaredes e faredes guardar los derechos d’España e faredes derecho así a los grandes como a los pequeños e a los pobres como a los ricos e quando los fijos del rey Acosta fueren para reinar e gobernar su reino que vos daredes a España aquel que los tres estados d’ella es conplidero para ello, faziéndolos fazer omenaje a todos e vos el primero? E, don Rodrigo, si vos así no lo guardáredes e quebrantardes este juramento que así fazedes, que ira de Dios venga / [Fol. 230 v., col. a] sobre vos e sobre todos los que con vos serán a lo quebrantar, con perdiçión de cuerpos e ánimas e vienes.

   E don Rodrigo lo juró así como él gelo dixo. E luego que lo ovo fecho, todos los que allí eran le fezieron juramento e pleito [e] omenaje por sí e por todos los otros del reino de lo servir e honrar como si fuese su señor. E luego tomó grandes poderes e gentes e fue sobre los cavalleros que estavan en Córdova peleando con los fijos de Acosta a quál reinaría, como dicho es. E como lo vieron benir, juntáronse todos en uno contra él. E después de muchas peleas avidas, fueron muertos e presos todas aquellas gentes e tomados aquellos fijos del rey Acosta. E fizo en ellos criança noble, como a fijos de rey convenía. E gobernó a toda España e todo lo otro que fuera d’ella era de los godos en doze años, mantoviéndola en justiçia, como a todos conplía e eran contentos.

    

   Título del reinamiento del rey don Rodrigo, que fue el XXXI rey que reinó sobre los godos e XXVI que reinó en [E]spaña e postrimero

   Governándose así toda España por este rey don Rodrigo, como dicho es, e conplidos los dichos XII años del su regimiento, no se contentando d’esto, púsole el diablo codidiçia de reinar por sí e, quebrantando el dicho juramento, llamóse Rey d’España. E no ovo en ella fijos de rey ni de su linaje ni los fijos del rey Acosta, que eran ya omes, ni otros algunos de tan sola una palabra le osaron contradezir, ni tan solamente ementar. E reinó III años; e así fue señor e Rey de toda España XV años, en los [col. b] quales acreçentó mucho el señorío de los godos más que otro rey que en ellos reinase. E puso mucho noble casa, tomando a criar todos los fijos de los grandes de su reino. E casó con Diolota, fija del Enperador de Vavilonia, e puso con ella muchas nobles donzellas, fijas de los nobles de sus reinos. E acreçentó mucha cavallería contina en su casa.

   E luego que reinó fue requerido que posiese su candado e çerradura en la maravillosa casa que Ércoles feziera en Toledo, segund lo avían fecho los otros reyes que después d’él avían reinado en España. Él no lo quisiendo fazer, fuese a ella e, a pesar de todos los ofiçiales, quebrantó XXVII candados que los otros reyes en ella avían puesto, deziendo que Ércules por algún grand fecho lo fiziera e la mandara çerrar por que ninguno no gozase ni sopiese de lo de dentro e que lo él quería ver. E entrado dentro con sus secretarios, falló un estelo grande que tenía en sí una puerta çerrada con un candado de oro e letras que dezía en él: «¡O tú, rey que en esta casa entrarás!, no seas osado de entrar en este estelo ni quebrantar este candado». E leídas por él, tanto fue más codiçioso de entrar e ver lo de dentro. E quebrantando aquel candado e entrado dentro, falló una fermosa cámara pequeña e dentro d’ella la figura de Ércules de mármol, mucho sotil obra, armado de todas sus armas e su espada en la mano derecha amenazando con ella, e con su catadura azia la su mano esquierda, en la qual tenía una arqueta pequeña (587) // [Fol. 231 r., col. a] [de una] esmeralda çerrada con un candado de aljófar e letras que dezía en ella: «¡O tú, rey profioso!, no te conbiene más mirar, ca verás cosa de poco plazer». E como él viese aquella fermosa figura, con aquella valentía de tan noble prínçipe creçióle más la codiçia de lo saber e, quebrantando aquel candado, abrió aquella arqueta e falló en ella un paño de seda blanco plegado de muchos pliegues e letras que dezía ençima d’él: «¡O tú, osado rey profioso!, non te atrevas a desbolver este paño, si no, verás cosas de fuertes avenimientos e estrañas maravillas». E con esto lo aquexó mucho más su codiçia, deziendo que allí fallaría lo qu’él deseava de saber. E desenbuelto aquel paño e tendido por la pared de la pequeña casa, falló en la primera tela letras que dezían en griego: «El rey en cuyo tienpo esta arqueta fuere avierta no puede ser que no vea maravillas ante de su muerte, si Ércules, señor de Greçia e d’España, sopo algunas cosas de las que avían de venir». Como el Rey vio esto dixo:

   -En este paño deverá yazer todo lo que yo busco.

   E desplególo todo e falló en él figuras de muchos omes en tocados como alárabes, con sus espadas e vallestas e lanças, con arreo de la gineta, d’ellos a cavallo e d’ellos a pie. E avía letras a desuso d’ellos que dezían así: «En el tienpo que este paño fuere estendido e desbuelto e pareçieren estas figuras, omes que andan así armados e entocados pasarán en [E]spaña e conquistarla han. E pereçerá su rey e todos los mejores d’ellos e otras muchas gentes e abrán el señorío d’ella por largos tienpos».

   Como él esto vio, pesóle mucho, pero encobriéndose d’ello dixo contra los suyos, que vio estar tristes, [col. b] retrayéndole aquello que avía fecho (588):

   -Non creades vos que omne del mundo pueda saber de lo venir, sino un solo Dios; pero si d’Él está ordenado que esto aya de ser, no se podrá escusar de fazer esto que yo fize ni lo que dize que ha de ser.

   E mandólo çerrar e plegar todo como estava e vedó que no lo dixiesen a ninguno.

    

   Título de cómo los aláraves pasaron en [E]spaña reinando este rey don Rodrigo en ella e la conquistaron e fue muerto don Sancho, su sobrino, e después vençido e perdido el rey don Rodrigo e muertos los mejores e conquistada toda de mar a mar y de la causa d’ello

   En el año del Señor de DCC e XX años, quando andava la era de los moros del reinamiento del su falso profeta Maomad XCI años, reinando el rey don Rodrigo, que fue el XXXII reyes que reinó sobre ellos e XXVII que reinó en [E]spaña, pasaron los alaraves en [E]spaña, que les llama(n) Sant Isidro en sus estorias caldeos, por mandado de Ulid, Miramamolín de Marruecos, que era del linaje de Maomad, con cruzada del califa de Valdac, que es entre los moros como el Santo Padre entre los christianos, con Muça e Tarif, sus capitanes, con gentes demasiadas de cavallo e de pie, por consejo e favor del conde don Illán d’Esparteña, que agora se llama La Mancha, que tenía a Ceuta e a Tánjar e otras villas e tierras en África, pasado el Estrecho por el rey don Rodrigo con dos mil cavalleros christianos vasallos del rey don Rodrigo e con sueldo, que los tenía con él guerreando con los moros, que eran nuevamente apoderados con su mala creençia, en defensión de aquellas tierras que juntas con ellos tenía, peleando cada día con ellos, / [Fol. 231 v., col. a] en lo qual este conde don Illán e las gentes que con él eran se avían mostrado tan esforçado e virtuoso cavallero que moros le temían como a fuego ençendido. E la causa que lo movió a esta traiçión contra su rey e señor fue porqu’él se le echó con la Cava, su fija, seyendo donzella de la Reina. E no devía ser tan acaloñado, ca lo tal es pecado mundanal e demás topar en tal eregía contra su Salvador, dándole tal logar a los infieles contra la santa fe católica, aunque se cree querer Nuestro Señor consentir al diablo por tomar vengança de los pecados de los christianos. E no era este Conde del linaxe de los godos, pero era de los Çésares de Roma.

   E pasado con la condesa Flandina, fija del rey Vertiza el Malo, hermano del falso arçobispo don Opas, las quales obraron mucho en este mal fecho, (e) arribaron estos moros en la ribera donde después fue poblada la(s) villa(s) de Tarifa, que ovo este nonbre por aquel capitán Tarif que allí arribó. E posaron su real ençima de la sierra e estovieron allí atendalados por consejo del conde don Julián fasta ver qué fazían los christianos, porqu’él traía allá en la casa del Rey sus varruntes e porqu’él savía que los vernían a buscar, que toviesen su real a su aventanja. E estovieron allí, pasándoles cada día muchas gentes e vituallas e armas e cavallos e cosas de guerra en muchos navíos que tenían.

    

   Título de la primera vatalla que los christianos e los moros ovieron e cómo fueron vençidos los christianos e muerto el infante don Sancho e mucha noble cavallería de los godos

   Savidas estas nuevas de los moros por el rey don Rodrigo e por todos los mejo-res [col. b] d’España, enbiaron a don Sancho, sobrino del Rey, que era mançebo e mucho valiente esforçado cavallero e bien querido de las gentes, con mucha noble gente de cavallo e de pie. E fallaron los moros atendalados en aquella sierra, segund dicho es, que ya savían su venida, e començaron su vatalla, en la qual fue derramada mucha sangre e profiada desde la mañana fasta la noche, en la qual aquel don Sancho fazía cosas maravillosas por su persona en el fecho de las armas. E venida la noche, cada unos se recogieron a sus reales, dexando muchos muertos en el canpo. E otro día por la mañana començaron su vatalla mucho vrabamente sin toda piedad. Estando la vatalla en peso, mataron el caballo aquel don Sancho e, caído con él en tierra, fue muerto peleando mucho con su espada en la mano, como cavallero, con muchos de los suyos que cayeron a par d’él por lo defender. E quedando muerta toda la flor de sus gentes, los otros echaron a fuir derrancadamente e fueron muchos presos e robado todo el canpo con su real.

   E savido este vençimiento, pasó el conde don [Ju]ll[i]án (589) con dos mil cavalleros cristianos qu’él tenía del Rey, como dicho es, en Algezira e, juntándose con los moros, esparziéronse por toda el Andaluzía, robando e matando e quemando e faziendo todo mal en los christianos.

 

   Título de las cosas que dixo e fizo el rey don Rodrigo quando sopo el vençimiento de la vatalla e muerte de don Sancho e cóm él fue con toda su cavallería a la vatalla de Sangonela, adonde él fue vençido e perdido e muertos todos los mexores e perdida toda España

   Savido el rey don Rodrigo este vençimiento e muerte de don Sancho, llorando de // [Fol. 232 r., col. a] sus ojos, alçando las manos al çielo, dixo:

   -¡O Señor Dios!, pues yo veo que a Ti plaze que en el mi tienpo se á de perder España, segund qu’el grand Ércoles dexó escrito en la su casa de Toledo, mejor fuera que yo, viejo desaventurado, moriera enantes que vos, mi sobrino don Sancho, ca vos érades la flor e espexo en vuestra moçedad de todo el vuestro linaje, escogido en todas vondades entre los cavalleros mançebos del mundo en el vuestro tienpo, como la estrella del luzero del alva entre todas las otras.

   E acabadas estas palabras, dixo:

   -¡O viejo cuitado!, ¿qué te faras quando fueres a esta vatalla contra estos infieles? No verás delante de ti aquel esforçado tu sobrino e aquellos nobles cavalleros que con él enbiaste a tomar aquella honrada muerte. Por çierto mejor te fuera ir morir con ellos, pero creo que no plogo a Ti, Señor, que yo moriese antes de ver por mis pecados muchos dolores.

   E no le osando ninguno fablar, entróse en una cámara, de la qual salido acabando sus duelos, salió con esforzada cara; fablando a los suyos dixo:

   -Cavalleros, esto fecho es. E cunple que todos vayamos a la vatalla, como cavalleros a servir al Nuestro Redentor e, si a Él ploguiere, vençeremos e defenderemos la tierra; e si le plaze que muramos, morir, ca no es a la noble cavallería de los godos, después de avidas tantos onores, vevir en servidunbre.

   E salió este rey don Rodrigo en su carro de oro en el mayor triunfo de todas cosas, a la costunbre de los prínçipes de aquel tienpo, que se falla por memoria de los pasados, levando consigo quantas buenas gentes alló en toda España. E continuando su camino, fallóse con los moros en el canpo de Sangonela, [col. b] que es çerca de la çibdad de Xerez, e posieron su real açerca del que tenían los moros, sopiéndolo la venida d’ellos. E reposaron en [é]l quatro días, por reposar del cansançio del camino, e començaron su vatalla domingo por la mañana con vanderas desplegadas. E pelearon por toda la semana, desd’el domingo, que lo començaron, fasta el sábado en la noche, en los quales días los christianos levaron continamente lo mejor escogidamente, recogiéndose cada unos a sus reales, aunque eran muertos muchos de los mejores d’ellos, así de cavallo como de pie, pero de los moros muchos más, en tal manera que los christianos cuidavan otro día ser vençedores, e así mesmo los moros ser vençidos, salvo porque aquella noche fue tratada la traiçión entre el conde don Illán e aquel malvado arçobispo don Opas de Sevilla, su cuñado. E ovieron fabla con los dos fijos del rey Acosta, que tenían cargo de las dos alas de las vatallas del Rey con muchas gentes que les él avía dado, para [que] ellas echasen a fuir, que morería allí el Rey e les darían el su reino, que don Rodrigo les tenía forçado, e fecho d’éstos muchos juramentos de lo conplir.

   E otro día domingo por la mañana, salidos todos al canpo e començada su vatalla e andando el rey don Rodrigo como cavallero esforçado (590) esforçando sus gentes e peleando bravamente por sus manos, como lo avía fecho cada día, estando la vatalla en la mayor priesa, el arçobispo Opas e aquellos dos hermanos echaron a fuir con todas sus gentes. E por aquello e por los pecados de los christianos, echaron todos a fuir. E allí morió toda la flor de la cavallería d’España e fue perdido el rey don Rodrigo, que nunca le fallaron muerto ni vivo, sino que por tienpo fue fallado en Viseo de Portogal un / [Fol. 232 v., col. a] sepulcro grande de piedra e letras en él que dezían: «Aquí yaze el rey don Rodrigo, postrimero rey de los godos d’España».

    

   Título de cómo fue conquistada toda España de los moros después que esta vatalla fue vençida e perdido el rey don Rodrigo e los suyos

   E así vençida esta vatalla e perdido el dicho rey don Rodrigo, como dicho es, fue conquistada toda España en dos meses continos, así como es desde la mar de Cáliz, que es en la mar de Poniente, que es dicha Oçéano, fasta el logar de Vana, que es açerca de Aviñón, que es en la ribera del Ruédano, que entra en la mar de Levante fasta la ribera de Portogal, como la grand mar d’España çerca la tierra, fasta Galiçia e Asturias de Oviedo e a la villa de Gijón, que de allí adelante no pasaron moros. E otrosí se perdieron en África las çibdades de Tánjar e de Çeuta e otras muchas tierras que aquel conde Illán tenía, como dicho es, del qual ni de aquellos otros que fezieron esta traiçión no se falla me moria d’ellos, sino que fueron tornados moros o muertos o perdidos todos, pero no por cosa çierta, sino que se presume ser así, pues no quedó memoria d’ellos, sino del mal obispo don Opas, que lo mataron christianos, como adelante se dirá en la istoria de los Reyes de León. E no quedó en todos estos términos tierra por de christianos, sino la çibdad de Oviedo con sus montañas e Asturias de Santillana e Vizcaya e Guipúzcoa e la çibdad de Vayona, dende a toda Álava fasta la çiudad de Burgos, aunque estonçes no era poblada, sino que allí donde agora es e alrededor avía algunas aldeas que lláman1as burgos.

   E así tovieron estos XXXIV reyes godos el señorío de las Galias [col. b] Góticas e de toda España, desd’el su primero rey, Acasio, fasta este rey don Rodrigo, que reinaron los XXVII d’ellos en CCCXXII años en ella.

    

   Título de cómo la çibdad de Toledo fue vendida de los judíos que en ella vivían a los moros e a Tarif, su capitán

   Dizen los autores que ira de Dios fue en se perder España en dos meses, oviendo en ella tantas fortalezas, espeçialmente Toledo, que con sola mugeres non teme a todo el mundo; pero ésta fue vendida por judíos moradores en ella por que les dexase(n) Tarif vevir en ella, como los dexaban christianos. E como Tarif llegase a ella e viese su fortaleza e cavallería, no lo osando acometer, tornándose a Torgas, que es a VI leguas, fuele llegado un raví con esta enbaxada: que los christianos que más valían en Toledo saldrían el día de Ramos fuera de la çibdad a una iglesia [a] fazer su fiesta, que les echase çelada e, salidos, les tomase la tornada de la çibdad e que se le daría por los de dentro por no perder los de fuera. E así se dio, con tratos.

    

   Título de cómo los moros poblaron a España después que la conquistaron e cómo el Miramamolín mandó levar a Muça e a Tarif con todo el robo que en [E]spaña avían fecho e cómo alçaron reyes por su mandado por quien se governasen

   E así conquistada España, como dicho es, el Miramamolín envió mandar a Muça e a Tarif que le levasen todo el robo que avían fecho en [E]spaña. E fecho por ellos, los moros que quedaron e otros muchos que pasa-ron // [Fol. 233 r., col. a] poblaron por todas las villas e tierras, cada unos a su voluntad. E repartieron sus villas e eredamientos, que fallaban asaz. E por que mejor se podiesen regir e governar, mandóles el Miramamolín que tomasen rey a Vela, su fijo de Muça, para que los governase e recadase los derechos d’ellos para el mesmo Miramamolín. E púsoles una costunbre: que çiudad ni villa no sea dada a cavallero ni fortaleza d’ellas; e que los alcaides sean puestos por los pobladores e que non les sea dado vitualla de mantenimiento más de para un día solo, por que no se alçen con ellas e sean en poder de las çiudades e villas; otrosí de dar a los reyes su mantenimiento de cosas savidas para su comer e vestir e que todo el poder del reino sea en poder de la cavallería e comunidad, como lo fazen agora.

    

   Título del reinamiento de Avelazín, primer rey moro d’España

   Avelazín, fijo de Muça, fue alçado por rey de todos los moros d’España, que era mançevo e esforçado e entendido. E tomó por muger a Diolata, muger que fuera del rey don Rodrigo, porque era fermosa, que estava cativa; e sópose ella traer con él en tal manera qu’él fazía mucho por su consejo e la conplazer e, reinando sobre los moros, era bueno a los christianos cativos por ruego d’ella e por la conplazer. E tenía ella escondida una noble e rica corona que fuera del rey don Rodrigo, su marido. Púsogela un día en su cámara en la cabeça estando solos, deziéndole que era mala costunbre la de los moros en no se coronar sus reyes como los reyes christianos, e paseándose con ella por la cámara remirándose al espejo, deziéndole ella que pareçía mucho fermoso, viole un su serviente moro e díxo-lo [col. b] a otros; e tomando suspençión d’él, diziendo ser christiano encobierto, matáronlo, veniendo de la mezquita, a espadas. Reinó X años.

    

   Título del reinamiento del rey Abit, II (591) Rey d’España de los moros

   E muerto este rey Avelazín, ayuntáronse todos los moros d’España e alçaron por su rey a Avid, que era sobrino de Muça e mançebo e valiente e de mucho buena vida. E no reinó más de VI meses. E pesándoles de su muerte, leváronlo a Córdoba a enterrar.

    

   Del reinamiento de Alaor, III que reinó moro en [E]spaña

   Muerto este Avid, alçaron los moros por su rey Aloor, fijo de Avderramén, que fizo cojer todos los derechos del Miramamolín e, después que fue rey, fuese a Córdova. E reinando como entendido a plazer de todos los pobladores, morió de su dolençia. Reinó II años.

    

   Del reinamiento de Abraén, IV rey que reinó sobre los moros en [E]spaña

   E muerto este Loor, alçaron los moros por su Rey d’España Abraén, que tomó a todos los moros parte de todos sus vienes, deziendo que lo quería dar por Dios a los pobres, e después fizo refazer con ellos todos los muros e castillos que eran derrocados e poblar las villas que eran despobladas; e fizo fazer la puente de Córdova sobre el río. Matáronlo en Tortosa. Reinó XVI años.

    

   Del reinamiento de Avderramén, V rey moro

   Muerto este Abraén, los mo[ros] d’España alçaron por su rey Arravdemén, fijo de Avdalla, que fue manso e de buenas costunbres, que no se falla qu’él feziese cosa señalada. E reinó II años.

    

   Del reinamiento de Omar, VI que reinó moro en [E]spaña

   E muerto este Avderramén, alçaron los moros por su rey a Omar, fijo de Cofed, del qual no se falla cosa que fiziese señalada, sino que morió de su dolençia en la çibdad de Tortosa. Reinó IV meses.

    

   Del reinamiento del Noal, VII rey moro d’España

   Muerto este Omar, alçaron los moros por su Rey d’España a Noal. E no reinó sino dos meses, ca posieron en su logar, quitando a él, Andraca, que reinó sobre ellos. E reinó II años e medio. / [Fol. 233 v., col. a]

    

   Del reinamiento de Andufuçe, VIII que reinó en [E]spaña

   Muerto este Noal e Andruca, alçaron los moros por su Rey d’España Audefer. E reinó poco, ca lo querían mal los moros e matáronlo afogándo[lo] en una alverquia. E reinó VII meses e medio.

 

   Del reinamiento del Maomad, IX Rey d’España

   E muerto este rey Audefer, alçaron los moros por su rey a Maomad, fijo de Leidella, que no reinó sino II meses.

    

   Del reinamiento de Aderrecome Arruque, X Rey d’España

   Muerto este Maomad, alçaron los moros por su rey Avderrecone Alfaquí, que era buen rey. E tomó voluntad de fazer guerra a los christianos e matáronlo sus gentes. Reinó III años.

    

   Título del reinamiento de Avdalmaquí, XI que reinó en [E]spaña

   E muerto este Alfaquí, alçaron los moros por su rey Avdalmaquí, fijo de Tanta, que fue bravo a los moros e púsoles malos fueros en los pueblos. E destruyó toda la tierra de los vascones e de vispares. E así reinó VII años.

    

   Título del enrinamiento de Cobad, XII que reinó moro en [E]spaña, e de la grande matança que en moros fizo el día que en ellos reinó

   E muerto este [Avdalmaqui] (592), alçaron los moros por su rey a Cavat, fijo de Coled. E como fue alçado rey, dixo a todos los que lo avían alçado en el alcáçar que no se fuese ninguno fasta qu’él tornase de una cosa que iba fazer, que luego tornaría. E mandó a los porteros que çerrasen las puertas e que no saliese ninguno ni entrase otro. E llamó a dos cavalleros mucho sus amigos de quien él mucho fiava e díxoles:

   -Bien savedes vos que estos moros ay muchos vandos entre ellos e, pues Dios me fizo rey, por mí vos digo que si yo tan çedo é de aver la muerte como yo he visto morir a estos otros reyes, más me valiera que no fuese rey. Por esto vos ruego que me aconsexedes, que si yo dixiere que no quiero ser rey ensañarse han e matarme han.

   Díxole el uno d’ellos:

   -Pues me demandades consejo, dár-voslo [col. b] quiero. E dígovos, señor, lo que a mí semeja por lo que yo vi venir de los otros reyes: veo yo que todos los reyes moros que en [E]spaña mal morieron después que ella fue de moros no fue por culpa que ellos oviesen; e por eso, señor, mi consejo sería que matásedes todos aquellos que se allí ayuntaron a ser rey, ca ellos no vos alçaron rey por bienquerençia, sino por aprobecharse de vos para fazer sus fechos e, después que vieren que vos no fazedes lo que ellos querrán, contadvos luego muerto e, si los alongades de vuestras poridades, fallarse han mal e no vos podedes guardar que muy çedo no vos busquen la muerte, así como fizieron a los otros que reinaron antes de vos. E catad lo que podedes fazer, qu’el mi consejo éste es.

   Estonçes dixo él al otro:

   -¿E a vos qué pareçe?

   E díxole:

   -Çierto es, señor, que, si vos rey queredes ser, no vos veo ál sino lo que éste dize.

   E estonçes fizo entrar secretamente çiertos vasallos suyos e díxoles que estoviesen guisados de tomar a quien él mandase. E desí mandó ir por todos aquellos qu’él quiso uno a uno e, veniendo, él mesmo los cortava con su espada las caveças. E fízolo tan asosegadamente que no ovo ningund volliçio fasta que fizo todo lo qu’él quiso.

   E después que los ovo muertos, vínose para la casa del consejo, su espada sangrienta en la mano, e díxoles así:

   -Amigos, (e) parad mientes lo que vos quiero dezir: vos bien sabedes que todos los omes del mundo, así los buenos como los malos, son fijos de Adán e de Eva, nuestros padres, pues no dio Dios de mejoría a los unos sin los otros ni fizo reyes ni señores grandes sino por aver de sacar el mal e meter el bien por no dexar las fuerças e los males que se fazen en la tierra. E Dios e los otros quisistes que no oviese de reinar otro e de man-dar // [Fol. 234 r., col. a] los moros d’España, que no creen por el Fijo de María, e que ellos me ovedeçiesen; e pues grand cargo levaría yo ante Dios quando allá fuere yo, si yo este pueblo qu’Él me dio en poder para lo aver demandar no feziese aquello que me semejase derecho. E por que vos sepades que yo quiero levar adelante lo que yo digo, quiero que veades lo que yo quiero fazer en mi carne e en mi sangre porque yo vi que mereçían muerte tales omes.

   Estonçes fizo aduzir todos aquellos qu’él matara, en cuellos de omes las caveças colgadas de los cuerpos. E quando ellos esto vieron, catáronse los unos a los otros e no ovo ninguno que palabra fablase. E estonçes dixo el Rey:

   -Bien, creed que en el mi tienpo quien quisiere fazer derecho e seguir carrera de verdad, éste abrá mucho bien e el mi amor e la mi merçed e aquel que se travaxare de mal e de falsedad no me podrá escapar que no sea muerto o desterrado para sienpre jamás.

   E dixiéronle los que allí estavan que dezía bien e que mandase Dios que así fuese. E después que esto así ovo fecho, fue andar con sus consexeros e començó de fazer mucho bien a los buenos e mucho mal a los malos. E fue mucho buen rey. E sacó muchas gentes e fue sobre Galizia e después sobre Panplona e sobre Navarra, que aún tenían los christianos, e tomólas por fuerça. Éste se fiava de noche e de día en christianos e matáronlo los moros de Tánjar en una vatalla que ovo con ellos porque no querían ovedeçer al señorío de los moros d’España. E reinó IX años.

    

   Título del reimaniento de Çelimique, fijo de Tanta, XII rey de los moros d’España

   E después que fue éste muerto, alçaron los moros por su rey en [E]spaña a Çelimique, fijo de Tanta, que ovo vatalla con los várvaros de Tánjar [col. b] e mató d’ellos muchos. E avínose con ellos e fueron con él a tomar otras tierras que tenían los moros. E entre tanto alçaron los moros d’España por mandado de Miramamolín un su almoxarifa e, como éste vino, matólo por mucho mal que avía fecho. E sobre esto ovo grand vatalla con los vasallos de Miramamolín, que en ella morieron muchos de todos.

   E en este tienpo venieron unas gentes de Tierra de Promisión e dioles este rey Çelemique buenos eredamientos, ca eran muchos e venían mucho ricos, e poblaron muchas vuenas villas e tierras e refizieron otras.

   E después vino sobre Cartajena, que aún era de christianos, e tomóla. E morió de su dolençia. Reinó XIII años.

    

   Del reinamiento de Tartamirán, XIII rey de los moros d’España

   Muerto éste, alçaron los moros por su rey a Tartamirán. E éste se pagava mucho de los de Promisión e fazíales mucho bien porque los fallava de seso. E los várbaros obiéronle mucho grande enbidia e alçáronse todos en un día contra él. E fue este Rey con los de Promisión sobre ellos e ovieron batalla aplazada; e fueron vençidos los várvaros e mató muchos d’ellos. E fue vençida esta vatalla por causa de dos fijos d’este Rey que fizieron grandes fechos d’armas por sus personas. E fue esta vatalla en el término de Toledo sobre el río de Calecante.

   E bínose a Córdova e, quando se falló menguado de sus vasallos, pesóle mucho e porque le dixieron los de su consejo que fiziera mal en se poner tanto en poder de los de Promisión:

   -que son gente mucha e brava e sin ley e sin verdad, que, aunque vençistes, que mal vos vino por ellos e quántos buenos omes avedes perdido por ellos.

   Con esto les dixo / [Fol. 234 v., col. a] el rey que le saliesen de su reino. E como los de Promisión lo sopieron, armáronse todos e entraron en Córdova; e fueron al alcáçar e prendieron al Rey e enforcáronlo e mataron muchos de los suyos. E alçaron por rey de suyo Avelín. E quando los fijos sopieron la muerte de su padre, fueron a Narvona e tomaron mucha gente; e venieron con ellos muchos várbaros e de los atañanes e vénose para Córdova. E ovieron su vatalla e fueron vençidos los fijos del rey Tartamirán e muertos muchos várbaros. E morió luego aquel Rey de Promisión, a VIII días, de su dolençia.

    

   Del reinamiento de Çelobet, XIII rey de los moros d’España

   E muerto éste, alçaron los moros de Promisión a Celebot, fijo de Colome Singrado, de los de la villa de Córdova. E por esto creçía mucha discordia entre los moros d’España e los de la tierra de promisión. E los moros alçaron por su rey a Cuse Erán, fijo de Carrán, e ovo muchas guerras e muertes entre ellos e los de Córdova. Veyendo que España se perdía por ellos, feziéronlo saber al Miramamolín e él envióles un noble cavallero que llamavan Conlomer, fijo de Çolen, con mucha noble gente de allende la mar. E vino a Córdova e acogiéronlo en ella. E fizo buena igua1a entre los várvaros e los de Promisión e entre todos los moros e tomó el poder de todas las villas. E después tomó a todos los christianos d’España la terçia parte de todos sus bienes muebles e raízes e diolo todo a los que venieron con él e quedáronse con él todos. E morió en Córdoba de su dolençia.

    

   Del reinado de [col. b] Avderrame, XVI rey de los moros d’España

   Después que morió este noble cavallero Colomec, alçaron los moros por su Rey d’España Avderramén fasta que oviesen consejo de poner rey sufiçiente. E señoreó tres meses e después alçaron por rey a Juçef, natural de la montaña. E en esto creçió guerra entre los de Egito e los de Alemaña e de Promisión e, acavada su guerra, venieron a España e llegaron d’ellos a Sigüença e çercáronla. E Juçef, el Rey d’España, entró callando en la villa con su poder e salió a ellos una alvorada. E vençiólos e prendió al señor d’ellos e mató muchos d’ellos. E díxose que fue en esta lid de tanta crueldad e tanto profiada que morieron desigual gente antes que se vençiesen. E se dize más: que se apartaron de la pelea CC cavalleros, C por C, a un canpo e, quebradas las lanças, que se ferieron con las espadas e después con los puñales e después con los puños e trabándose de los cavellos.

   E en el tienpo d’este Juçef no llovió dos años en España e derramaron las gentes a las marismas de la mar a vuscar qué comiesen; e mucha de la gente pasaron la mar con la cuita de la fanbre. E a cavo d’estos dos años salió a España el río de Varbaque e regó tanto en ella por graçia de Dios que ovo avasto de viandas. E reinó este Juçef XX años. E matólo Avderramén en vatalla, como adelante dirá.

    

   Del reinamiento de Avderrame, XVIII rey de los moros d’España

   E muerto este Juçef, como dicho es, reinó en [E]spaña [Abderramén] (593), que su fazienda fue así: que un moro villano que se llamava Moaviaque, Miramamolín, que se pagó d’él e tomólo en su casa e casólo con fija de un rey. E muerto aquel rey, reinó él en el su reino. E morió cayendo // [Fol. 235 r., col. a] el cavallo con él fuendo tras una çierva e quedaron d’él dos fijos pequeños. E muerto él, no avía pariente de su padre que d’él se doliese e un amo que los crió levólos al Miramamolín e, menbrándole del amor que avía con su padre, tomólos a criar en su casa como a sus fijos. E fuendo ya creçiendo, pusiéronlos a la escuela. E avía en casa del Miramamolín un estrólogo savidor de las cosas por venir e, como vio aquel menor d’estos dos hermanos, que llamavan Avderramén, tomólo entre todos en los braços e mostrándole grand amor vesólo muchas vezes. E como lo vio Miramamolín, maravillóse mucho d’ello e preguntóle que por qué lo fazía. E díxole aquel savio estrólago:

   -Señor, yo sé por qué lo fago: porque éste será mejor que ninguno e será grande señor e començará muchas buenas cosas a que dará buena çima e d’él abrán miedo e lo ovedeçerán tantas gentes que será maravilla.

   E quando esto oyó Miramamolín, fízolo guardar e fazer más honra que solía. E quando él e su hermano fueron omes, dioles buena cavallería que los aguardasen e fincó su hermano por rey del reino de su padre. Avderrame fincó con Miramamolín e diole aver e vasallos e mandóle ir a todos sus menesteres. E acavó todas las cosas que le envió a toda su honra en grandes fechos como no saber se podría que otro los començase ni acabase. E enbiólo Miramamolín en España, pero que no les tomó casas ni cosas de sus heredamientos , aunque les tomó este Avderramén todas las cosas que los moros avían en Es-paña, [col. b] salvo las villas e el señorío. Començó a guerrear con los christianos e tomó a Véjar e a Ebora e a Santarén e a Lisbona e todo el Algarve e çercó a todos los christianos, en manera que no les quedó villa ni castillo en toda ella, sinon aquellos que se acogieron a las montañas de Asturias. Éste destruyó todas buenas iglesias que los godos fezieron en [E]spaña e quemó todos los cuerpos santos que en ellas falló. E fue omne de mucha justiçia. E ovo muchas vatallas e todas las vençió e metió todos los moros so su señorío. E por su miedo fuyeron los más de los christianos que, soxetos, eran quedados en España a las montañas, donde eran los otros. E muchas vezes venieron sobre él XX mil moros a cavallo e a todos los vençió.

   Este Avderrame fizo muchas buenas cosas en España, ca éste fizo arrefezes que atraviesan los montes e los valles d’España e fizo las buenas calçadas que van de unas villas a otras quando andava la era de los moros, que es del tienpo qu’el falso Maomad reinó. En CLXX años començó abrir los çimientos de la mezquita de Córdova e, aviertos, acavóla en un año, ca tenía todas las cosas prestas con sus mármoles para ella.

   En su tienpo pasó Almançor en España, que era su primo de partes de su madre, que fue en el tienpo de los condes Fernán González e Garçi Fernández de Castilla, que fizo muchos grandes fechos.

   E morió este Avderrame en edad de CLXX e un año e fue sepultado delante el altar de la mezquita de Córdova. E reinó en [E]spaña.

    

   Título del reinamiento de Uzmén, XIX rey de los moros d’España

   Muerto este Avderrame, rei-nó / [Fol. 235 v., col. a] sobre los moros d’España su fijo Uzmén, que ovo muchas guerras con otro su hermano sobre quál reinaría e vençiólo e echólo allende la mar. E fue omne de muchas vondades e de grande seso e pasó por muchos trabaxos, pero a todos dio buena çima. E ganó la çibdad de Çaragosa, que se le era alcada, e mató a Mordache, que la tenía. E destruyó muchos erejes que avía encobiertos en [E]spaña e fue omne justiçiero. E morió. E reinó IX años.

    

   Título del reinamiento de Avdemelique, XX rey de los moros d’España

   E muerto este Uzmén, alçaron los moros por su rey en España Avdemelique, su fijo menor, porque su hermano menor era ido en guerra aliende la mar. E como lo sopo, vino con su gente a España e pelearon anvos muchas vezes; en cavo fue vençido e muerto su hermano Omar e quedó asosegado en su reino. E este fue el primero rey moro que ofiçiales posiese en su casa. E morió en honra e estado. E reinó ( ) (594) años.

    

   Del reinamiento de Avderrame, XXI rey de los moros d’España

   Muerto este Avderrame como su padre, que fue mucho buen rey e crió muchos buenos criados e fazíalos cavalleros e encavalgávalos e armávalos bien, éste fizo los fuertes alcáçares en España e fizo los telares con que feziesen en [E]spaña los finos paños de oro, que antes no avían. Éste traxo las aguas de las altas sierras por caños a las villas. Éste fue el primero moro que en España puso su nonbre en la moneda. Éste dexó las dézimas a los moros quando no las avía [col. b] menester.

   En su tienpo venieron los erexes por la mar en [E]spaña e tomaron a Lisbona e a Cáliz. E fueron [a] çercar a Sevilla e tomáronla. E fueron a Xerez e vino este Rey sobre ellos e vençiólos con mucha menos gente que ellos. E matáronles el Rey e quemavan los que aver podían e destruíanlos todos. E morió este Avderramén al XXII años que naçió.

    

   Del reinamiento de Maomad, XXII Rey d’España

   E muerto este Avderramén, alçaron los moros por su Rey d’España a Maomad, su fijo. En el su tienpo se alçó contra él en [E]spaña un moro que llamavan Omar, fijo de Açer, e lidió con él e matólo en vatalla. En toda su vida no ovo guerra sino con éste. E reinó XXIV años.

    

   Del reinamiento de Amudir, XXIII rey de los moros d’España

   Muerto este Avderramén, alçaron los moros por su rey en España Amudir. E yoguiendo sobre él Mur, fijo de Fuçén, porque no lo quiso ovedeçer (e) tomólo e matólo. E después morió de su muerte. E reinó II años e fue soterrado en el alcáçar.

    

   Del reinamiento de Adela, XXIV rey de los moros d’España

   E muerto este Almir, alçaron los moros por su rey en [E]spaña Adela, su hermano, que fue buen rey. Éste tomó el castillo e villa de Palite, que se le alçó, e mató a todos los que allí moravan. E reinó XXV años e morió de su dolençia.

    

   Del reinamiento del Avderrame por consejo del Miramamolín

   Éste fue omne de grand seso e de grand recaudo e reinó XXV años. E morió en el año de la era de los moros CCCL años.

 

   Del reinamiento de Elenque

   Éste fue mucho noble rey e reinó XV años, que fue tal que nunca rey moro fue tan llorado en toda España de todos comunalmente. E fazían gran derecho, que en el su tienpo no se movía uno con otro. E quando él morió, fincaron sus VIII hermanos pequeños. No se podiendo i-gualar, // [Fol. 236 r., col. a] posiéronlo en mano de dos omes honrados. Ellos fiziéronlo saber al Miramamolín e no se falla que más reinaron moros en [E]spaña fasta el tienpo que andava la era de los moros en CCCLXVI años.

   Estos reyes moros començaron a reinar quando andava el año de la era del falso Maomad, profeta de los moros, que fue perdido el rey don Rodrigo, en VC años fasta el año d’esta era de CCCLXVI años.

    

   Título de cómo los almoades se levantaron contra los aláraves e ovieron el señorío de todo lo que avían

   En el año que reinaba el enperador don Alonso en Castilla se levantaron los moros almoades contra los aláraves. E fue su capitán un moro que se llamava Almoadí e por este nonbre ovieron nonbre almoades. E fue este Almoadí fijo de un ollero e ovo tal saber e poder que mató e desterró a todos los dichos aláraves e ovo el señorío de Marruecos e llamóse miramamolín. E pasó en [E]spaña e echó a todos los aláraves d’ella e ovo el señorío para sí. E muerto este Almoadí, reinó su fijo Almoamar, Miramamolín, sobre los moros d’España. E muerto este Avuamar Miramamolín, reinó su fijo Jucaf Maxfín, Miramamolín. E muerto este Jucaf Moxifín, reinó su fijo Abuamud, Miramamolín. E estos Miramamolines e almoades reinaron en Marruecos.

   Reinando en Marruecos, pasaron en [E]spaña a defender a los moros que moravan en ella, que se les querellavan del daño que reçebían de los christianos. E fazían estos Miramamolines mucho daño [col. b] en ella quando pasavan; e así mismo lo avían fecho Jucaf Magifín e Junes e Bucar, Miramamolines, que fueron aláraves que pasaron en [E]spaña, segund se contiene en los títulos de las vatallas e conquistas d’ellas. Miramamolín quiere dezir «rey de los creyentes» en arávigo.

 

   Título de un moro que llamavan Avenchud, [que] echó a los almoades d’España e ovo el señorío de todos los moros d’ella

   En el año del Señor de mil CLX años, reinando en Castilla el rey don Fernando, que ganó a Sevilla e a Córdova, (e) se levantó en el reino de Murçia un moro que llamavan Avenchud, que venía de los Reyes de Çaragoça. E, con poder de algunos moros (595) que se le allegaron, guerreó tanto a los moros almoades, que reinavan en España, como dicho es, que los echó de toda la tierra que tenían aquende la mar e fue señor de toda ella. Al tienpo qu’el rey don Fernando tenía çercada la çibdad de Córdova, veniéndola acorrer, matáronlo sus moros a traiçión yoguiendo a dormir en Almería e, muerto aquel rey Avenchud, la qual muerte fue causa por que los christianos conquistaron mucho en el Andaluzía, porque todos los moros que logares tenían en el Andaluzía, que fortalezas tenían por este Avenchud, alçaron con ellas llamándose reyes e señores.

    

   De cómo fueron levantados los Reyes de Granada

   En el año del Señor de mil CCXL años, (que) en el tienpo que este rey Avenchucad fue muerto, segu[n]d dicho es, avía un moro en Arjona que dezían Maomad e, porque era mucho vermejo en toda su color, llamávanle los moros Avenámar, que quiere dezir / [Fol. 236 v., col. a] vermejo. E era mucho valiente e ardit e por esto tomáronle los de Arjona por rey en el año del Señor de mil CCXXX años. E porque las çibdades de Granada e de Almería no avían tomado reyes ni señores después de muerte de Avenchud, tomáronlo por rey e señor en este año mesmo. E porque los moros le llamavan Avenámar, que quiere dezir Maomad el Vermejo, tomó las armas vermejas, segund que las han después acá los Reyes de Granada. E reinó en estos logares XLII años.

   E muerto este rey Avenámer, los moros alçaron por su Rey de Granada a Maomad Alamir, su fijo, que fue el segundo Rey de Granada e de Almería e de Arjona. E muerto este rey Maomad Alamir, los moros alçaron por su Rey de Granada a Maomad Avenámar, su fijo, que fue el terçero Rey de Granada. E muerto este Avenámar, los moros alçaron por su rey a Esuaxar, su hermano, que fue IV Rey de Granada. E muerto este rey Çesuaxar, los moros alçaron por su rey a Maomad, su fijo, que fue el quinto Rey de Granada. E muerto este Maomad, los moros alçaron por su Rey de Granada a Jucaf, su hermano, que fue VI Rey de Granada. E reinando este Maomad en Granada, levantóse contra él un moro que se llamava Vermejo e echólo del reino. E reinó en Granada fasta que lo mató el rey don Pedro en Sevilla e después tornó a reinar en Granada.

   Otros reyes ovo en Granada que yo no fallo sus nonbres desd’el tienpo del rey don Enrique Segundo fasta el rey don Enrique [col. b] Quarto, que no sé sus nonbres, salvo que fueron el rey Esquierdo e el rey Chequito e el rey Avenámar e el rey Çerica, que agora reina en Granada.

   E agora torna a contar del linaje de los reyes Marines de Velamarín, donde suçedió el rey Alboaçén, que fue en el tienpo del rey don Alonso.

    

   Título de cómo fueron desatados los almaides de Marruecos

   Su linaje (que) reinaba(n) en Marruecos e en Túniz e en África fasta Montes de Varcas, que pareçen término con Alixandría, por el linaje de los Marines de Ververía. Contado ha la istoria cómo los almoades echaron a los aláraves del señorío de África e d’España, que avían tenido desde la destruiçión d’España fasta aquel tienpo, e de cómo se levantó contra ellos un moro en Almería que se llamava Avenvhuc e los echó de toda España e ovo el señorío d’ella sobre los moros e se llamó rey de los aláraves d’España.

   En este tienpo reinava en Marruecos e en toda la partida de África Maomad, Miramamolín, el que fue vençido en la vatalla de Úbeda, e morió mucho viejo. E después de su muerte reinó Caíd Arraxid, su nieto, fijo de Jucaf, su fijo, que morió antes qu’el dicho su padre, en los dichos señoríos e llamóse miramamolín. E señoreava de África fasta Montes de Varcas, que era del linaje de aquellos almoades, ca aquende la mar no avía señorío porque, quando morió aquel Avenhuc, todos los moros d’España tomaron señores e reyes, segund dicho es. Este Caíd Arraxid tenía sus adelantados en todas sus tierras, que recaudaban sus rentas e fazían la justiçia en ellas por él. D’éstos era uno Gomarança, que era un valiente moro de los aldebedes, que fueron sienpre d’estos almoades. E porque no le recodió bien con sus rentas, çercólo en el castillo de Temezi. E estando atendalado sobre él, salió un moro del castillo por consejo d’él e fuese aquel Miramamolín e díxole qu’él le faría tomar aquel castillo. // [Fol. 237 r., col. a] E andando solo con él a poridad, diole con una lança por las espaldas e cayó luego muerto del cavallo. E salió aquel moro Gomarança del castillo e desbarató su gente. E tomó las gentes, señas e atanbores e tiendas e llamóse Rey de Tremeçén e del linaje d’este Gomarança suçedieron los Reyes de Tremeçén, que eran de los alveedes. E este fue el primero Rey de Tremeçén.

    

   Título de cómo fueron levantados el linaje de los moros Marines e dónde suçedieron e de los fechos que fizieron

   En el reino del Algarve de Verbería eran adelantados por aquel miramamolín Caíd Erraxid dos moros hermanos que eran del linaxe de una mora que llamavan Marín. E como sopieron la muerte del Miramamolín e lo que avía fecho Gomaraçán, ayuntaron las más gentes que podieron e fueron contra los almoades, que venían fuyendo de Gomaraçán al Algarve. E vençiéronlos e mataron muchos d’ellos e tomáronles quanto traían e apoderáronse en toda la tierra del Algarve e de Fez e de Rabatín. E a estos dos hermanos Marines llamavan al mayor Vúcar, que se llamó Rey de Fez, e al hermano menor llamavan Jacob, que fue Señor de Rivate.

   E agora torna a contar de lo que fizieron los almoades que bevían en Marruecos después que sopieron la muerte de su señor, el Miramamolín, e lo que avían fecho Gomaraçán e los cavalleros Marines.

    

   Título de lo que fizieron los almoades que eran en Marruecos quando sopieron lo que avían fecho los Marines

   El linaxe de los almoades que eran en Marruecos, deque sopieron la muerte del Miramamolín e lo que avían fecho los Marines e Gomaraçán, alçaron por rey e miramamolín un moro que dezían Almorada, que era del linaje de los miramamolines almoades [col. b] e pariente çercano de aquel Caíd Arraxid, Miramamolín. E luego que reinó, sacó sus gentes e fue [a] buscar aquellos cavalleros Marines. E ellos juntaron sus gentes e saliéronlo a reçebir e pelearon açerca de Fez con él. E fueron vençidos los almoades e muertos e presos muchos d’ellos. E fuyó aquel Almorcada a Marruecos e no tornó más a buscar a los Marines. E tomaron ellos la villa de Cale e a toda su tierra. En este tienpo tomó Gomaraçán la villa de Sujumença.

   En este tienpo morió Búcar, hermano menor d’estos Marines, e quedaron todas las tierras qu’él tenía con Jacob Avenjucaf e llamóse biejo mayor de los Marines. Este Jacob Avenjucaf fue el que pasó en el tienpo del rey don Alonso al Andaluzía e mató en vatallas a don Nuño de Lara e al arçobispo don Sancho de Toa çerca de Heaja. E después pasó otra vez en el tienpo del rey don Sancho, su fijo, e puso mucha rebuelta en el Andaluzía.

    

   Título de lo que fizo Ludebus contra Almorcada, Rey de Marruecos, su primo

   Reinando este Almorcada en Marruecos, levantóse contra él su primo Ludebus, que era de los almoades, e fuese aquel Beacof Jucaf que lo ayudase e que le daría grand parte en las tierras de Marruecos. E fueron anvos a dos e entraron en Marruecos e mataron aquel rey Almorcada. E fue apoderado aquel Budebus e llamóse miramamolín. E Jacob Bujuças tornóse a su tierra e enbióle dezir que le diese aquella tierra que le avía mandado. E Budebus le respondió que no lo faría, antes que le tomaría las otras qu’él tenía porque perteneçían más a él. E con esta saña, sacó Jucaf sus gentes e llegó a dos días de andadura de Marruecos. E aquel Budebus, Miramamolín, saliólo a reçebir e / [Fol. 237 v., col. a] ovieron fuerte vatalla. E fue vençido e muerto Budebus, Miramamolín, e muchos de los suyos. E este fue el postrimero rey e miramamolín del linaxe de los almoades en Marruecos. E cobró Aveacob Jucaf a Marruecos e a sus tierras e quedaron con los almoades los reinos de Túniz e de Bugia [M]ontes de Varcas, que parten con Alixandría.

    

   Título de la guerra que ovieron este Aveacob Jucaf e Gomaraçán

   Este Aveacob Jucaf no avía por bien que Gomaraçán tenía el reino de Tremeçén e fue sobre él e ovieron fuerte vatalla. E fue vençido Gomaraçán e muertos muchos de los suyos. E tomóle la villa de Sujumença. E después morió Gomaraçán e reinó su fijo Vocaíd en Tremeçén. Morió Aveacob Jucaf e reinó en Marruecos Aveacob, su fijo, en el Algarve e en Sujumença e fue el segundo rey de los Marines.

    

   Título de cómo mató un [alfaquí] (596) al rey Abaacob, su rey, a traiçión

   E reinando este Aveacob en Marruecos, çer[c]ó a Vocaíd, fijo de Gomaraçán, en Tremeçén e tóvolo çercado VII años. E fizo una villa en aquel tienpo cabe Tremeçén. E morió Vocaíd estando çercado e reinó su fijo Beamo, que era fijo de una christiana. E yoguiendo Beacob dormiendo en aquella villa que avía fecho cavo Tremeçén, (e) matólo un alfaquí, su pribado, por consejo de los cavalleros moros más poderosos que con él estaban porque sopieron que tenía estos CCC d’ellos para matar porque se oyó que daban ( ) (597). E muerto Aveacob, mataron ellos ( ) (598) mesturase.

    

   Título de cómo reinó Avotexébid, su nieto, en Marruecos

   E muerto este Avoamo, Miramamolín, en Marruecos reinó Avotexébid, su nieto, un año. E morió en Tánjar e reinó Amorrabe, su hermano, [col. b] que fizo matar a todos aquellos que fizieron matar a su agüelo Aveacob. Morió a dos años que reinó e fue Rey de Marruecos Vocaíd, fijo de Jacob Jucaf, que fue rey de los Marines e en todas las sus tierras, que fue mucho poderoso e morió conplido de sus días. E reinó su fijo Alboaçén en Marruecos e en todas las sus tierras e reinos.

    

   De cómo este Alboaçén çercó al rey Avotegébit

   E reinando Alboaçén en Marruecos, çercó al rey Avotegébit en Tremeçén. Tomólo a cavo de XXII meses que lo çercó e matólo; e con él dos fijos suyos. E ganó aquel reino de Tremeçén. Cercó a su hermano en Sujemança e quemólo e mató a él e a todos sus fijos e llamóse Rey de Marruecos e de Tremeçén e del Algarve e de Susumença. Este Albaçén fue el que pasó aquende la mar en el tienpo del rey don Alonso, que fue vençido en la vatalla del Alado.

   Estos reyes moros todos ovieron muchas guerras con los Reyes de Castilla e de León, segund adelante se dirá.

   Aquí se acava el trezeno libro de los XXV libros que Lope Garçía de Salazar fizo de las fortunas e bienandanças en esta istoria estando preso en la su casa de Sant Martín e comiénçase el XIV libro, en que fabla de cómo fueron levantados los Reyes de León e dónde suçedieron e del rey don Pelayo, su primero rey; e del virtuoso rey [don Alonso el Católico] (599) e de los sus grandes fechos e dichos [e de] otros reyes que d’él suçedieron; e de cómo Nuestro Señor mostró su miraglo sobre las donzellas christianas que levavan en cativerio e de cómo apareçió el apóstol Santiago al rey don Ramiro quando vençió la vatalla de Alvela; e de la vatalla de Ronçesvalles, adonde Vernaldos del Carpio fue en la su muerte, e de los sus nobles fechos; e del rey don [Alonso] (600), su tío, e de los otros que d’ello suçedieron fasta el rey don // [Fol. 238 r., col. a] Remundo, su postrimero rey; e de cómo fueron levantados los Condes de Castilla e de los grandes fechos del virtuoso conde Fernán Gonzales e de los que d’él suçedieron; e de los grandes daños que Almançor en el tienpo del conde Garçi Ferrandes en tierra de christianos fizo e de la su muerte; e de cómo los hermanos de Guevara mataron al infante don Garçía de Castilla e cómo ellos fueron muertos por traidores; e de cómo suçedió en el condado de Castilla el rey don Sancho de Navarra por doña Elvira, su muger, e de sus fechos e muerte; e de cómo doña Elvira fue acusad[a] (601) de aleve por sus fijos e de cómo la salvó don Ramiro, su antenado, e de la maldiçión que dio por ello a sus fijos; e de cómo dio el reino de Aragón a don Ramiro, su antenado, porque la salvó e de todos los fechos acaesçidos en Castilla. En fojas (602).

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   568.- Espacio en blanco en el manuscrito.

   569.- Oçidente, tachado en el manuscrito; B: Oriente, en el margen izquierdo.

   570.- las, en el manuscrito.

   571.- acabadas, en el manuscrito.

   572.- su tío, tachado por un trazo horizontal.

   573.- puego, en el manuscrito.

   574.- levantados, en el manuscrito.

   575.- Ataúlfo, en el manuscrito.

   576.- Este título parece ser obra de otra mano.

   577.- Escrito por otra mano, quien ha anotado algo en el margen izquierdo.

   578.- pases, en el manuscrito.

   579.- de armas, copiado dos veces.

   580.- Turismundo, en el texto; B ha subrayado este nombre y ha escrito a la izquierda de la columna: algunos Tenderigo o Teodorico.

   581.- Tenderigo, en el texto; Turismundo ha sido interlineado por B.

   582.- Tuarismundo, en el texto; Tenderigo ha sido interlineado por B. Hay algo anotado también en el margen izquierdo.

   583.- Turismundo, en el texto; B ha interlineado Teuderigo.

   584.- Agisalaico, en el texto; Amalarico, interlineado por B.

   585.- En el manuscrito se lee pedida por ellos, lo cual carece de sentido en este contexto. Quizá en el manuscrito del que copia Mieres se leyera pedido por ellos o perdido por ellas. También cabe la posibilidad de que el error estuviera ya en Salazar.

   586.- Córdovo, en el mansucrito.

   587.- de una esmeralda, como reclamo al final del folio.

   588.- e díxoles, detrás.

   589.- Inicialmente Illán, pero B lo ha convertido en Jullián.

   590.- cavallero, copiado nuevamente aquí.

   591.- moros, seguidamente, que se repite un poco más abajo.

   592.- En blanco en un principio; B ha escrito Avdalmaquí en el blanco.

   593.- En blanco; Abderramén, escrito en el blanco por B.

   594.- Espacio en blanco en el manuscrito.

   595.- almoades que reinavan, repetido un poco más abajo, tachado seguidamente por el copista, que ha advertido su error.

   596.- En blanco inicialmente, luego B añadió alfaquí.

   597.- Espacio en blanco en el manuscrito.

   598.- Idem.

   599.- Espacio en blanco en el manuscrito. Alonso el Católico, añadido por B.

   600.- Espacio en blanco en el manuscrito, aunque puede leerse la abreviatura de Alonso en letra muy pequeña, obra de otra mano.

   601.- acusado, en el manuscrito.

   602.- El resto del folio 238 ha quedado en blanco. El folio 239 comienza con la vatalla de Roncesvalles, que se ha adelantado, de acuerdo con lo expuesto al final del libro XIII, al surgimiento de los Reyes de León, al reinado de Alonso el Católico y a los dos milagros aludidos. Por otra parte, no se da noticia de los primeros nueve Reyes de León, con los que, probablemente, comenzaría el libro XIV.