Libro XXIV

   [Libro XXIV]

   En el tienpo que Sancho Ortiz Marroquín e Diego Sánchez Marroquín, su fijo, poblaron en Somorrostro, commo dicho es en el título de los linajes, avía unos omnes ganadores comunes, que se llamavan los Galochas, que moravan en Sel de los To-dos [col. b] e en las cortes en la Verena; e avía otros omes comunes semejantes, que moravan en Torres e en la tierra de Sunes e en los Vados e en la sierra, e llamávanse los de la Sierra. Uno d’estos de la Sierra, que llamavan Madroso sobrenonbre, dio una cuchillada en la caveça a uno que se llamava Pachantón [e] era de los Galochas, estando anvos en un veragel de leña posado en la vaera de Musques, por una sopa de pan que le comió de la caldera e saltó a la mar e salió a tierra a nado. E sobre esta ferida acaeçieron entre estos linajes de los dichos Galochas e de la Sierra mucha guerra e muertes e omeçidas e salieron todos mucho guerreros e profiosos e perversos para ser omes comunes. Después, en el tienpo de Diego Pérez de Muñatones, estos de la Sierra començáronse a pegar a él e a doña Teresa de la Sierra, su muger, que era su parienta, commo dicho es, e a sus fijos; los Galochas allegáronse a los Marroquines de Montermoso.

   En el año del Señor de mil CCCXXVII años, oviendo guerra entre Sancho Urtiz Marroquín de Montermoso, fijo de Diego Sánchez Marroquín, e Ochoa Lopes de Gordojuela, como dicho es en el título de sus guerras, seyendo Pero Ferrández e Ruy Sánchez aposentados e casados en Samano, segund dicho es en el dicho capítulo, vino Ochoa López de Gordojuela [a] (1066) Diego Pérez de Muñatones a le demandar ayuda para entrar en Samano en ayuda de los malquerientes d’estos Marroquines, que eran en Samano. Diego Pérez, como era omne entendido e fecho a buena parte e otrosí porque anbas las partes avía en igual grado parientes, no gela quesiera dar, sino por su muger, doña Teresa, que era mucho sovervia, e por sus fijos, que ya querían mal a Marroquines por causa de los Galochas, segund dicho es, e contra voluntad del dicho su marido enbió con él a Diego de Muñatones e a Pero de Muñatones, sus fijos, con muchos de los mejores de Muñatones. Diego Pérez, por quitar aquel roído, enbió a Furtud Sánchez del Muete, que era primo suyo e de los dichos Ochoa López e Sancho Ortiz Marroquín, que vivía en Somorrostro en el Munte, para que fiziese treguas e desviase aquel roído del presente.

   Llegados Ochoa López e los fijos de Diego Pérez a Santullán e tratándose la tregua entre ellos por aquel Furtud Sánchez del Monte e por otros omes buenos e estando los fechos en buen estado, el diablo, a quien pesa de todo bien, apareçió ençima de una peña alta que está sobre Samano e sobre Santullán e llamó // [Fol. 423 r., col. a] a los Marroquines, que estavan en Samano ayuntados, e díxoles a grandes vozes en figura de omne que catasen por sí, que los enemigos iban sobre ellos e que eran llegados a Lemier de Ornoas; luego, en pos d’esto llamó a los Gordojanos e Muñatones, que estavan juntos en Santullán, eso mesmo, que los enemigos iban sobre ellos e que eran llegados a Lamier de Ornoas. E con esto juntáronse todos a una ora en aquel Lamier de Ornoas, que era un llano en medio de Santullán de Somano.

   E començándose la pelea entre ellos, Ochoa López de Gordojuela, no podiendo sofrir el miedo, salióse con todos los suyos por un camino a la lonba e tiró su camino a Setares e a Gordojuela e quedaron los de Muñatones en la pelea; e como eran pocos, fueron luego muertos anbos los fijos de Diego Pérez e otros onze de los mejores de sus parientes a par d’ellos; e era uno d’ellos don Brun, hermano de Ferrero de Varacaldo. E otrosí morió allí aquel Furtud Sánchez del Muente, que, quando vio la pelea travada, ayudó a los Marroquines e mató aquel Diego de Muñatones, que eran mucho valientes, antes qu’él e los suyos acogiéronse a Santullán.

   Por aquello qu’el diablo fabló de aquella peña e en forma de omne, commo dicho es, posieron allí una grande cruz de fierro ençima de aquella peña, que está oy día allí. E esta fue la primera sangre entre ellos vertida, por donde ha durado e dura enemistad e malquerençia.

    

   Título de la contienda que fue entre los de Achega e los de Loredo e de las cosas que entre ellos pasaron

   En esta sazón Diego Sánchez de Achega, fijo vastardo de Diego Sánchez Marroquín, que casó con fija de Ruy Sánchez de la Breña, que era de los Galoches, vino [a] vevir Achega, que era de aquel su suegro, [e] ovo palabras en el conçejo de Santa Juliana con Pero López de Vodovalle, que eran vezinos, e diole Pero López una cochillada en la caveça; e querellóse al Señor de Vizcaya e mandóle pagar por sentençia D sueldos, que corrían por moneda, por la sangre que le sacara. E estas fueron las primeras caloñas que por sangre se pagaron en la Encartaçión.

   Diego Sánchez tomó aquellos D sueldos e púsolos en un paño de lino en una arca çerrada e topó un día ençima de las veneras con aquel Pero López de Vodovalle, que iba solo e el otro con conpañía, e diole con [col. b] una lança del varapalo por ençima de la caveça e fízole grande llaga; e fue se querellar al Señor de Vizcaya e mándole pagar D sueldos. E él levava los que le avía pagado e sacólos en su paño. E díxole delant’el Señor:

   -Cata aquí los que tú me pagaste a mí. E agora somos quitos.

   E rióse el Señor mucho d’ello e por esta causa se fizo Diego Sánchez enemigo de los de Muñatones, e los moriscados con él.

    

   Título de cómo los Muñatones çercaron la torre de Arteaga e de la muerte de Pero Gil Lonpias e de otros

   Continuándose esta guerra entre los de Muñatones e Marroquines, çercaron los de Muñatones aquella casa de Achoga e mataron d’ençima d’ella con una esquina a Pero Gil de Vañares e [a] (1067) doña Teresa Sánchez de Vañales, hermana de Diego Pérez de Muñatones, e ovo muertos e feridos de anbas las partes. E fue allí ferida doña Inés, fija de Diego Pérez de Muñatones, de una saeta por sobre la natura, seyendo donzella, e no ovo peligro; e después la casó su padre con Juan López de Salazar, que era Prestamero de Vizcaya e de la Encartaçión por Lope Garçía, su padre, por que lo ayudase (a) contra los Marroquines, el qual mató muchos d’ellos por justiçia, segund adelante se dirá.

    

   Título de cómo los Marroquines mataron en Sant Martín de Ontón çiertos omes de Muñatones en una çelada

   Después d’esto echaron los Marroquines de Samano una çelada en el monte sobre Sant Martín de Ontón e enbiaron corredores a La Estandizal, que es cavo Ardillas, un domingo que estava la gente en Talavina allegados. E como los vieron, no acatando a otro peligro, corrieron en pos d’ellos e metiéronlos açerca de la çelada; e salieron a ellos e corriéronlos. E mataron allí a Pero López de la Sierra e otros tres omes buenos de Muñatones. E allí se avarcaron Ferrero de Varacaldo e Sancho Ortiz Marroquín de Montermoso e cayeron en tierra [e] se dieron cada diez golpes con los cochillos so la iglesia de Sant Martín de Ontón. E llegándoles el apellido de Somorrostro, (e) recogiéronse cada unos a sus logares.

    

   Título de cómmo los de Muñatones mataron a çiertos omes de Marroquines en Villaverde en çelada

   En este tienpo entraron los de Muñatones en Villaverde e mataron en las Varzenas algunos Marroquines e ferieron otros e, saliendo el apellido tras ellos, saliéronse en salvo a Pedredo. E sopiendo los Marro-quines / [Fol. 423 v., col. a] de Samano cómmo eran salidos alguna parte, entraron de noche en la torre de Achega e otro día corrieron a las Carreras e a Sant Martín. E ençerráronse las viejas con Juan López en la su casa, ca los mançevos todos eran idos, e ferieron algunos omes, pero no morió ninguno.

    

   Título de cómo los Marroquines mataron en Aneçaga de Varacaldo a Sancho de Cordillas e a otros de Somorrostro

   En el año del Señor de mil CCCLX años echaron una çelada los Marroquines de Salzedo e Martín Sánchez de Susunaga el Viejo e sus parientes, que eran estonçes Marroquines, ençima de Ameçaga sobre tapia e dieron salto en Retuerto. E echaron el apellido a Somorrostro e salieron todos a Sacalla; e algunos más mançevos alcançáronlos e metiéronlos en la çelada e salieron a ellos. E mataron allí a Sancho de Cordillas, nieto de Pero Sánchez Porra de Muñatones, e a Martín Pérez de la Carrera e a Farjao el Moço e fuéronse a Lacavex.

    

   Título de cómo Juan López de Salazar, Prestamero, enpozó en Salzedo a Juan Marroquín e a otros XII omes de Marroquines

   En este tienpo d’esta guerra, que casó Juan López de Salazar con la dicha doña Inés, fija de Diego Pérez de Muñatones, seyendo prestamero, salió una noche de Vilvao e çercó en una casa en Güenes a Juan Marroquín, fijo vastardo de Sancho Ortiz Marroquín, con XIV omes açotados e, conbatiéndolos, dixieron que se le darían a presión con condiçión que los posiese ante don Juan, que así se llamava el Señor de Vizcaya. E él prometiólos de los poner ante don Juan sanos e vivos e tomólos e llevólos allí, a la iglesia de Güenes, e púsolos delante un clérigo que avía allí, que era onrado omne e llamávanle don Juan, e díxoles:

   -Catad de vos aquí delante don Juan, como vos prometí.

   E commo ellos esto vieron, dixiéronle que delante don Juan, Señor de Vizcaya, los avía de poner, que no delante aquel clérigo. E díxoles qu’él ni ellos no ementaran al Señor ni a otro, sino a don Juan, e qu’él ante aquél los ponía; e que se confesasen, ca él quería conplir la sentençia e justiçia sobre ellos. E enpozólos a todos XIV en aquel río de Güenes.

    

   Título de cómo este Juan López de Salazar, prestamero, derribó la torre de Achega por el suelo [col. b]

   Después d’esto salió una noche de Durango con la luna e amaneçióle a las puertas de la torre de Achega. E como los moços abrieron las puertas para salir e escorrir el ganado, entró dentro e falló çiertos açotados; e quemó e derribó la dicha casa e enpozó los açotados.

   Estos e otros muchos daños fizo este Juan López de Salazar con su ofiçio de la prestamería en los dichos Marroquines en ayuda de los Muñatones.

    

   Título de cómo Juan López de Sant Pelayo metió los Marroquines en Somano, que eran muchos

   En esta sazón, seyendo los Marroquines mucho desgastados e apretados en Samaño por los de las Cuevas e de Otanes e del Río e por acá por los de Muñatones e no lo podiendo soportar, salieron de Samano e fuéronse a Juan López de Salazar de Sant Pelayo, que valía mucho aquel tienpo; e tomólos e entró con ellos en Samano con sus parientes e púsolos en sus casas. E estando los de Muñatones en Santullán, que ya Diego Pérez e los fijos eran muertos, sino Juan Peres, el menor, que era el mayor, e Juan López de Salazar, que eran idos en ayuda de los de Otañes, e Juan López de Sant Pelayo en Samano con los Marroquines, tratándose treguas entre ellos, topó Ruy Sánchez Xabata con Juan de Salazar, fijo de Juan López e de doña Inés, que era moço de XII años, e prendiólo; e llevándolo preso, començó a llorar entre la gente. E como lo vio Ruy López de Retes, conoçióloque era su pariente, e díxole:

   -¿Qué es, Juan?

   Respondióle que le querían matar e dixo Ruy López que pesase al mundo, porque ellos eran allí venidos contra su naturaleza e les querían matar delante el fijo del hermano de su señor. E llegando en palabras, llegó Juan López de Sant Pelayo; e como lo vio el sobrino, metiósele entre las piernas con el temor. E commo lo vio llorar, díxole:

   -¿Qué as, sobrino?

   E dixo:

   -Señor, quiérenme matar estos Marroquines.

   E como esto oyó, dixo con grand malenconía contra Ruy Sánchez, que lo avía prendido:

   -Ruy Sánchez, si vos queredes que yo vaya con buen galardón de aquí, matad vos a este Juanico, mi sobrino, e matarán en Santullán a Lopico, mi fijo, que está con Juan López, mi hermano.

   E ensañándose mucho, enviólo a su padre. E juntáronse los dos hermanos e fezieron treguas por un tienpo e quedaron los dichos Marroquines asosegados en // [Fol. 424 r., col. a] sus casas, dexándolos ellos en ellas por suyos.

   Dende a poco tienpo se fueron estos Marroquines a Pero de Velasco, que privava por el rey don Pero, dexando a este Juan López; e olvidando el bien fecho, fueron después en la su muerte, como dicho es. En esta sazón ya eran desatados los de Achega; ellos quedaron tornados a Muñatones.

    

   Título de cómo fue levantada la enemistad entre las casas de la Sierra e de Sant Martín, seyendo sus dueños primos

   Continuándose esta guerra entre los de Muñatones e Marroquines, morió Juan Pérez de Muñatones, que era mayor de los de Muñatones, e quedó Ochoa de Muñatones, su fijo, pequeño de tres años, en poder de doña Mençía, su madre, e de Pero Ferrández de la Sierra e de Juan Sánchez de Salazar, sus primos.

   E levantáronse en esta sazón en el conçejo de Sant Julián de Musques Sancho de la Sierra, fijo de Martaco de la Sierra, e Garçía de la Rigada, fijo de Ferrando de la Rigada, que fueron dos omes sinples e ganadores que no curavan de fecho de las armas. E estos dos sus fijos diéronse desde moços a las plaças e a las armas e fueron esforçados e para toda cosa. E tomaron entençiones el uno contra el otro e apartaron parentelas, el uno de la Sierra e el otro de la Rigada. E oviendo algunos roídos e feridos, allegóse el [Sancho] de la Sierra a Pero Ferrández de la Sierra, que vivía en Portogalete, e Garçía de la Rigada a Juan Sánchez de Salazar, de Sant Martín; e porqu’el mayor era pequeño, fízose el solar dos partes. E porque doña Mençía se mostró parte con los de la Sierra, no quedaron sino Ochoa de Valle e Ochoa de Loredo e Rodrigo de Loredo, su hermano, e Juan Ibáñez de Retuerto e Ínigo Sánchez, su hermano, de los escuderos señalados, e aquel Garçía de la Rigada con el dicho Juan Sánchez; pero como él era mucho onbre en todas cosas, dávales qué fazer, aunque todos los otros eran con la casa de la Sierra.

    

   Título de la mala muerte de Garçía de la Rigada e de lo que conteçió a los que la fizieron e ordenaron [col. b]

   Durando estas entençiones entre todos estos e aún no fuendo sangre vertida, mataron Juan del Vado e Farjao, que eran dos omes mançevos, a Garçía de la Rigada, seyendo sus criados, a traiçión, por mandato e dádivas de doña Mençía de la Sierra e de Pero Ferrández de la Sierra e de Sancho de la Sierra, comiendo su pan, estando un viernes en Retornaire a pescar serranos para çenar porqu’él morava en Poveña, dándole de las lanças e por las espaldas. E saltando a la mar e andando nadando, seguráronlo, diziendo que se repentían; e saliendo a ellos, cortáronle la caveça. E fueron açotados e desterrados [e] aquellos que ordieron esta muerte morieron malas muertes: el Sancho de la Sierra de armas e doña Mençía sin confesión e Pero Ferrández enpobreçido mucho.

    

   Título de cómmo morió Ínigo Sánchez de las Cuebas en la pelea de la Madelena en Somorrostro

   Seyendo esta guerra mucho afincada moriendo algunos omes de cada parte, estando este Juan Sánchez mucho afincado de todo el solar, espeçialmente de Sancho Garçía de Loiçaga e de todos los de Sopuerta e Galdames e de otros muchos e de Furtud Sánchez de Murga, estando desafiados, vino Ínigo Sánchez de las Cuebas e Lope Garçía, su hermano, con sus parientes en ayuda de Juan Sánchez e travaron pelea con los de la Sierra en la Madalena. E levándolos de vençida, vino Sancho Garçía de Otanes e los del Río por la Çendeja (e) a la Torrezilla e diéronles en las espaldas e fueron vençidos Juan Sánchez e los suyos. E mataron allí a Ínigo Sánchez de las Cuebas e a Licaro e a Tenorio, sus sobrinos, con él, seyendo estos de las Cuebas e de Otanes un linaje, e recogiéronse a la casa de Sant Martín.

    

   Título de cómo se iba Juan Sánchez de la tierra e de cómo se tornó e defendió por favor de Juan Sánchez

   Siete años estuvo este Juan Sánchez de la Sierra travajado e ençerrado en la casa de Sant Martín, desafiado de todos, con XIII o pocos más omes, no oviendo socorro de ninguna parte. E veyéndolo así apretado, desafiáronlo por el solar de Butrón e por los Çamudianos e por los Marroquines e por Giles e Negretes a fin de lo çer-car. / [Fol. 424 v., col. a] Eran mayores d’este fecho Pero Ferrández de la Sierra e doña Mençía, que Ochoa, su fijo, era moço, e Sancho Garçía de Loiçaga e Furtud Sánchez de Murga e Pero López de Sant Martín.

   Con este temor dexó en su casa a doña María Sánchez, su muger, e a Juan López, su padre, que era ya de CXX años, e salió de casa una alvorada. E llegado a las Carreras para se pasar a Vizcaya, una moçuela que guardava puercos saliósele uno de con los otros e díxole:

   -¿Adónde vas? Torna acá, si no, en ora mala irás, no veyendo a ellos.

   E como los omes de aquel tienpo eran agoreros, díxole Martín de Camanço, que era un escudero viejo criado de su padre, que era mucho agorero, mirando e pensando en aquellas palabras que dixo la moçuela:

   -Juan Sánchez, tornad a vuestra casa, si no, nunca en ella tornaredes, que tales agüeros avedes.

   E con estas palabras e otrosí porque se le fazía mucho de mal dexar así la tierra, con acuerdo de los que con él iban enbiaron de allí a Juan Ibáñez de Varacaldo a Juan de Sant Juan de Avendaño, que era noble cavallero e poderoso, que lo tomase por suyo e que lo desçercase, si (des)çercado fuese, e tornóse a su casa.

   E Juan Ibañes llegó al dicho Juan de Sant Juan a Urquiçu e díxole su mensaje de parte del dicho Juan Sánchez, que le pedía por merçed que le tomase en su casa e lo desçercase, si menester oviese. Respondióle qu’él lo tomava en su casa e que se toviese tres días e que al quarto él sería con él e lo desçercaría con ayuda de Dios, a pesar de todos sus malquerientes. E Juan Ibáñez le rendió muchas [graçias] (1068) e díxole que bien se tenerían XX días, e XXX, si neçesario fuese.

   E con este esfuerzo se reparó en su casa e desafió a los de la Sierra por el dicho Juan de Sant Juan; e más: por desdén que lo desafiaron por muchos, desafiólos por el Prínçipe de Galaz, que era entonçes el más poderoso señor de christianos.

    

   Título de las muertes de Sancho de la Sierra e de Lope de Retes e de otros que morieron al canpo de Sant Martín [col. b]

   Salidas estas treguas, venieron los Marroquines de Samano en ayuda de los de la Sierra e aposentáronse en Oyancas e venieron todos los de la Sierra e su valía a la iglesia de Sant Martín. E salió Juan Sánchez con los pocos que tenía a escaramuçar con ellos e, no los podiendo sofrir, retráxose al cortijo de la torre; e recogiéndose, mató Sancho de la Sierra a Lope de Retes, su hermano vastardo. E como lo vio Juan López, su padre, d’ençima de la puerta del cortijo díxole:

   -¡O malo desconoçido! ¿Cómo dexas matar a tu hermano? Torna e muere con él, que más te vale morir como onbre que morir aquí cada día.

   E con estas palabras tornó. E falló bien çerca aquel Sancho de la Sierra, que dexaba muerto a su hermano, e juntóse con él; e diole con una lança por los muslos e derribólo e matólo allí. E pegándose los suyos con él, fezieron retraerlos afuera. E morieron éstos e otros quatro de anbas partes e recogiéronse cada unos a sus logares. E otro día fizieron tregua firme; e como quedaron escarmentados, nunca más pelearon en uno ni ovieron más guerra, pues que eran muertos estos Garçía de la Rigada e Sancho de la Sierra, que lo revolvían.

    

   Título de cómo se quitó la enemistad de Somorrostro porque casó Ochoa de Salazar con doña Teresa

   En este tienpo era creçido Ochoa de Muñatones e catávanlo todos por mayor. E cataron manera de amatar este enemistad e casaron por palabras de matremonio a Ochoa de Salazar, fijo d’este Juan Sánchez, con doña Teresa, fija de Ochoa de Muñatones, que eran fijos de primos, que eran pequeños de hedad de ocho e de dos años. E como morió este Ochoa de Muñatones en las guerras de Portogal sobre Lisbona, que era mançevo de XXX años e no dexó sino dos fijas, quedó todo el mando e las rentas del solar en este Juan Sánchez e en Ochoa, su fijo.

    

   Título de la muerte de Canegillo de Caromona e de Ochoa de Terreros e de la prisión de Juan Sánchez de Salazar en Villerías por ello

   En el año del Señor de mil CCCLXXXV años, estando este Juan Sánchez de Salazar, seyendo mayor e governador del solar e // [Fol. 425 r., col. a] rentas fasta que su fijo e doña Teresa, su nuera, fueron en hedad, ovo palabras con Marroquines e sobre ellos mató Ochoa de Terreros a Çaneguillo de Taramona, porque se igualava en las palabras con el dicho Juan Sánchez e lo quería dar con las armas porque era su pariente, dándole con una lança por las tripas. E fue sentençiado e echado de la tierra por ello e fuese a Susunaga de Vizcaya. Estando allí, a cavo de tres años lo mató Juan Ibañes Pantón de Lacavex, que era primo de aquel Canegillo, un domingo de mañana, quando todos eran idos a misa e él quedó en casa, porque lo vendió un mançevo trasmerano que morava asoldadado allí, que lo levó afuera de la casa, donde ellos yazían en çelada, deziendo que le mostraría un nido de palominos. E dexándolo muerto, se tornaron a Lacavex.

   Después, a poco tienpo que morió aquel Canegillo fue este Juan Sánchez a Villerías [a] fablar a Garçi Sánchez d’Arze, que era governador de Juan de Velasco, que era muerto Pero Ferrández, su padre, e él quedara pequeño, con LX omes e prendiólo allí, no como devía, porque querelló d’él un fijo de aquel Canegillo; e soltólo por CC ducados que le enbiaron luego de Somorrostro e vínose a su casa.

    

   Título de cómo fue levantada enemistad entre Juan Sánchez de Salazar e sus fijos e Ferrand Sánchez de la Sierra e Martín Sánchez de Vañales e Pero Martines de la Pedriza e por qué causa

   En el año del Señor de mil CCCLXXX años, en este tienpo, seyendo Diego de Salazar, fijo vastardo de Juan Sánchez de Salazar, en la villa de Portogalete, que tenía allí su vivienda con una mançeva e eran con él Sancho de Vallezilla e sus fijos, Gil de Vallezilla e Pero de Vallezilla e Sancho de Vallezilla, e otros muchos vezinos que se allegavan a él porque valía mucho, e pesándoles con él a Ferrand Sánchez, fijo de Pero Ferrández de la Sierra e a los de Vañales e de la Pedriza, que eran en la villa e comarca, metiéronlo en palabras e recreçióse roído. E mató Gil de Vallezilla a Juan Ortiz de Montellano de Vañales, que era buen omne de LXXX años e más, con una lança por la caveça e morió luego e fueron sentençiados todos e tomados sus bienes por Pero Urtiz de Arteaga, merino. E por esta muerte fuéronse este Fernán Sánchez de la Sierra e Martín Sánchez de Vaña-les [col. b] e Pero Martínez de la Pedriza a Martín Roiz de Avendaño e siguióse mucha guerra entre ellos, que eran muchos, casi todos del Casaralla, e entr’el dicho Juan Sánchez e sus fijos e solar.

   E en esta sazón casó Juan Sánchez en Portogalete a Juan López, su hermano vastardo, con doña María Pérez de Sesto, que era de su sangre e viuda mucho eredada. E salió este Juan López de Salazar omne para mucho e juntó parentela e ovo toda su vida contienda con ellos.

    

   Título de la pelea de Vañares e d’ellos que en ella morieron e de las cosas que se siguieron d’ella

   Estando en esta contienda, pelearon en El Nozedal Juan de Salazar de los Canpos e Lope de Salazar, fijos de Juan Sánchez, con Ferrand Sánchez de la Sierra e Martín Sánchez de Vañales e Pero Martines e con sus parientes. E recreçióse el apellido de Juan Sánchez e ençerráronlos dentro de la torre de Vañales. E morieron allí de golpes de saetas Juan de Nosedal de los de Vañales e Martín de Loredo de los de Juan Sánchez e otros feridos. E fueron açotados los fijos de Juan Sánchez por esta muerte e fueron perdonados por ducados de la justiçia.

    

   Título de cómo fue quemada la nao de Sancho Martines de la Pedriza e de lo que se fizo por ella

   En esta sazón quemó Ochoa de Salazar, fijo de Juan Sánchez, una nao de Sancho Martines de la Pedriza el Viejo de noche, que estava en Sorrevonça amarrada e sola de noches e amaneçió quemada. E vino el dotor Gonzalo Moro con toda la hermandad de Vizcaya a Portogalete para venir sobre él a la casa de Sant Martín, que eran II mil omes e más; e toviendo en ella CL omes de Otanes e Castro e de Trasmiera para la defender, seyendo él ido a Castro por no caer en caso contra la hermandad, que era estonçes mucho poderosa, e estando así, fízose trato que pagase Juan Sánchez por la nao la meatad que valía, ca no fallavan pesquisa, sino pronunçiaçiones.

   En esta sazón, continuándose esta guerra, enbió Martín Roiz de Avendaño CL omes a Portogalete en ayuda d’estos de la Sierra de Vañales e, contin[u]ándose esta guerra, enojáronse e tornáronse a Urquiçu e ovieron paz por un tienpo.

    

   Título de la muerte de Juan Sánchez de Salazar e de la segunda guerra e muertes que ovo entre sus fijos e parientes con los Marroquines e de la causa d’ello

   Contado ha la istoria en el título de sus enemistades cómo los Amoroses de Castro, no se podiendo defender del linaje de Marroquines por muertes que ovo entre ellos, como dicho es, se venieron a las treguas de Juan Sánchez de Salazar al solar de / [Fol. 425 v., col. a] Muñatones, de lo qual pesó mucho a Juan González de la Marca e a sus parientes e davan logar a Marroquines de entrar en los sus varrios a les fazer guerra.

    

   Título de la muerte de Juan Sánchez de Salazar e de otros e de la causa d’ella

   En el mes de setienbre del año del Señor de mil CCCXCIX años mataron Diego Pérez de Miono e Sancho Ortiz de Miono e los Marroquines e de Samano a Juan Sánchez de Salazar en la villa de Castro d’Urdiales en esta manera: estando este Juan Sánchez en la villa de Castro en sus casas, que era eredado allí, mucho en buena paz con poca conpañía porque sus fijos todos eran idos a Losa en ayuda de los de Salazar e no se reçelando de cosa, entraron los Marroquines todos en Sant Françisco por consentimiento de los de la Marca para entrar en el varrio de arriba, donde morava Sancho Ortiz Marroquín, que estava fuera de su casa porque Juan Amorós e sus parientes eran poderosos. E entraron por la Tenebregura e travaron pelea con los Amoroses e ovo omes muertos e feridos. E allí mató Juanetillo de la tienda de una casa de la Tenebregura con saetas a Sancho de Ibarra e a Juan de Ibarra e otro, que eran de Galdames, que andavan açotados por la muerte de Rodrigo de Garaiçal; e matara más, sino que no osó estar porque vio que reusavan los Amoroses, cúyo él era.

   E veyendo este Juan Sánchez esto, vistió sus coraças, seyendo en hedad de LXXX años, pero que tenía buen suxeto de omne, e fuese de sus casas, que eran en el barrio de vaxo, por el Arena al varrio de arriba con diez omes que consigo tenía; e como llegó a las casas de Juan Amorós, vio cómmo reusavan los Amoroses. E tomó un escudo e su varreta e entró en la pelea esforçando los suyos; e como llegó, fue ferido de un vote de lança por la boca, que le pasó de parte en parte. E como se sintió ferido, salióse de la pelea e subió ençima de las casas de Juan Amorós; e como lo vio doña Mençía de la Sierra, muger de Juan Amorós, que venía echando sangre por la voca, díxole:

   -¡A Señor!, ¿quién vos mató?

   E díxole:

   -Sobrina, matóme Vernal de las Calavaças; e dame a vever.

   E diole una taça de agua e, como le vevió, helósele la sangre e tomó pasmo; e echó-se [col. b] en la cama e nunca más fabló.

   E así era la verdad, que a Velnal d’Escas, que era de la Marca, llaman sobrenonbre Vernal de las Calavaças e venía con los Marroquines e, no lo conoçiendo, diole detrás de una varrera de un vote de lança por la voca, como dicho es.

    

   Título de la pelea que ovieron los fijos de Juan Sánchez de Salazar en Castro con los Marroquines

   En este día mesmo llegaron Ochoa de Salazar e Juan e Lope e Diego de Salazar, sus fijos, en Somorrostro, que venían de Losa; e envarcaron en dos o tres vateles con todos sus parientes e desenbarcaron en el varrio de los Amoroses. E otro día domingo por la mañana, pelearon en la Tenebregura con los Marroquines; e ovieron fuerte pelea e sacáronlos de toda la calle de la Tenebregura fasta la torre de Ferrand González, que tenía todo el varrio de la Marca, los Marroquines e fueron malqueridos de las casas de Ochoa de Salazar e Diego de Salazar e Lope de Salazar e otros. E morió Martín de Sajuntes, que era d’ellos; morieron de los Marroquines Diego Marroquín de Miono e el Vello de Saldamando e Pero Serrano e Rodrigo de Ibarra de Galdames, que los hermanos el día enante eran muertos, como dicho es, e fueron muchos d’ellos feridos.

   E llegando allí el dotor Gonzalo Moro, fizo tregua del Rey e salieron todos los foranos de la villa, que al dicho Juan Sánchez ya lo avían levado en una pinaça a la su casa de Sant Martín e morió a cavo de quatro días sin palabra, e guareçieron sus fijos sus feridas.

    

   Título de cómmo Ochoa de Salazar reutó a Diego Peres de Miono ant’el Rey por la muerte de su padre

   Fecha esta muerte, Ochoa de Salazar reutó ant’el rey don Enrique Terçero a Diego Pérez de Miono por la muerte del dicho su padre, llamándole alevoso en corte, en dos años; e no le quisiendo salir al canpo, echándolo a pleito, dexólo a cavo de dos años e más. Sus hermanos e parientes continuaron su guerra mucho afincadamente.

   En esta sazón salieron de Samano Sancho Marroquín de Miono e Martín de Miono, hermanos de Diego Pérez de Miono, e Diego Varral e otros çiento omes más o menos de los mejores de Marroquines de Samano. Entraron en Sopuerta e tomaron las torres de Garay, que era[n] de Pero Núnez, e varreáronse en ella para fazer guerra a los de Muñatones, ca tenían en Sopuerta, e a Lope Ochoa de Mendieta e a los de villa, que eran parte // [Fol. 426 r., col. a] en Sopuerta e Galdames.

   E estando allí barreados, levantáronse los fijos de Juan Sánchez e sus parientes e pelearon allí en Garay con ellos; e entrándoles las varreras, mataron allí, al pie de la torre dentro de las varreras, a Sancho Marroquín de Miono e a Diego Varral de Miono, su primo, e otros dos o tres. E suviendo por las escaleras del antepecho, fueron a Sancho por el través e a Pero López de la Sierra e a Pero López de Garaiçal e a otros. E al recogerse de la casa, tiraron una lança d’ençima de la torre e, fuendo saltando de quima en quima, diole a Juan de Salazar de los Canpos por los nucres, cavo la rodilla, cortándole; d’ello morió luego del floxo de la sangre.

    

   Título de cómo los fijos de Juan Sánchez (1069)

   En este año, antes que esta pelea fuese, mataron este Juan de Salazar de los Canpos e Juan Pérez de Leçama e otros en Oriño a Juan d’Eslares de Salzedo, que era açotado, tomándolo en una casa; e matáronlo dentro, veniendo de Laredo. E fueles querellada su muerte e saliéronse por cadena en el tienpo del dotor Gonzalo Moro por la muerte d’este Sancho Días.

    

   Título de la pelea que ovieron los de Salazar con los Marroquines en Lavalaga e de la muerte de Urraca Ferrández

   Continuándose esta guerra en una mala tregua, salieron de Somano Diego Pérez de Miono con CL omes de su linaje para ir a la Yunta de Avellaneda, que lo acostunbravan de ir allá en favor de los Marroquines de Salzedo. E llegados a los canpos de Lavaluga, salieron a ellos estos Juan de Salazar de los Canpos e Lope de Salazar con XXXV omes, que estavan en la torre de Sant Christóval, con sus paveses e, como los otros iban desarmados, corriéronlos çerezal arriba e dexaron allí muerto a Ruy Sova, que cayó muerto de una saeta por la caveça; e dexaron todas las capas que levavan e fue ferida doña Urraca Fernández, muger de Furtud Sánchez de Murga, que andava despartiendo entre ellos, de una saeta por las espaldas, que la ferieron los Marroquines, e morió d’ella a cavo de nueve días. E de aquel día en adelante dexaron Marroquines las tales idas de las dichas juntas porque no eran de su juredición.

    

   Título de la muerte de Gonzalo Cangillón e presión de Ferrando Garçía de la Puente e de lo que aconteçió [col. b]

   Después d’esto, estando desafiados, mataron Lope de Salazar e Diego de Salazar e otros escuderos con ellos en una madrugada, saliendo de una çelada en Sopuerta, a Gonzalo Cangilón e a otro dentro de una casa, al pie de la torre de Mendieta, e prendieron a Ferrando de Mendieta, sobrino de Lope Ochoa de Mendieta, e no lo quisieron matar porque era pariente d’ellos en sangre e porque les prometió de nunca se armar contra ellos; e por lo guardar mejor, fuese luego Castilla arriba, adonde nunca más sopieron d’él.

    

   Título de cómo escuderos de Muñatones mataron en Valmaseda a Fur[t]uno de Esada e de lo que acaeçió allí

   En este tienpo, oviendo treguas entre estos linajes de Muñatones e de Marroquines, fueron Sancho de Cordillas e Juan de Leçama e otros, fasta XXV omes de Muñatones, al mercado de Valmaseda; e como los vieron los Marroquines de Salzedo, tomáronlos en palabras, espeçialmente Fortuno de Deesa, que era ome mucho sovervio, deziendo que pesase al mundo porque los que mataran a Sancho Díaz d’Eslares, su primo, venían al mercado de Valmaseda. E posiendo mano a las armas, corriéronlos del mercado e mataron a Morilla de Valle con un cochillo tiradizo. E recogiéndose a la calle de los de la Plaça, abraçándose Sancho de Cordillas e aquel Fortuno de Dehesa e arrimándose a unas puertas, abrióse la puerta e cayeron en tierra; e mató Sancho de Cordillas al dicho Fortuno de Dehesa dentro, estando çerradas las puertas, no los viendo ninguno, e salióse por las tejas de las casas al su varrio, cuidando los suyos que quedava muerto.

    

   Título de las muertes del fijo de Diego Avad e de Ochoa de Çereçal de Sopuerta

   En este tienpo mataron los açotados del linaje de Aedo, que estavan con Marroquines, por mandado de Diego Pérez de Miono, a Juan, fijo de Diego Avad de Portogalete en tregua en Setares, que venía de Santullán. E commo lo sopieron en Somorrostro, salió Lope de Salazar, fijo de Juan Sánchez, con seis omes calladamente e llegó a Sopuerta, el río arriba, e mató en la era de Mendieta, delante la torre, a Ochoa de Çerezal con una saeta por los pechos e vínose luego a Somorrostro.

    

   Título de cómmo los fijos de Juan Sánchez fezieron lianças con los Marroquines e por qué causa / [Fol. 426 v., col. a]

   Durando luengo tienpo estas guerras entre los de Muñatones e Marroquines, Ferrand Sánchez de la Sierra e los de Vañales e la Pedriza, que eran en Avendaño, creçían cada día e apremiavan mucho a los de Ochoa de Salazar, que eran en comarca de Portogalete, porque veían que no los podían contrariar por la guerra que tenían con los Marroquines; e por esto ovieron acuerdo de dar tregua a Marroquines, que mucho gela demandavan, e de fazer la guerra contra ellos. E así lo posieron por obra; e aquexáronlos tanto que los de Vañales se venieron con Martín Sánchez, que era su mayor, al solar de Muñatones e dende a poco tienpo el dicho Ferrand Sánchez e los otros todos. Porque en esta sazón mataron Çamudianos a Ferrando de Leçama e a Ínigo, su fijo, juntáronse en uno Ochoa de Salazar e Marroquines contra ellos e perdonáronse todos. E duró buen tienpo, segund se contiene en el título de las omeçidas de Salzedo e Gordojuela.

    

   Título de cómo Ochoa de Salazar se quitó de conpañía de Marroquines por la muerte de Martín de Mescorca

   Partida esta conpañía de los dichos Ochoa de Salazar e de Diego Pérez de Miono e d’estos linajes por la muerte de Martín de Amescorca, que mataron Sancho Lovo e su hermano, segund dicho es, pero, estando en buena paz, Juan de Velasco, que era grand señor e poderoso, avía enojo e malquerençia contra este Ochoa de Salazar e proseguíalo por todas las maneras que podía, dando favor e ayuda a sus contrarios e tomándole su parentela quanto podía, aunque Diego López d’Estúniga lo defendía a todo poder en su vida. E quitóle a los de Alzedo e a Lope de Salazar de Montano, su hermano, que sienpre le andovo con mal, e a Ferrando de Achuriaga, aunque éste con pocos parientes, que no quisieron ir con él. Otrosí le quitó a Sancho de Otanes e a Juan Urrúe e a Garçi Avad e a Ochoa e Lope de Otanes, fijos de su hermana, que eran sus criados de pequeños e mandavan toda su casa e levólos Garçi Sánchez de Otanes, su padre, a Medina; e consideráronse allí con Marroquines e venidos en la tierra, andavan de conpañía Lope Lovo, que avía muerto a Ínigo Ortiz, como dicho es, que valía mucho, con Juan de Velasco e en su linaje e Juan Urru, fijo de Garçi Sánchez, que otrosí valía mucho, que lo avía su tío, Ochoa de Salazar, pues-to [col. b] en estado, aunque le falleçió, commo dicho es, aunque sea verdad que Sancho de Otanes, el hermano mayor, no quiso quitarse del dicho su tío ni fuera allá, sino porqu’él le mandó que no quedase solo e que fuese con los parientes, e toda vía guardó la razón d’él. Andavan estos Lope Lovo e Juan Urru muy aconpañados por las comarcas, como omes que lo valían.

    

   Título de la pelea de Santullán e de la muerte de Lope Lovo e de otros

   En el año del Señor de mil CDXV años, en el mes de setienbre juntáronse en Santullán estos Lope Lovo e Juan Urru e todos los Marroquines e de Otanes e otros muchos a la muerte de Diego Revollo, que lo fizo matar su muger a dos açotados de noche en su cama, afogándolo ella con ellos, e echáronlo de Salto de Cavallo a la mar. E estando a comer todos a su muerte, a manera de cofradía, revolvióse roídos entre el escançiano, que era de Otanes, e el que comía, que era Marroquín, porque le echó, no a saviendas, un poco de vino sobre un jubón nuevo que tenía vestido; e por aquello levantóse de la mesa e diole con la taça del vino por los rostros, que ya los Marroquines tenían en poco a los de Otanes porque ellos eran muchos e los otros pocos, porque los tenían partidos de su mayor e linaje. E sobre esto volvióse la pelea entre ellos e mató Garçi Avad, fijo de Garçi Sánchez de Otanes, a Pero Serrano, que era Marroquín, con una porquera; e los de Otañes, como eran pocos, recogiéronse al pie de la casa de Sancho de Otanes. E veniendo sobre ellos todo el linaje de Marroquines por dos partes, pelearon allí con los Marroquines de Otanes e con Lope Lovo e con los de Salzedo, que eran allí espeçialmente; e peleando reziamente, cayó allí muerto Lope Lovo de dos lançadas que le dio Gilete de Santullán, un seto en medio. E después ovo más golpes e morió allí Martinillo Marroquín, fijo de Sancho Marroquín, que morió en Garay, e otros; e fueron feridos Peruchote de Otanes e otros muchos. E fueron retraídos los Marroquines, quedando Lope Lovo allí muerto; e los de Santullán, no toviendo esfuerço de acorro, veniéronse a la casa de Garçi Sánchez de Otanes, su padre.

    

   Título de la pelea que ovieron los de la Marca con los Marroquines de Santmano en Sant Nicolás de la Calçada

   En este mesmo mes de setienbre pelearon en El Agua Caliente, // [Fol. 427 r., col. a] que es en la calçada d’entre Sant Nicolás e la puerta de la villa de Castro de Urdiales, los Marroquines de Samano e Martín Ochoa de Almenduru, sobrino de Juan González de la Marca, que vivía en Castro, que valía mucho, e los de la Marca. E la causa e fecho d’esta pelea fue porque los Marroquines, toviendo en poco a los de la Marca, començaron a tomar los pescados a los mareantes en el mercado de Castro, sacando las pinaças a tierra, ca comían e no contavan algunas vezes, como eran poderosos. E saliendo este Martín Ochoa, que era mucho esforçado, en vando de los pescadores, ovo roído con ellos; e dio una grande pedrada a Juan de Coria Marroquín, que tomava una pescada, en la caveça e ovo otros feridos. Estando este Martín Ochoa seguro en la plaça, diéronle con una lança por las espaldas los Marroquines e acogióse con su ferida a la iglesia. E saliendo de allí e estando varreados Juan González de la Marca e este Martín Ochoa, su primo, e todos los de la Marca en la media villa de Castro, no saliendo ni entrando sino por la mar, fue este Martín Ochoa a la señora María Alonso de Butrón [a] demandar ayuda, ca este Juan González de la Marca tanbién vivía con Juan de Velasco e eran una conpañía con los de Otanes de Santullán; e porque Gonzalo Gómez era en corte, diole ella XXX omes de los mançevos del solar e algunos de Vermeo, sus parientes, que con él venieron por la mar. E con estos e con los de la villa pelearon allí en la dicha calçada, estando los Marroquines aposentados en Sant Nicolás, e fueron vençidos los Marroquines. E morieron d’ellos allí Juan de Coria e el avad de Larrea e otros dos e fueron muchos feridos; e dexaron algunas armas. E morió de los de Vermeo Gera, con Martín Ochoa, Juan de Meaurio de una lançada súpitamente e otros feridos.

    

   Título de la terçera [col. b] guerra que ovieron los Marroquines e los de Muñatones e de las muertes e peleas fechas en ella e de las causas d’ellas

   Estando ençerrados los Otanes en la dicha casa de Otanes e los de la Marca en su media villa e mucho aquexados e no veyendo socorro de ninguna parte, enbiaron todos juntos a Ochoa de Salazar a se le encomendar a pedir que, no mirando a sus herrores, no los dexase ofender a sus enemigos, pues eran de su linaje de antigüedad. E él, como era omne de buena e larga voluntad e otrosí por que sus enemigos no creçiesen, tomó cargo d’ellos e púsolos en sus casas, espeçial a los de Otanes, que los otros en ellas estavan. En esto vino Ruy González de Quincoses de Angulo por corregidor a Castro, que lo enbió Juan de Velasco.

 

   Título de la segunda pelea de Santullán al canpo de la [Lonba] (1070) e de la muerte de Diego de Salazar e de otros

   En el año siguiente del Señor de mil CDXVI años, estando desafiados Ochoa de Salazar e Diego Pérez de Miono e Sancho Ortiz Marroquín e todos los d’estos linajes sobre la defensa d’estos de Otanes e de la Marca, enbió Ochoa de Salazar en ayuda de los de Santullán por fronteros a Lope de Salazar de Montaño, su hermano, que ya era otra vez reconçiliado con él, mucho contra su voluntad, no podiendo ál fazer, pero lleno de maldad, como lo fue de XXX años arriba fasta que morió, e a Ferrand Sánchez de la Sierra e con ellos a Lope de Salazar, su fijo mayor, que era de XVI años, que tomó estonçes armas de una vallesta, e a Diego de Salazar e a Juan Pérez de Leçama e otros buenos escuderos de su solar; e otrosí fue allí Juan d’Escalante, fijo de Ruy Gutiérrez, que andava açotado fuera de Santander, e Martín Ochoa, el de Castro, que estava otrosí açotado por el Corregidor de Castro, que eran todos fasta çiento omes armados e escogidos. E varreáronse en el logar de Santullán porque los Marroquines de Samano e de Otanes de Miono e de Goriezo e de Castro eran poderosos; e yazía Santullán en medio d’ellos, ca estonçes no avía casa fuerte ninguna en el logar de Santullán como agora. / [Fol. 427 v., col. a]

   Estando así por espaçio de XXX días escaramuçando algunos días en la Lonba, ayuntáronse un día Sancho Ortiz Marroquín, que estava en Samano, e Sancho Ortiz Marroquín de Goriezo e todos los Marroquines de Goriezo e el alcalde de la Puente con ellos e todos los de Samano e de Miono e de Castro, que eran fasta CD omes. E los de Muñatones, que estavan en Santullán, eran fasta CL omes e con osadía desordenada salieron de las varreras que tenían a la portellería los çiento de los mejores; e vaxáronse los Marroquines a ellos e toparon en la estrada de la Yuze e fueron vençidos los de Muñatones. E quedó allí muerto Diego de Salazar, hermano vastardo de Ochoa de Salazar, e recogiéronse a las varreras que tenían en cavo del aldea; e morieron Garión de Otanes, fijo de Garçi López, de una lançada que ovo por la boca e Juan Roiz el Calvo, criado de Juan d’Escalante, de una saeta que ovo por las espaldas sobre un lorigón del través de una viña e vino así [a] morir al aldea luego. E fueron feridos Lope de Salazar e Martín Ochoa de Castro e Juan Pérez de Leçama e Furtado e Perlingao e otros; de Marroquines morió Juan Ochoa de Lusa de una saeta e ovo otros feridos.

   Otro día salieron Mucha de Valdellarco e Garçía de Llano e otro conpañón por la peña de Santullán al monte de Ceçeval para se pasar Arzentales e a Turçios a negoçiar e salieron los de Otanes e tomáronles el paso; e escondiéronse con la noche en el monte e los Marroquines tornáronse a Otanes de Arriba e madrugaron allá e los desventurados no ovieron poder de se ir. E mataron otro día aquel Mocha, que era buen omne, e ferieron a Garçía Llano por la pierna e escondióseles e morió d’ello a cavo de XL días; e el otro fuéseles en salvo. E faziendo tregua el Corregidor, esparçiéronse de allí los forasteros e los otros quedaron en sus casas.

    

   Título de cómo quebrantó las treguas e ferió malamente Perochote de Otanes a Sancho Garçía de Otanes e de lo que se fizo

   En el año del Señor de mil CDXVII años, oviendo tregua estos linajes, ferió Peruchote de Marroquín de Otanes con una saeta por las espaldas que le salió por los [col. b] pechos, pasándole el cuaje por dos partes, a Sancho de Otanes, fijo de Garçi Sánchez Mayor, malamente e cogiéndose a la escalera de su casa; e quedó por muerto e fuéronse a Otanes cuidando que era muerto.

    

   Título de la muerte de Lope Ochoa de Mendita en Carral e la causa

   Como fueron savidores todos d’esta ferida, toviéndolo por muerto, alçáronse todos los de los dichos linajes por ser las treguas quebradas a las fortalezas e comarcas. Dende a quatro días salió una noche de la casa de la Sierra Lope de Salazar, fijo mayor de Ochoa de Salazar, que era moço de XVIII años, con siete omes e echóse en una casa yerma so la torre de Mendieta, que estava Lope Ochoa de Mendieta con unos diez omes, e yoguieron fasta medio día; e a tal hora, después de comer salieron todos los de la torre al canpo al pie de la torre e salieron los de la çelada por dos partes e a cometiéronlos a deshora. E ferió este Lope de Salazar con un rallón por la caveça a Lope Ochoa de Mendieta de parte a parte con una buena vallesta e cayó luego muerto e los otros acogiéronse a la torre; e como lo vieron muerto, no tocaron más en él e tornáronse a Somorrostro. E Sancho de Otanes, que cuida[va]n que era muerto, escapó por maravilla, yoguiendo un año en cama e más.

    

   Título de la muerte (echo) de Martín de la Canpa e de Ochoa de Ochoa de Salzedo e de las causas d’ellas

   En estos tienpos aquel Peruchote de Otanes [echóse] en una çelada a la tarde en el camino del monte de los Vados con X omes e tomó en ella a Diego de Muñatones e otros dos que se venían el camino adentro; e acogiéndoseles fazia la casa de la Sierra, mataron a Martín Magrino de la Canpa, criado de Lope de Salazar, e acogiéronseles los otros. E después, a pocos días mató este Peruchote, soviendo con una escalera, a Ochoa de Alzedo de Muñatones en su casa por una teja de noche, estando a comer, dándole por los pechos, e cayó luego muerto.

    

   Título de cómo los de Salazar mataron a [Juan] (1071) de Turçios, que era Marroquín, e[n] Castro e de su causa

   Después d’esto, estando desafiados, estando este Lope de Salazar en la torre de Sant Christóval, ovo varrunte que Juan de Turçios, que era Marroquín, que estava ferido en Castro ençima de la villa, que era ya // [Fol. 428 r., col. a] sano e se quería venir a Otanes. E salió de allí con XXX omes con la luna; e llegó por el çerro de Setares en Santullán e tomó allí los fijos de Garçi Sánchez con otros XXX omes e entraron en la villa, seyendo LX omes armados, estando el Corregidor de Quincoses en ella. E llegaron al barrio de los enemigos e, quebrantando la casa donde yazía, cortáronle la caveça e saliéronse por la villa adelante a Santullán.

    

   Título de la muerte de Garçía Cardo de Otanes e de otros que morieron entre Marroquines e los de Santullán

   Muchas muertes e omeçidas se fizieron en Samano e Otanes e Santullán entre estos de Santullán e Marroquines, entre los quales mataron estos fijos de Garçi Sánchez [a] (1072) Cardo, fijo de Sancho Garçía, que era su primo e de Muñatones, peleando a la ferrería de Otanes, porque era criado en Marroquines e se tornó luego d’ellos. E fechas treguas, duraron luengo tienpo, que ya se les guardavan bien, sino sobre açidente.

    

   Título de la muerte de Juan de la Torre de Anpuero e de Rodrigo, su hermano, que mataron Marroquines, e de las muertes d’estos matadores e de otros que por ello morieron

   En el año del Señor de mil CDXXVIII años Perón de Osa e Juan d’Eslares e otros ocho Marroquines de Salzedo e de Samano, que andavan levantados, [mataron] (1073) a Juan de la Torre e a Rodrigo de la Torre, su hermano, Negretes de Anpuero, malamente sin causa, en el arenal de Colindres. E tornados, andavan en Castro e en Samano mucho orgullosos; e pareçiéndoles mal a los de Santullán e andando en contentes con ellos, toparon Diego de Otanes e Ínigo de Otanes con ellos, diez por diez, delante la iglesia de Sant Nicolás en la calçada e ovieron fuerte pelea, desarmados por desarmados, e fueron desvaratados los Marroquines. E morieron allí Perón de Deesa e Juan d’Eslares e Juan de Goti e otros dos mançevos; e morió de los de Otanes Ínigo de Otanes e fueron malferidos Diego de Otanes e otros IV.

    

   Título de la pelea de la Tenebregura e los que en ella morieron

   En este día mesmo, estando en la dicha villa de Castro todos los Marroquines de Samano e Pero Ferrández de Murga e otros Çamudianos e de Loiçaga e Gonzalo [col. b] González de la Calleja e otros muchos del linaje de Giles, de Trasmiera e de Santander, que eran todos venidos a las vodas que fazía Juan de Solórzano con la fija de Martín Sánchez de Castillo, e oviendo todos comido e estando en buen solaz, llegáronles estas nuevas d’estos muertos e començaron a pelear reziamente al bocal de la Tenebregura, que duró gran parte del día. E ovo muchos muertos e feridos de anbas las partes sin vençimiento, porque no estavan bien armados e avía mucha vallestería, entre los quales morieron, de la parte de Çamudianos e de Loiçaga, Fortuno de Loiçaga, fijo de Ochoa Garçía, e Rodrigo de Carral de Garaiçával e Martín Maços, fijo de Garçi Sánchez de Otanes, e Ochoa de Sel de Urtud; e morieron de Marroquines Perijón del Çerro e Sancho de Larrea e Martín de Acurro, todos estos de saetas, a cavo de VIII días. E ovo otros muchos feridos de anbas las partes. E fueron a este apellido Ochoa de Salazar e los Çamudianos e Gordojanos mil DCC omes e más e entraron por Otanes e a Santullán e a Castro, que no fallavan ninguno, como que todos eran entrados en Castro; e como la villa de arriba era fuerte, no los podiendo enpeçer, fezieron treguas.

    

   Título de la pelea de la puente nueva de Otanes e de la muerte de Diego de Otanes e de otros

   Durando estas treguas, ovieron roído sobre palabras en los corrales en taverna los Marroquines e los de Santullán e feriéronse dos omes. E sobre esto juntáronse e pelearon a la puente Nueva los de Otanes e los de Santullán e fueron retraídos los Marines e morieron allí luego quatro (1074) omes d’ellos e muchos feridos; e morió de los de Santullán Diego de Otanes, fijo de Garçi Sánchez de Otanes, luego de una saeta por los pechos e fue malferido Lope Garçía de Otañes e otros d’ellos.

   En estos días mató Gilete de Santullán a Garçi Avad de Marroquines; e mataron en Samano de noche otro omne e fezieron treguas, que duraron un tienpo. E otras muertes ovo entre ellos, pero más de Marroquines que de Santullán, porque estavan más derramados, que ellos estavan en medio e jun-tos. / [Fol. 428 v., col. a] E duraron estas treguas en vida de Ochoa de Salazar.

    

   Título de la quarta guerra que ovo entre los de Muñatones e los Marroquines después de la muerte de Ochoa de Salazar e de las peleas e muertes en ella fechas e de las causas d’ellas

   En el año del Señor de mil CDXLII años fueron Martín e Ferrando e Ochoa de Alzedo e Sancho Garçía de Alzedo e sus fijos al Conde de Aro, dexando a Lope Garçía, su tío, e a su linaje. E entraron luego en mucha omeçida con el dicho Lope Garçía e fezieron su conpañía con el linaje de Marroquines.

   En estos días, estando estos de Alzedo en la villa de Castro, revolvióse roído entre los Marroquines e los de Alzedo (1075) con los de Otañes e de la Marca e, peleando al bocal de la Tenebregura, ferió Ferrando de Alzedo con una saeta por los gargueros a Juan Urru de Otanes e morió súpito, entrando en su casa, que era fijo segundo de Garçi Sánchez. E ovo otros feridos.

    

   Título de la pelea de Mendieta e de la muerte [de] Perucho, fijo de Pero Ochote de Otanes, e de Gilete

   Desafiados de vando a vando en el año del Señor de mil CDXLIII años por dicho Lope Garçía de Salazar e faziéndose mucha guerra, aposentáronse Pero Puche de Otañes, fijo de Pero Uchote, e otros LX omes de los mejores de Marroquines en las torres de Mendieta con los de Alzedo, que estavan en ellas e en Alzedo faziendo su guerra. E toviendo Lope Garçía prestos todos sus parientes por ir sobre ellos, (e) partió el lunes con çinquenta omes o poco más e fuese a Sopuerta para conçertar sus fechos. E fuéndose por la calçada arriba para pasar a Carral, saliéronle al encuentro estos dichos Marroquines e de Alzedo, que eran CXL omes e más, e pelearon en la calçada reziamente e, faziéndoles reusar, subiéronlos la cuesta arriba e ençerráronlos en las torres. E quedaron allí muertos Martín de Alzedo e Ferrando de Alzedo, su hermano, feridos de cada diez golpes por las piernas [col. b] de espadas e por las caveças; e cuidando que quedavan muertos, no los quisieron degollar. E fue allí ferido Pero Puche, fijo de Peruchote, de una saeta, por la qual morió a cavo de ocho días, e ovo feridos muchos de anbas las partes; e fue ferido Ochoa Garçía, hermano de Lope Garçía, que vino en su ayuda al recoger, que avía venido tarde, e escaparon Martín de Alzedo e Ferrando, su hermano, con mucho travajo, quedando lastimados de algunos mienbros.

   Otro día fue sobre la casa de Alzedo e diéronsele Sancho Garçía de Alzedo e XXV omes de los suyos que estavan con él, dándole la casa e las armas por que los dexase ir en salvo, e fuéronse a Otanes. Dende a terçero día mataron d’ençima de la torre de Mendieta a la calçada a Juan de Leçama, fijo de Juan Pérez de Leçama, con una saeta por los guargueros, que morió súpitamenle.

    

   Título de la pelea de Lusa e de la muerte de Lopecho de Otanes e de otros

   En este mesmo día que fue la pelea de Mendieta pelearon los Marroquines de Miono e los de Lusa e de Santullán entre Lusa e Santullán e fueron vençidos los Marroquines. E quedaron muertos d’ellos tres omes e entraron tras ellos, tanto que, al recoger, quedaron muertos Lope de Otanes e Diego Cardo e Pero del Río e fueron muchos feridos de anbas las partes.

    

   Título de la pelea de la Elgera e de la muerte de Ferrando de la Calle e de la causa d’ella

   En esta sazón, pasando Ochoa Garçía de Salazar e los de Llano de Luiçaga por Talledo a Ontón [a] verse con Lope Garçía sobre treguas que se tratavan, saliéronles los Marroquines de Otanes e los de Salzedo, que estavan allí; e començando a escaramuçar, vaxáronse dos vallesteros d’ellos a les tirar e vaxóse Fernando de la Calle e otros pocos para los sacar e fue allí muerto este Ferrando de la Calle, que era un buen omne por la persona e por linaje. E saliéronse los otros e no ovo otro ferido e fezieron treguas por un poco tienpo. En este tienpo mataron Gilete d’Alzedo a Pero d’Illeta d’Achuriaga e mató Pero Ortiz Vinagre a Martín de la Cruz d’Alzedo.

    

   Título (1076) // [Fol. 429 r., col. a]

   Estando en estas treguas, tomaron los Marroquines para Sancho Marroquín, fijo vastardo de Juan Marroquín, a la muger de Martín Tomás, que era de los de la Marca, e aposentáronse en su casa en tregua segura. E fue Lope Garçía con sus parientes a Santullán e dende pasó a Çerdigo e los Marroquines desanpararon la casa e fuéronse con la muger, que estava preñada del primero marido, a Samano; e tomó la casa e fue sobre los de Quintana d’Eslares e çercólos e, no esperando socorro, tornáronse de sus treguas e quedaron todos los d’Eslares e de Çordigo por suyos. E fechas treguas, tornóse a su casa, no fallando delante omne ninguno, ca iba poderoso con mil CC omes, que avía en ellos muchas armas.

    

   Título de la pelea que ovieron los de Morteruelo e los de Quintana en el canpo d’Eslares e de los que morieron

   En esta sazón pelearon los Amoroses e Marroquines d’Eslares con los de Morteruelo, que eran todos con Lope Garçía de Salazar, en el canpo d’Eslares, sobre palabras e morió Lope de los Piñales, de los de Morteruelo, e Sancho de Pes, de los de Quintana, e ovo otros feridos. E con esto tornáronse los de Quintana a los Marroquines e a los Amoroses, segund solían, e tomaron las casas de Çerdigo, que solía ser de la forçada, e la de Sancho Avad del Canpo; e con gentes de Samano tomavan e comían e no contavan, asoverviando a los vezinos.

    

   Título de cómo Lope Garçía de Salazar tomó las casas d’Eslares e de Çerdigo e puso en ellas a sus fijos

   Estos fechos no los oviendo Lope Garçía por buenos, levantó todos sus parientes e fue a Castro e a Çerdigo e fízoles barreras de madera e cavas e garitas e dexó en ellas a Diego de Salazar e a Juan de Salazar, sus fijos vastardos, con cada diez omes, vasteçidos de toda cosa de guerra; e con los que en Çerdigo e en Eslares eran suyos feziéronles guerra de allí en un año e medio e más, que nunca ome Marroquín ni de los que allí [col.b] eran suyos osaron venir a sus casas. E fazíanse mucha guerra por Castro e por Santullán e por todo cavo.

    

   Título de las asonadas que ovo entre Lope Garçía de Salazar e Marroquines sobre los Amoroses e sobre la torre de Vitoria e de lo que d’ello s[e] (1077) siguió

   En el año del Señor de mil CDXLV años pelearon Juan Amorós e sus fijos con los Marroquines e de Castillo sobre fechos de los ofiçios de la villa e ovo algunas muertes e feridas entre ellos. E los Amoroses, no los podiendo sofrir, fuéronse a las treguas de Lope Garçía de Salazar e dioles çinquenta onbres, que estovieron ellos en su varrio unos dos meses e más; e peleavan de casas a casas cada día allí e en toda parte. E por esto e porque los Marroquines de Castro e los de Castillo tenían tomada la torre de Vitoria, que la avía conprado Lope Garçía, e no gela querían dexar, desafiólos e tornóles las treguas; e aplazaron canpo para día señalado para en la Lonba de sobre Santullán. E Marroquines llamaron todas sus parentelas de Gules e Esqueras e Jebaja e de Soba e de los Velascos de Mena e de Salzedo e Gordojuela e de todas partes que los aver entendieron e juntáronseles fasta mil omes e más de todos estos. Fue Lope Garçía de Salazar con todos los parientes de Somorrostro e Portogalete e Varacaldo e de toda Galdames e Sopuerta e Pero Ferrández de Salzedo e Pero Ferrández de Murga e Juan de Salzedo de la Quadra e Martín Sánchez de Palaçio e sus parientes e los de Aedo de Carrança e los de Leçama, que eran todos fasta I mil DC omes bien armados, e fue a Santullán. E otro día púsose en la dicha Lonba, llamándolos al canpo, tirando truenos e tañiendo vozinas fasta ora de nona e los Marroquines e su valía no ovieron boluntad de pelear; entraron en Castro unos D omes d’ellos e conbatían quanto podían a los Amoroses e a los que con ellos estavan. Como lo sopo Lope Garçía, dexó en Santullán a los Çamudianos e de Sopuerta e Galdames e de Gordojuela e Carrança, que eran fasta DCCC omes, e él con los de Varacaldo e Portogalete e Somorrostro e Ontón, que eran fasta DCC omes, entró en la villa de Castro; e pasaron los suyos por el Arena a la mar vazía al varrio de los Amoroses e pelearon con ellos reziamente e sacáronlos del / [Fol. 429 v., col. a] varrio todo, sino de la iglesia de Santa María e de las torres de Vitoria e de castillo, e ovo muchos feridos de los suyos e matáronle a Pero Giles. Estando ençerrados los dichos Marroquines, sacáronlos de la iglesia de Santa María por pleitesía, ca no tenían qué comer.

   Dende a pocos días venieron Ferrand Sánchez de Salinas, mayordomo del Conde de Aro, por su mandado e Martín Sánchez de Ginea, Merino de la Encartaçión, e trataron treguas con condiçión que le dexasen su casa de Vitoria e a los Amoroses en sus casas e que saliesen todos los forasteros.

    

   Título de las peleas de Lonba e de Ornoas que ovo Lope Garçía con los Marroquines e Giles e de los que allí morieron

   Conplido todo esto, salió Lope Garçía e los forasteros de la villa e, reçelándose de los que estavan en Samano poderosos, fizo armar toda su gente e cavalgó en un cavallo e, su estandarte tendido, salió por la Lonba arriba. E enbío dezir a los parientes que estavan en Santullán que estoviesen armados e quedos a la orilla del logar para si fuese menester, porque todavía se reçelava de traiçión. E luego qu’él salió salieron los Marroquines de Castro e se juntaron con los de Samano por conplir su maldad que tenían acordada; e llegado Lope Garçía en la Lonba, acometiéronlo por tres partes, cuidando que, fiándose de la tregua, vernían desarmados, e así los unos le dieron por partes de Miono e los otros por partes de azia Samano e los otros por parte de la Mier de Ornoas. E como él vio esto, recogió en su cavallo todos los suyos a medio de la Lonba e púsose en ordenança con estandarte; e salieron los de Santullán e fueron juntar con los Marroquines que venían por La Mier de Ornoas. E como él vio esto, dio en los enemigos que estavan çima de la Lonba açerca d’él e en los que venían por partes de Miono; e en todos estos tres logares fueron luego desvaratados los Marroquines e sus valedores. E quedaron muertos doze omes en el canpo e dexaron muchas armas; e morieron de los de Lope Garçía quatro omes e ovo muchos feridos de todos. E recogiéronse todos a Sant Nicolás de Samano e otro día firmaron las treguas e fuéronse a sus comarcas, pero en Castro cada día se tiravan los Amoroses, que tenían la casa de Vitoria, con los Marroquines de Castro, que estavan en la [col. b] de Castillo; e de allí mataron con una saeta a Juan de Salzedo, fijo de Martín Sánchez Marroquín de Miono.

    

   Título de cómo mató malamente Sancho de Santiago a Pero Amorós de Castro.

   Después d’esto, estando en las treguas e viviendo Pero Amorós, fijo mayor de Juan Amorós, en la dicha torre de Vitoria, que era ome mucho de toda proeza, e su padre e los suyos de la villa con él, e en toda la Tenebrugura e los otros suyos en sus casas en la ribera, ca no osava estar en las sus casas de la Plaça, diole Sancho de Santiago una cochillada a traiçión e sin porqué, metiéndolo en palabras, que era fijo de Garçi Sánchez de Otanes, ome maliçioso, por invidia, que valía mucho, e morió a cavo de doze días. E por esta muerte fue echado de la villa e tierra en algund tienpo. E por la muerte d’este Pero Amorós se perdió el linaje de los Amoroses e se fueron a Marroquines los que quedaron.

    

   Título de la pelea de Çalla e de Lusa, que ovo Lope Garçía con Velascos e Marroquines a la Plaça e Terreros

   En el año del Señor de mil CDXLVI años juntáronse en la villa de Valmaseda los linajes de Velasco de Mena e de la Plaça de Valmaseda e los Marroquines de Castro e Samano e Goriezo e de Ibargoen e de Salzedo e los de [Arteaga] (1078) de Sudupe e de la Quadra, que eran Çamudianos, e fiziéronse todos unos e desafiaron a Pero Fernández de Murga. E posentáronse de todos estos linajes en Çalla e en Mendieta e en Lusa los mejores e tenían muy apretados a los dichos Çamudianos e Maruri con favor grande que tenían de la casa de Velasco. E toviéndolos así apretados e aperçevida toda su parentela, vino una mañana Lope Garçía de Salazar con DC omes, que no llamó al presente más por no los avisar, e dio sobre ellos, primeramente en las casas de Çalla e de Lusa, que salieron a pelear fuera a las varreras que tenían e fueron luego vençidos e ençerrados en las casas; e quedaron muertos el fijo del avad de Amenaga e Juan de Canpillos de Mena e muchos feridos e ençerrados conbatidos e, dándoles fuego a las casas, diéronse a prisión por salvar las vidas. E luego se dieron los de Lusa así mesmo. E durante esto fuéronse los de Ibargoen, que estavan en la torre de Mendieta, el monte // [Fol. 430 r., col. a] de Darçave arriba, dexando las armas por donde podían. E de los de Lope Garçía fueron feridos en el conbate de mucha vallestería que estava en las casas XXV omes e más e sus hermanos Ochoa Garçía e Fuino de Salazar de una lança por el muslo; e morieron d’estos suyos, feridos, Pero Ferrández de Salzedo de poca ferida por el braço, de pasmo, a XL días en la casa de Sant Martín e morieron Juan de Urrutia de Cordillas e Sancho del Monte e Sancho de Villar e Pero Gordojano de Poveña e Sancho de Musques e Ochoa Alva de Oyancas e Juan de Varadillu e Ínigo Ruiz de Llano, que morava en Portogalete, de feridas de saetas, tornados en Somorrostro dentro de XV días. E fueron presos de los Terreros e Archaga e de la Plaça e de Samano e de su valía fasta çiento omes de los mejores e más e tomadas todas las armas de CC omes e más.

    

   Título de cómo los Çamudianos entraron en tregua de Lope Garçía de Salazar

   Otro día siguiente fueron sueltos los presos de Terreros, que era Ochoa de Terreros e Ín[i]go de Terreros e otros de su linaje, e entraron en las treguas del dicho Lope Garçía; e así mesmo entraron los dichos Çamudianos, todos los que eran de Salzedo, que no quedó sino Lope Garçía de las Ribas solo por esta ayuda que les avía fecho. Veyendo que lo avían menester, porque tenían enemigos poderosos, no gelo demandó él ni lo quisiendo. E soltó a los presos de la Plaça porque le juraron de nunca ser contra él ni conpañía con sus enemigos; e así lo guardaron. E soltó a los de Velasco de Mena, que tenían presos, por cortesía e enbiólos a su linaje. E tovo presos XXX omes de Marroquines, de Samano e de Salzedo.

    

   Título de la prisión e muerte de Martín Ochoa de Castro e de otros que con él morieron

   A terçero día d’esta pelea de Çalla, estando Martín de Ochoa de Castro en Çerdigo fuido de la mortandad que morían en Castro, e Lope de Otanes e algunos de Castro con él, e oviendo fecho treguas [col. b] en Castro entre Marroquines e los de la Marca un corregidor que allí estava, fueron todo linaje de Marroquines e Çerdigo e salió Martín Ochoa a ellos (e), como era mucho esforçado, con çinquenta omes que tenía de la Ribera e de Castro; e no los podiendo sofrir, que eran CC omes e más, recogióse a la casa e quedaron tres omes de los suyos muertos e fue él ferido de una lança por la pierna e otros de los suyos. E diose a presión con ellos, ca no se podía defender, e leváronlos presos a la torre de Sant Nicolao de Samano e fueron sueltos todos los presos que de Marroquines estavan en la casa de Sant Martín, que los avían traído de Salzedo, por el dicho Martín Ochoa e por los suyos. E venido Martín Ochoa de Santullán, morió de pasmo de aquella ferida, que era poca cosa, a cavo de XX días.

    

   Título de cómo vino el poderío de la casa de Velasco, estando sin treguas, sobre Lope Garçía de Salazar

   En el año del Señor de mil CDXLVIII años enbiáronse quexar estos Marroquines al Conde de Aro, deziendo que ya no lo podían soportar, que los socorriese, si no, que se irían al dicho Lope Garçía de Salazar e se desnaturarían de la casa de Velasco. E con este afincamiento e con otros muchos, envió a Ferrando de Velasco de Mena con CCC omes de cavallo e con V mil omes de pie de Trasmiera e de Visio e de Soba e Ruesga e de Losa e Valdegovia e de Velascos de Mena e de Losa e Valdegovia e de Castilla Vieja e DCCC omes de la casa de Ayala que le dio Pero Lopes de Ayala e Lope de Salzedo e los de Aedo de Valmaseda e otros muchos, pero no vino en éstos ninguno que fuese Negrete ni de Salazar, e allegáronse en Valmaseda.

   Lope Garçía llamó todas sus parentelas de Ones e Negretes e Salazar e no le vino ninguno, sino los de Legiçamó[n] e de Asúa e Susúnaga, que venieron CCC omes mucho armados. E con éstos e con los de su solar ayuntó II mil CCC omes. E llegó Avellaneda e aposentóse en Carral. E esperando allí, sopo cómo Ferrando de Velasco con su gente era partido por el Ospital e Arzentales e a Pedredo para entrar a Santullán e partióse de Carral para pasar a Setares en soco-rro / [Fol. 430 v., col. a] d’ella. E llegados en ella, asomaron los de Velasco a [San] (1079) P…….. (1080) e vaxaron a Lavaliega e asentaron allí su real. E Lope Garçía estuvo quedo en llano e ovo en el ría de Sant Christóval algunas escaramuças de saetas. Estando allí, sopo cómo Pero de Avendaño e don Pero Velas de Guebara e Martín Roiz de Arteaga e Martín Roiz de Ganboa eran llegados con grandes gentes en comarca de Vilvao e se venían a la villa de Portogalete e a Somorrostro. E por reçelo d’éstos partióse de allí con toda su gente e fuese a Somorrostro. Fernando de Velasco partióse con su gente otro día de mañana por las Muñecas arriba e entró en Santullán e en Castro. E como todos los de allí estavan con Lope Garçía, no fallaron contraste e tomaron las casas e fizieron mucho daño en lo suyo.

   Porque Lope Garçía sopo que se venían [a] juntar en uno los de Bilbao e de Vizcaya a Somorrostro e ya eran llegados en Varacaldo, dexó a Foruno de Salazar, su hermano, con CL omes en las casas de Sant Martín e fuese él con todos los otros a la villa de Portogalete, que estava mal reparada, e reparóla. E Ferrando de Bilbao entró en Somorrostro e puso su real a las carreras e los de Vizcaya e Guipúzcoa a Trapaga e a Varacaldo e estovieron así tres días, escaramuçando en algunos logares. Vino de corte el dotor Antón Gómez de Ulloa, que era alcalde en la corte, por mandado del rey don Juan e púsoles tregua de XC días e esparçiéronse todas las gentes a sus comarcas.

   Con esta fortuna fuerónse al Conde de Aro Ochoa Garçía de Salazar, su hermano, e Pero Ferrández de Murga e los de Loiçaga e Ferrando de Alzedo e los más de Alzedo, sino Martín d’Alzedo e Ochoa, su hermano; e los de Palaçio de Gordojuela tanbién e fueron al Conde e los Santullán e de la Marca e de Castro.

    

   Título de la segunda venida de la casa de Velasco con Ferrando de Velasco sobre Lope Garçía de Salazar e de cómo quemaron las casas de Largacha e de allende de Gordojuela e de lo que d’ello suçedió [col. b]

   En el año del Señor de mil CDXLXIX años, en el mes de setienbre vino este Ferrando de Velasco con mucha gente de cavallo e de pie a la villa de Valmaseda, e con él los dichos Ochoa Garçía de Salazar e Pero Ferrández de Murga e Ferrando de Alzedo e Sancho Garçía de Otanes e Ferrando de la Marca e todos sus parientes, que eran del dicho Lope Garçía, tornándosele enemigos por falta de coraçones, deziendo que quería entrar en Somorrostro. E Lope Garçía, veyendo su venida poderosa e serle falleçidos muchos de los suyos, e peor, serle enemigos, recogió sus parientes e púsose con DCC omes barreado en rededor de la casa de Sant Martín. E puso a sus hermanos e a Fortud Sánchez de Salzedo otros DCC omes en la villa de Portogalete. E con esto, Ferrando de Velasco pasó a Gordojuela con todos estos e quemó e derribó las casas de Largacha e de all[e]nde, (1081) e robóles todos averes e muebles. E de allí fuese a Castilla con mil omes de pie e con CCC de cavallo, a la guerra con el Conde sobre Gomiel de Içán.

   En el año del Señor de mil CDL años, en el mes de julio vino este Ferrando de Velasco en la villa de Valmaseda con toda la gente de cavallo e juntó todas gentes de pie susodichas, diziendo que quería entrar en Somorrostro. E Lope Garçía reparóse en su casa en la villa de Portogalete, como el año enantes lo avía fecho. E de allí partióse este Ferrando de Velasco con todos súpitamente e llegó, noches e días, sobre la villa de Frías e cercóla por todas partes, no les dexando aperçevir de cosa alguna, porqu’el rey don Juan le avía fecho merçed d’ella al Conde. E toviéndola çercada, pelaron un día fuera de la villa e mataron allí a Sancho de Alzedo e a Ochoa de Salazar e al alcalde de Sona. E vino el Conde por sí sobre ella e tóvola çercada; e tomóla por fanbre e por sed, como no estavan aperçevidos, a cavo de dos meses, espeçialmente por agua, que no lo avían.

    

   Título de la mu-[erte] (1082) // Fol. 431 r., col. a] [de] Ochoa de la Quintana d’Alva, que mató Gonzalo de Salazar, e de la causa d’ella

   En este año, continuándose esta guerra entre estos linajes, çercó Gonzalo de Salazar, fijo de Lope Garçía, una madrugada a Ochoa de la Quintana, que era buen Marroquín, en una su casa de Vea. E salió dándole fuego, segurándolo Ochoa d’Alzedo, e levóle el dicho Gonzalo de Salazar la caveça con un cochillo, deziendo qu’él no lo mandó segurar ni seguró, seyendo este Gonzalo moço de XVII años.

    

   Título de los fechos que pasaron sobre el corregimiento de Vizcaya

   En el año del Señor de mil CDLI años morió el dotor Pero González de Santo Domingo, Corregidor de Vizcaya, de su dolençia en la villa de Gernica e lleváronlo a Santo Domingo. E fizo merçed el rey don Juan del dicho corregimiento a Mendoça, Prestamero de Vizcaya, el qual enbió a Ochoa Sánchez de Ginea, que era prestamero por él, a Vizcaya, a Juan Alonso de Múgica e a Pero de Avendaño e a Fortún Garçía de Arteaga e a Sancho de Çamudio e a Fortún Sánchez de Villela e a Ochoa Urtiz de Gecho e a Gonzalo d’Arançivia e a todos los escuderos señalados de toda Vizcaya, faziéndoles saver cómo el Rey le avía fecho merçed del corregimiento e que les ploguiese d’ello, pues era onra e provecho d’ellos e d’él e favor grande a la justiçia, e que oviesen manera de se juntar en uno a día çierto porqu’él quería venir a Gernica a fazer Junta General para mostrar la dicha merçed e fazer juramento de guardar la justiçia, segund costunbre de Vizcaya.

   E así juntado con ellos, cada unos por su cavo adonde los fallava, los quales e cada uno d’ellos le respondieron que les plazía mucho d’ello e que farían en todo ello segund qu’él lo mandava e mandase. E si les plazía o pesava d’ello, no le dio ningunos d’ellos otra respuesta e si fue por amor o temor o por no se descobrir o por no se fiar unos de otros, pues eran enemigos, aunque veían que era desafuero e da-ño [col. b] del condado e d’ellos, porqu’el prestamero, que era secutor, avía de ser juez en sus penas, de lo qual los corregidores pasados solían guardar el derecho común a los pueblos e a los prestameros e merinos e agora que veían que eran desaforados, ca Vizcaya sienpre ovedeçiera más libertades que otras tierras que los omes sopiesen e una d’ellas era qu’el rey les avía de dar corregidor por vida e pagado de sus dineros e no les avía de tomar por sentençia çevil ni criminal que les diese; e avía de ser el tal corregidor letrado e del río de Ebro arriba, por que no fuese parçial. Pero con todo pareçió después que les pesava e pesó a todos mayores e menores, segund adelante se dirá.

   E con esta respuesta se vino el dicho Ochoa Sánchez a la Encartaçión e dixo esta mesma razón a Lope Furtado de Salzedo e a Ochoa de Murga e a Juan Marroquín e a Martín de Ibargoen e a Salazar de Palaçio e a Diego de Largacha e a Diego de Traslaviña e a todos los mejores de la Encartaçión e esto mesmo le respondieron todos, cada uno por su cavo, segund que los de Vizcaya; e aun con aquella voluntad, segund adelante se pareçió.

   Después de todo esto, llegó este dicho Ochoa Sánchez a Lope Garçía de Salazar en Sanchosolo, que iba a la muerte de Martín Sánchez de Palaçio, e díxole esta misma razón que dicho avía a los otros e la respuesta d’ellos e que a él devía plazer más que a todos porqu’él avía más deudo con el dicho Mendoça que todos ellos. A las quales palabras el dicho Lope Garçía le respondió así: «Por çierto, Ochoa Sánchez, sabe Nuestro Señor que si el Rey fiziera merçedes al señor Mendoça de villas e señoríos en Castilla», que a él ploguiera e plaziera mucho e posiera el cuerpo e la fazienda en lo ayudar a ello, pero en lo que tocava a esto que sopiese que le pesava e pesaría d’ello e que, si ál dixiese, que mentiría, ca era perdiçión de su livertad e de todo el condado e señorío de Vizcaya e de la Encartaçión e que de cosa que era su daño no le podía plazer. Pero que pues Garnica era caveça de Vizcaya e todos los d’ella e de la Encartaçión / [Fol. 431 v., col. a] lo querían, como él dezía, que no era cosa qu’él remediar podiese e, con tanto, que abría de fazer lo que los otros, pero que sería a su pesar, por le dezir verdad.

   A las quales palabras el dicho Ochoa Sánchez le dixo así:

   -Por çierto, Lope Garçía, mi señor Mendoça al contrario lo pensava, que no así, pero yo vos digo de su parte e de la mía que, si vos ploguiere, qu’él será corregidor e, si bos pesare, tanbién; por ende, fazed lo que vierdes que vos cunpla, ca yo ni otro no vos lo dirá más. E quedadvos con Dios.

   E Lope Garçía le respondió e dixo así:

   -Ya vos dixe, Ochoa Sánchez, e vos dezides bien e creed, que otra vez vos digo, que si en mi poder fuese e fuere, que no lo sería ni será, ca lo querría él por secutor, commo lo vieron mis anteçesores, pero no por juez e secutor (1083), que no ha menester más para ser señor soberano del dicho condado.

   E con esto se partieron de en uno.

   E luego el dicho Lope Garçía fizo fazer Junta General en Avellaneda, que era caveça de la Encartaçión, e, mostrándolos el desafuero e daño que les venía, luego todos, de un acuerdo e voluntad, juraron de no lo consentir o de morir sobre ello, aunque Vizcaya lo consentiese; e sobre todos los dichos Lope Furtado e Ochoa de Murga. E fuéronse todos los mejores de la dicha Encartaçión a la junta que sobre ello se fazía en Gernica, donde estavan todos, mayores e menores, conçertando para lo reçevir con el dicho Ochoa Sánchez. E como oyeron la razón del dicho Lope Garçía, fueron concordes con los de la dicha Encartaçión e juramentáronse con ellos de un acuerdo e de una voluntad, entendiendo que, si lo consentían, que avían perdido sus livertades e que serían sujetos más que sus anteçesores. E luego llamaron a las villas de Vizcaya que los ayudasen al dicho desafuero con las costas e con las personas e a soplicar al Rey, las quales les respondieron que, pues el Rey no les fazía agravio ni les mandava reçevir al dicho Mendoça por corregidor e ellos tenían buenos alcaldes de cada villa, como sienpre [col. b] las tovieron sus antepasados, que no se querían entremeter entre ellos e el dicho Mendoça, quánto más qu’él no era su prestamero ni secutor, como lo era de la tierra llana de Vizcaya e de la Encartaçión, e que viesen lo que les conplía e que d’ellos no esperasen otra cosa.

   Veyendo los dichos vizcaínos e de la Encartaçión que les era neçesario de se defender de tal tributo e sojuçión, soplicaron al Rey con buenos e sufiçientes procuradores e, no les quesiendo oyer, dio sus cartas confirmatorias por dos o tres vezes, los quales, venido el dicho Mendoça con ellas a la villa de Gernica, no le quisieron conplir ni consentir. E porque tomó su tema con el dicho Lope Garçía sobre todos los otros, deziendo qu’él le fazía perder el dicho corregimiento, (ca) ganó una carta del Rey para lo prender en la dicha junta; e savido por él, fízolo saver a la Encartaçión e fueron con él mil D omes de la dicha Encartaçión de todos los mejores d’ella. E llegado en Doibalçaga, que es sobre Gernica, enbiáronle dezir los de las villas de Vizcaya que estavan en Gernica, e aun otros algunos de los de Vizcaya que andavan entreverados, que no le conplía de llegar a la dicha junta e que se tornase e que ellos catarían manera por que su presión e fecho fuese librado por otra manera. A los quales el dicho Lope Garçía respondió qu’él en ninguna otra manera no çesaría la ida, pues no avía fecho por qué, ca él tenía razón de defender las livertades del condado, pues que era uno de los mejores d’él, e que, si los vizcaínos así lo desanparavan e mandavan tornar de ir a la dicha junta, qu’él se iría al Rey, su señor, ca no tenía fecho cosa por que temor oviese de ir ante su merçed; e que bien desde allí se partería de la conpañía e hermandad que con Vizcaya tenía e tenido avía, ca él no avía fecho cosa sino en favor de las libertades de los fijosdalgo de Vizcaya, ca las villas no devían tener que ver en esto, quánto más pues falleçido le avían.

   E con esto, todos los escuderos // [Fol. 432 r., col. a] de la merindad de Uribe, que allí en Doibalçaga, que era junta, eran llegados, dixieron que fuese a la dicha junta sin temor ninguno e que ellos irían con él. E así movieron todos los de la dicha merindad e los de la Encartaçión, que eran III mil omes e más, e entraron en la Junta de Gernica, adonde el dicho Mendoça estava con poco onor; se fue a la villa de Gernica e dende a Vilvao e allí, en la junta, ordenaron que fuesen Juan Alonso de Múgica e el dicho Lope (1084) Garçía de Salazar al Rey sobre defender sus franquezas e livertades. E antes que partiesen morió el dicho rey don Juan, a cavo de un año que este pleito se començase, e fueron al rey don Enrique, su fijo, que ya reinava, a la çiudad de Jaén. E traxieron provisiones para sus livertades e defendiéronle el dicho corregimiento, fasta qu’el dicho rey don Enrique vino a jurar a Vizcaya de les guardar sus livertades, segund los reyes pasados, e les dio al dotor Gonzalo Ruiz de Ulloa por Corregidor de Vizcaya en la çiudad de Vitoria (1085).

    

   Título de cómo Lope Garçía de Salazar tomó la torrata de Castro e de las cosas que d’ella se fizieron

   En el año del Señor de mil CDLI años, sentiéndose mucho este Lope Garçía de Salazar porque Marroquines señoreavan a la villa de Castro e a sus comarcas con la nueva conpañía que tenían con los de Santullán, (e) salió de su casa ençima de un cavallo con çinquenta omes, entró en la dicha villa e tomó la torre que estava sobre la puerta de Santa María de los Portales e forteficóla e vasteçióla mucho de todas cosas de guerra. Dexó a Diego de Salazar, su fijo vas-tardo, [col. b] en ella, que era omne guerrero, con buena conpañía e fazíase d’ella mucha guerra, (e) entrando e saliendo en ella el mesmo Lope Garçía por mar e por tierra. E tóvola dos años e más, en los quales ovo muchas peleas e escaramuças e muertes e feridas con los dichos Marroquines e Santullán e la Marca, que todos eran unos contra el dicho Lope Garçía, salvo que toda la comunidad de la dicha villa e comarcas, que era de natura de aquel linaje todos, (e) tenían la voluntad con él. Quatro vezes fue çercada la dicha torraca e tantas la(s) desçercó e vasteçió, a pesar de todos sus malquerientes, no fallando enemigo que delante se le posiese ni saeta le tirase.

    

   Título de los omes que Diego de Salazar e Ferrando, su hermano, mataron de los Marroquines

   Estando en esta torrata, mataron Fernando de Salazar, fijo legítimo de Lope Garçía, e Diego de Salazar, su hermano vastardo, dos omes de Marroquines, uno a Sant Lorenes e otro a la fuente de Mélida. Otrosí mató este Ferrando de Salazar a Ochoa Marroquín, fijo mayor de Sancho Urtiz Marroquín, que era pariente mayor de Marroquines, el que avía muerto a Martín Ochoa de Castro, (e) conbatiéndolo subiendo ençima de la çerca, de una saeta por los gargueros d’ençima de la torre e cayó luego muerto; e ferieron a Sancho de Santiago e otros muchos.

 

   Título (1086)

   Dende a poco tienpo, oviendo tregua con estos Marroquines, mató Lope de la Reigada a Sancho de Traslanillo en aquella torrata, estando anvos a dos en guarda d’ella, seyendo criados del dicho Lope Garçía, yoguiéndose a dormir en la cama, con un destral dándole en la caveça, e se fue desterrado e morió por mal cavo. E la causa d’esta muerte fue porque los hermanos d’este Sancho le acusaron de furto de dos bueyes de un su padre.

    

   Título de cómo fue derribada la torrata de Castro e de la causa d’ella

   En esta sazón trataron buena tregua entre todos e dio Lope Garçía en tenençia sobre omenaje la dicha torrata a Sancho Garçía de Otanes e a Lope Garçía, su fijo, e a sus fijos. E quebrantando aquello, derribáronla por el suelo e marrones juntos en uno, quebrantando las treguas e juramentos e omenajes, fasta la çerca. / [Fol. 432 v., col. a]

    

   Título de la conpañía que se trató entre Lope Garçía de Salasar e los Marroquines e de lo que se fizo

   Estando los fechos en este medio, ovieron contienda e mucha profidia e roído entre estos linajes todos e fizieron nueva consideraçión e conpañía los de Castillo e Amoroses e de la Marca e de Santullán contra los Marroquines e echáronlos fuera de la villa. Los Marroquines, veyéndose burlados d’estos linajes, espeçialmente de los de Castillo e Amoroses, (e) juntáronse con Lope Garçía de Salazar e fizieron con él contra ellos sus consideraçiones con fuertes juramentos, con liçençia e mandado del Conde de Aro. E entraron todos mucho poderosos en la dicha villa de Castro e ençerráronse todos ellos en la torre de Castillo. E durando esta conpañía e estando ençerrados en la dicha casa de Castillo e Santullán, trataron conpañía con Marroquines e con Castillo e Santullán, ayuntándolos en uno Lope Furtado de Salzedo e Ochoa de Murga, quebrantando la amistad e conpañía que tenían con el dicho Lope Garçía sin causa.

    

   Título de la muerte de Sancho de Santiago, que mató Gonzalo de Salazar, e de lo que d’ello s[e] (1087) siguió

   En esta sazón mató Gonzalo de Salazar a Sancho de Santiago en la calle de Castro e la causa de su muerte fue que este Sancho de Santiago e Garçón de Otanes tratavan con Marroquines por que ellos e ellos matasen a este Gonzalo de Salazar e a Diego de Salazar, su hermano, a traiçión e, sopiendo él esto por çierto, fallólos a juzgar las tablas en la calle, que se venía de su casa, que morava allí en la torre de la Marca e era merino por Lope Garçía, su padre, e tomólo en la porquera e matólo súpito; e cuidó matar a Garçón e acogiósele las escaleras arriba e saltó por las ventanas detrás e fuese a Sant Françisco.

    

   Título de cómo Lope Garçía de Salazar fizo la torre que le avían derribado e de la causa d’ello

   En este tienpo ya avía fecho el dicho Lope Garçía la dicha torrata que le avían derribado e, estando en la dicha villa, entró Ferrando de Salazar en la casa de la Quadra e tomó la muger que [col. b] fue de Juan de Salzedo, que estava viuda, por fuerça e apoderóse en la casa e casóse con ella. E levantáronse contra él Mendoça, Prestamero de Vizcaya, e todo el conçejo de Vilvao, que de Vizcaya no se quiso levantar con él ninguno; e de otra parte levantáronse Lope Furtado de Salzedo e Ochoa de Murga e los de la Plaça de Valmaseda e Diego de Traslaviña e los de Santa Cruz e los Marroquines de Salzedo e los de Ibargoen e los Velascos de Mena.

   E savido este levantamiento, echó el apellido el dicho Lope Garçía, su padre, que estava en Castro, que d’este fecho no savía nada, e dexó en Castro a Gonzalo de Salazar e a Diego, sus fijos, en la torre de la Marca e en la torrata con çinquenta omes, ca estava en la villa el corregidor Sant Juan Ortiz de Caráus, que era venido por el Rey e les avía puesto treguas, e fue a Sant Martín. E otro día entró en la Quadra con DCCC omes bien armados, que ya era Ochoa Garçía, [su fijo, con él] (1088), e aposentóse en las dos torres de la Quadra; e los que eran de Juan de Salzedo recogiéronse al cadafalso de Juan de Ugarte de la Quadra. E aposentáronse en Sudupe Ochoa de Salazar, fijo d’este Lope Garçía, que açercó (1089) en Ayala, e Ínigo de Murga e los Ospines, que venieron con él, e los parientes de Furtud Sánchez de Salzedo, ca él estava con Lope Garçía; e así mesmo estavan con él Sancho de Lacavex e sus parientes por la conpañía que avían fecho primero con él, que gela guardavan e guardaran más, si podieran.

    

   Título de la pelea de la Quadra e de las otras peleas e muertes que sobre este de la Quadra conteçieron e de las causas d’ello

   Estando el dicho Lope Garçía aposentado, segund dicho es, en la Quadra, vino Mendoça e todo el concejo de Bilbao e Lope Furtado de Salzedo, que eran mil D omes mucho armados e, veniendo con grand sovervia, pasaron el río de la Quadra. E salieron el dicho Lope Garçía e Lope e Ferrando e Juan e Pero de Salazar, sus fijos e sus hermanos e parientes, a ellos // [Fol. 433 r., col. a] e juntáronse en el aldea. E travada la pelea, fueron desvaratados Mendoça e Lope Furtado e Martín Sánchez de Legiçamo e los que con ellos venían e pasaron el río fuyendo. E quedaron allí muertos d’ellos Sancho de Goiri e Juan de Madariaga e Juan Ordoño de la Quadra e otros algunos; e ovo otros muchos feridos e dexaron algunas armas. Morieron de los de Lope Garçía, convatiendo una casa, de feridas de saetas Chopino de Loredo, su sobrino, e Pero de Carral e Juan del Geru e fueron otros muchos feridos.

   En este día mesmo pelearon en el nozedal de Sudupe Ochoa de Salazar, fijo de Lope Garçía, e Ínigo de Murga e los Ospines e los de Fortud Sánchez de Salzedo con Ochoa de Murga e con los Marroquines de Salzedo e de Ibargoen e con los Velascos de Mena e fueron muchos feridos, espeçialmente Ínigo de Murga e Ochoa de Murga, de lanças por los muslos, e Fortuno de Murga e otros muchos de anbas las partes. E morió de una saeta el fijo del alcalde de Urrutia de Ibargoen e recogiéronse todos, cada unos a sus casas, sin vençimiento; e otro día fezieron treguas de XX días e esparçiéronse todos. E Ferrando de Salazar dexó la casa al alcalde de Loiçaga en fialdad e levó a su muger a Portogalete, que era de allí natural e bien eredada.

    

   Título de cómmo los Marroquines derribaron la torrata de Castro la segunda vez e por qué causa

   Estando Lope Garçía en Salzedo, vino allí Gonzalo de Salazar, su fijo, que era salido de la villa de Castro por reçelo del corregidor Sant Juan Ortiz, e sopo más: cómmo los Marroquines todos eran fechos con los de Santullán e de Castillo, falleçiéndole Juan Marroquín e Pero de Miono e muchos d’ellos que con él tenían, e querían acometer los suyos que dexara en Castro con el Corregidor, que estavan en las casas de Vitoria e de la Marca e de la torrata. E vino aquella noche de noche a su casa e, fuendo a Ontón con sus parientes, falló que avían derribado de noche la torrata, dándola por vileza unos cri-ados [col. b] suyos que la tenían, dexándolos salir a salva fe; e los otros de las otras casas defendiéronse. E llegado a Salto de Cavallo, vino allí el Corregidor e, posiéndoles grandes penas, púsoles treguas e quedaron las dos casas de Castro e los de la Marca por suyas e quedó el dicho Corregidor en la dicha villa por corregidor.

    

   Título de cómo Lope Garçía de Salazar entró en la villa de Castro por mandado del Corregidor

   En el año del Señor de mil CDLIV años, en el mes de dizienbre, estando este corregidor Sant Juan Ortiz en la dicha villa de Castro, porque los Marroquines e Santullán e su valía no le dexavan fazer justiçia, enbió secretamente por Lope Garçía de Salazar, que era Merino de la dicha villa, para que le diese favor para todos fechos de fazer justiçia e entró una noche con la luna con CCC omes armados antes del día; e porque ya eran entrados todos los Marroquines en la villa, púsoles el dicho Corregidor treguas del Rey. E dende a tres días tiraron muchas saetas de la villa de arriba, no guardando la dicha tregua, e una d’ellas, que dio en la pared de la torre de la Marca, resbalando avaxo, diole a Diego de Salazar, fijo vastardo de Lope Garçía, por la caveça poca cosa; e por mala cura, morió d’ello a cavo de LX días en Somorrostro.

    

   Título de la primera pelea que ovo Lope Garçía con los Marroquines de noche en la calle de Castro

   Después d’esto salieron todos estos Marroquines e de Santullán e Castillo una noche al primero sueño armados, fasta quinientos omes, e conbatieron la casa de oteo de la Tenebregura e fezieron saltar a los de Lope Garçía por las ventanas a otras casas; e mataron dentro d’ella a Juan de Goveo, que era de Salzedo, e prendieron a Taramonilla, que avía seido Marroquín, e tomaron la casa. E pasaron a la rúa Mayor e, conbatiendo la casa qu’el Corregidor posava con una luna mucho clara que fazía, allegó Gonzalo de Salazar, que posava en Sant Françisco, con pocos omes que con él salieron e dio en ellos por de través; e no le posiendo cara, volvieron espaldas. E siguiéndolos fasta dentro de su / [Fol. 433 v., col. a] varrio, (e) cortó las piernas a Ochoa del Corral de Çerdigo e cayo muerto e ferió a Martín Garçía de Relloso e a Ochoa, fijo de Sancho d’Otanes, con la espada por las piernas e, malferidos, se l’escondieron entre unos toneles e, dexando muchas armas, (que) escaparon en su varrio, que ya eran llegados Lope Garçía e todos los suyos e tomaron la casa de oteo que tomado les avían.

   Otro día, fuendo Lope Garçía a Sant Françisco [a] estar con el Corregidor, dieron con una saeta por los pechos a Juan de Calduendo, criado de Lope Garçía, que iba con él, tirándole a él por una avertura de entre las puertas de la villa, e morió luego. En este día dio Gonzalo de Salazar a Juan de Ameçaga, que era de Lope Furtado, de una saeta por los tovillos, andando en el varrio d’ellos floreando una espada, e morió a çinco días d’ella.

   Durando este fecho en la dicha villa, escaramuçando cada día, los Marroquines llamaron sus parentelas e veniéronles en socorro Lope Furtado de Salzedo. E entraron por las cavañas e feziéronse con los que estavan grande gente, que pasavan en DXC omes. E veniéronle a Lope Garçía los Çamudianos de Fortud Sánchez de Salzedo e los de Palaçio de Gordojuela e los de Largacha e de Somorrostro e de Galdames e Sopuerta, aunque d’ellos quedaron por guardar la tierra, que le entraron por la mar, que eran fasta DCC omes, todos bien armados. Venieron los de Velascos de Mena DC omes en ayuda de Marroquines e posentáronse açerc[a] (1090) de Castro, en el aldea de cavo Braçuma, e estovieron así algunos días.

    

   Título de la pelea de la cruçijada de la puerta de Sant Françisco e de los que morieron e de la causa d’ella

   Estando algunos días así faziéndose guerra por donde podían, porque los dichos Marroquines e Lope Furtado e Ochoa de Murga robavan los vinos e las vacas e otras cosas de los parientes de Lope Garçía d’Eslares e de Çerdigo e de [a]llende el agua, que estavan con el dicho Lope Garçía en la villa, salió el dicho Lope Garçía por mandado del Corregidor con CCCL omes bien armados e fue a Eslares, e con él sus fijos Lope de Salazar e [col. b] Gonzalo de Salazar e Juan de Salazar Vorte, e quedaron los otros en la villa. E tomó e vertió todos los vinos que falló de los enemigos en la ribera d’Eslares e de Çerdigo e quemó la casa que fue de Martín Tomás, que era suya, que gela tenían tomada.

   E como los Marroquines e su valía sopieron su salida, esperáronle todos en el camino de Urdiales e a las cavañas de la villa e, como lo sopieron los de Lope Garçía, armáronse todos e posiéronse a la puerta de la villa. E como él llegó e los enemigos vieron su aperçivimiento, dexáronlo pasar, desenbargando el camino de Urdiales; e entrados los más en la villa, dieron por tres logares en el dicho Lope Garçía e sus fijos, que venían en la reguarda con los más que con ellos avían salido. E juntándose todos los d’anbas las partes en las dos calçadas de la cruçijada e peleando reziamente, fueron vençidos los dichos Çamudianos e Lope Furtado e Velascos e Marroquines e todas sus familias; e quedaron allí muertos en la cruçijada XII omes d’ellos, de los quales eran Martín de Valenchana e Ínigo de Çubiete e otros dos de Ibargoen e de Gordojuela e el Rubio de la Quadra e otros dos mançevos de Lope Furtado e de Ochoa de Murga e Garçía de Lovera e Juan de Gijares e otros quatro de Otanes e Samano, que eran todos XIV omes, que yazían todos uno cave otro; e allí se le salió Ochoa de Murga a Gonzalo de Salazar de las manos, dexándole el pavés. E quedaron escondidos XXII omes d’ellos so una peña, en la mar metidos, porque no los vio ninguno e se fueron de noche; e dexaron muchas armaduras de vallestas e de sojas e de paveses e varretas e así guareçieron a sus estançias.

   Dende a dos días tiraron del varrio de arriba a las casas de la rúa Mayor con un trueno e, pasando el tablado, dio la piedra en la caveça a Ochoa de las Ribas, fijo de Ochoa Ortiz de Salzedo, e morió a terçero día d’ello. Venieron los alcaldes de la hermandad de Trasmiera e Ferrando de la Torre de Burgos con cartas del rey don Enrique e fizieron treguas entre ellos e salieron todos los forasteros de la villa.

    

   Título de cómo fue desterrado Lope Garçía de Salazar e cómo venien-do // [Fol. 434 r., col. a] delante fue çercado

   En el año del Señor de mil CDLVI años entró el rey don Enrique Quarto en Guipúzcoa e en Vizcaya e derribó casas fuertes e llanas e fecho muchas cosas de justiçia e desterró a todos los mejores d’estas tierra[s] de Vizcaya e de la Encartaçión e de Guipúzcoa e reformó las ermandades, segund se contiene en los títulos de sus fechos, entre los quales dichos desterrados fue uno Lope Garçía de Salazar por quatro años a la villa de Xemena. E llegado en la çiudad de Sevilla, adoleçió de terçianas; e llegado a punto de muerte o porque los físicos le dixieron que, segund su hedad e dolençia, no podía aver vida, si de Dios o de los aires de su tierra no la oviese, e codiçiando vevir, fízose traer en andas con azémilas a sus fijos, diziéndole que era duda poder llegar vivo a ella. E desde Guadalupe enbió su fijo Lope de Salazar a Jaén al Rey a le fazer saber su venida e que no era por otra cosa su venida sino deseando la vida, commo de toda criatura es codiçiada, pediéndole por merçed no la oviese por enojo, pues temor de la muerte gelo fazía fazer.

    

   Título de cómo Lope Garçía fue çercado de los corregidores y hermandades de Vizcaya e Guipúzcoa e Hasturias

   E llegado en la su casa de Sant Martín antes de aver mandado del Rey, levantáronse sobre él el corregidor Gonzalo Ruiz de Ulloa con toda la hermandad de Vizcaya e Mendoça, Prestamero de Vizcaya, que era Corregidor de Guipúzcoa, con toda la hermandad de Guipúzcoa e Ferrando de Varrionuevo, Corregidor de Trasmiera e de Santander e de Sant Viçente e Laredo con todas las hermandades d’ella e posentáronse en Somorrostro en las comarcas, llexos de la su casa; e él estóvose en ella sin temor d’ellos e ya mucho mejorado de su dolençia, que así como llegó en los [col. b] aires de su tierra, donde fue naçido e criado, como le dixieron los físicos, nunca más le tomó la terçiana e luego fue tornado en su ser.

   E como los dichos corregidores e hermandades vieron que no lo podían enpeçer en la dicha su casa, que estava con çient omes, que no quiso más por que no se dañasen contra la justiçia, (e) fuéronse a sus comarcas e enbiáronse querellar d’él al Rey, diziendo que era venido en su deserviçio por quebrantar las dichas hermandades. E con esto, estando en corte Lope, su fijo, enbióle mandar al Rey con él e con un escudero suyo que le entregase la casa e se fuese a su merçed, segurándosela e prometiéndole de lo guardar como a servidor suyo. E entregando la dicha casa, fuese a su merçed con sus fijos e, cuidando todos que avía de padeçer por aquello, antes fue bien reçevido e andovo tres años conpliendo su destierro por donde le plogo, fuera del Condado de Vizcaya e de la Encartaçión, e fue perdonado quando los otros desterrados.

   E andando así desterrado, fue mucho perseguido por pleitos e clímines e çeviles por ant’el Rey e por chançellería e por ante los Obispos de Burgos e de Calaorra por los dichos Corregidor e hermandad de Vizcaya e de la Encartaçión, toviéndole su casa e ocupándole sus bienes, faziéndole fazer muchos gastos e él a ellos, demandándole muchas penas para la hermandad. E así se les defendió, ca el Rey lo guardó su justiçia e eso mesmo los obispos e juezes susodichos.

    

   Título de cómo se querelló al rey don Enrique del corregidor Gonzalo Ruiz e fue pribado del ofiçio

   Estando ya en su tierra perdona(n)do e conplido su destierro, aunque no le avían entregado su casa, llamáronlo a la cadena con DCC parientes de los suyos por la fuerça de la muger que fuera de Juan de Salzedo, que tomara Ferrando de Salazar, su fijo, deziendo que fuera en favor de la fuerça, condenándolos a muerte si no se presentasen a la dicha cadena, e fueron mucho fatigados por el Corregidor e por Mendoça. E por esto enbió al dicho Lope, su fijo, a se querellar del dicho corregidor Gonzalo / [Fol. 434 v., col. a] Roiz de Ulloa e mostrando los agravios qu’él e su linaje d’él reçibían en favor de sus enemigos, por lo qual fue privado del dicho corregimiento e proveído d’él Lope de Mendoça. E morió luego el dicho dotor de Ulloa e, aveniéndose en costas con el dicho Mendoça, Prestamero, fueron dados por quitos el dicho Lope Garçía e sus parientes e tornada (le) la su casa.

    

   Título de la justiçia qu’el corregidor Juan Garçía de Santo Domingo e la hermandad de Vizcaya fizieron

   En el año del Señor de mil CDLII años, muerto el corregidor Lope de Mendoça e su muger en la villa de Vilvao de su dolençia, vino por Corregidor de Vizcaya e de la Encartaçión el liçenciado Juan Garçía de Santo Domingo e fue reçevido en las Juntas de Gernica e de Avellaneda por todos los Onezinos, a pesar de todos los Ganboínos, por favor del señor Conde de Aro e por su mandado a partiçión de los dichos Ganboínos. E así reçevido e poseyendo su ofiçio, entró en la villa de Castro e en Samano con la hermandad de Vizcaya e fizo mucha justiçia e quemó las casas de Lope Sánchez de Anuçivay e de doña Sancha de Velasco de Mena, muger de Peruchote de Otanes, e de Juan de Velasco e de Diego de Velasco, sus fijos, por rovos e furtos que en ellas e en ellos falló públicos e derribólas por el suelo; e así fizo en la dicha villa e tierra, desfaziendo muchas fuerças.

    

   Título de cómo don Sancho de Velasco çercó al Corregidor de Vizcaya en Valmaseda e cómo fue socorrido por Lope Garçía de Salazar

   En el año del Señor de mil CDLXV años, en el mes de abril, estando este corregidor Juan Garçía en Valmaseda con los alcaldes de la hermandad de Vizcaya faziendo justiçia e derecho a todos, vino don Sancho de Velasco, fijo del señor Conde de Aro, por su mandado en Salzedo e juntóse allí con Pero de Avendaño e Furtud Garçía de Arteaga e con Ochoa de Murga e Juan Martines de Ibargoen e con todos los mejores de Marroquines e de Aedo de Valmaseda e los Velascos de Mena por catar ma-nera [col. b] de sacar del dicho corregimiento al dicho Juan Garçía e poner en su logar al dotor Andrés López de Burgos con provisión que del Rey el dicho dotor avía ganado por muchos dineros. E avido su acuerdo con ellos, entraron él en ellos poderosamente en la dicha villa a fin de lo prender; e posiéndolo por obra, fuendo ( ) (1091) los dichos Pero Avendaño e Furtud Garçía, (e) pelearon con los suyos Lope Furtado de Salzedo e Juan de Salzedo e sus parientes. E los del linaje de la Plaça çercaron allí con él e ovo omes muertos e feridos, e más de los Marroquines e Giles.

   E durando aquel ruido dos días e dos noches, recreçiendo mucha gente cada día a don Sancho, porque estavan mucho aquexados el Corregidor e los de su parte e no podiendo aver partido de seguridad sin qu’el dicho Corregidor se diese preso e levado a la villa de Medina a poder del Conde de Haro, su padre, e que pagase las casas que quemara en Otañes de los Marroquines e pagando todo el daño que avía fecho a los Ganboínos e Giles e dando por ningunas las sentençias que contra ellos avía dado, con esta desesperaçión echaron el apellido a Lope Garçía de Salazar que los socorriese, aunqu’él no estava contento de los dichos Lope Furtado e Juan e su valía por culpa d’ellos, el qual, oviendo esta nueva en la mañana, (e) fue a ora de vísperas con DCCC omes en Terreros e, pasando el río, llegó a la puente de Valmaseda. E como don Sancho e los suyos les viesen vinir, recogiéronse a la iglesia de San Çeberín e a la torre de Diego Ibañes por temor que les darían fuego al su varrio.

   Lope Garçía, por acatar reverençia al señor don Sancho, no dexó entrar a ninguno de los suyos en la villa e enbióle pedir por merçed con fray Juan de Múgica que dexase al dicho Corregidor salir en paz e a los dichos Lope Furtado e Juan de Salzedo e que los de la Plaça quedasen seguros en sus casas. E fue todo por él así otorgado e fecho seguro de XL días para derramar las gentes e ver los remedios. E así tratado, salieron el dicho Corregidor // [Fol. 435 r., col. a] por la puente e vínose con Lope Garçía a Terreros, que le eran ya recreçidas muchas gentes; e otro día salieron Lope Furtado e los suyos e juntáronse en Terreros.

   Oviendo por firme la tregua de los dichos XL días, fuéronse a sus casas e don Sancho, quedando en la villa con los que a él plugo, enbió llamar de secreto muchas gentes de Medina fasta Santander. E juntados con él, no curando de las dichas treguas e juramentos que fecho avían él e los mejores de los suyos, quemó las casas de Ínigo Lana, que eran en la villa fronteras de los de Aedo, por consejo d’ellos e salió a Salsedo con toda su gente e quemó el cadahalso de Çalla de Lope Furtado e las sus azeñas de Sanchosolo e el cadahalso de Juan Roiz de Larragorria de Gordojuela; llegó a Carrança e quemó los dos cadahalsos de Tranbasaguas e las tres ferrerías que eran de Lope Garçía de Salazar, qu’él avía fecho en Carrança. E así se fue a Medina, (e) esparçiendo todas las gentes, ca era víspera de Pascua de Resur[r]eçión.

    

   Título de la justiçia qu’el Corregidor e hermandad de Vizcaya fizieron en los del Conde de Aro por las quemas que don Sancho, su fijo, avía fecho

   Sentiéndose Vizcaya d’este fecho que don Sancho e los suyos fezieron, e aún se sintió mucho d’ello el señor Conde, su padre, pesándole mucho, e ovo mucha saña del fijo e de los que se lo consejaron, levantáronse II mil omes de los Onezinos de las comunidades con el Corregidor e Mendoça, Prestamero, que de los Ganboínos no quisieron levar, pero fiziéronles pagar las costas por rata parte (1092), e venieron a Sudupe e a Galdames e a Sopuerta e tomaron las casas de Diego de Loiçaga e los de Loiçaga e Mendieta e d’Alzedo e de la Calle por conbate. E fueron feridos Gonzalo de Salazar e Juan de Salazar, fijos de Lope Garçía, e otros [col. b] muchos en los conbates e diéronse a presión al Prestamero, entregando las dichas casas. E fueron con ellos Lope Garçía e Lope de Salzedo e todos los suyos e tomaron la casa de Carrascudea de Avellaneda [e] (1093) la Torre de Çalla e el cadahalso de Ibarra de Mendieta; presentáronse todos a la hermandad e, presentados, feziéronles pagar costas e daños e quemaron el cadahalso de Diego de Loiçaga e el palaçio de Galdames e la casa de Ochoa d’Alzedo e otras dos casas de Loiçaga e de Alzedo e la de Carrasco de Avellaneda e otras quatro en Salzedo e Gordojuela e los molinos de Buegen, que eran [to]do[s] (1094) de los adversarios, e condenaron los forasteros todos en las quemas de Carrança e en todas las otras e estovieron grandes tienpos en cadenas en la viña de Vilbao.

    

   Título de las cosas que pasaron en Sopuerta e Galdames e cómo se tornaron todas del dicho Lope Garçía

   En el año del Señor de mil CDLXVI años ovo guerra entre Lope Garçía de Salasar e sus fijos e sus parientes con Lope de Murga e Ochoa de Murga e Ferrando d’Alzedo e Ochoa de Salzedo e sus parientes e con los Marroquines que los favoreçían e con el favor de la casa de Velasco. E oviendo muchas peleas e escaramuças arrededor de sus casas fuertes, en las quales morieron de los de Loiçaga, Françés, fijo pequeño de Juan Ortiz de Loiçaga, con una saeta e Rodrigo de Villa e Sancho Gutierre e Juan de Llantada e morieron, de los de Lope Garçía, Martín del Castaño e Juan Malo e Lope de Allende e Sancho, fijo de Pero Gil e ovo muchos feridos de anbas partes, (e) fueron çercados en Mendieta por Gonzalo de Salazar e sus hermanos e tomados por fanbre e sed presos. E tornáronse todos los de Loiçaga e Alzedo al dicho Lope Garçía e a su solar e perdonáronse todos; e quedaron a su serviçio e quitáronse de Velasco e de Marroquines.

    

   Título de la pelea de [Torrella] (1095) e de la muerte de los fijos e parientes de Lope Garçía de Salazar

   En el año del Señor de mil CDLXVII años, estando el dicho Lope Garçía e su solar en paz e sosiego con todos sus parientes en toda su onor e oviendo buena paz con todos sus adversarios, fueron Ochoa de Salazar e Gonzalo de Salazar / [Fol. 435 v., col. a] e Ferrando e Pero de Salazar e Juan de Salazar e Juan Vorte, sus fijos, contra su voluntad e dándoles su maldiçión si allá fuesen, seyendo muerto Lope de Salazar, fijo suyo, en presençia del rey don Enrique Quarto conbatiendo la villa de Torrellas en Aragón, como se contiene en el título de sus fechos, con CCC omes armados a llamamiento de Juan Alonso de Múxica, que iba sobre Lorrio, e fueron muertos allí los dichos Ochoa de Salazar e Gonzalo de Salazar e Ferrando de Salazar e Juan de Salazar Vorte, sus fijos, e Ochoa de Salazar, fijo de Ochoa Garçía, e Ferrando de Alzedo e Pero, fijo de Fortuno de Salazar, sus hermanos, e Ferrando de Alzedo, fijo de su hermana, e Pero de Salazar de Montaño, su primo, e Rodrigo de Salazar de Montaño, su sobrino, e Juan Ortiz de Luiçaga e Garçía de Ayala e Rodrigo de Achuriaga e Martín Sánchez de Vañales e Ochoa de Luiçaga e Ochoa de la Varzena e Pero, su hermano, fijos de Martín Pérez de la Varzena, e Diaguito de Muñatones e Juan de Longares e Pero, su hermano, e Ochoa de la Pedriza e Pero de Santurzi e Sancho, su hermano, e Juan de Sant Juan de Llano e Juan de Umarán e Juan Terrueço e otros, que fueron todos XLV omes, los mejores de su linaje. E fue preso e ferido de siete golpes Juan de Salazar, su fijo, e perdieron CCC coraças e vallestas e paveses varretes, segund que más largamente se contiene en el título de los fechos de Vizcaya, deziéndoles que no tenían ellos razón de ir a Lorrio [a] sacar a Pero de Avendaño de lo suyo, ca él no tenía fecha conpañía con Juan Alonso, sino para defenderle sus solares. E traxieron los muertos de allá, por donde vino doblado decaimiento sobre el primero que en las muertes de Lope de Salasar e Diego de Salazar, sus fijos, avido avía, aunque quedavan LXXXV nietos e nietas e fijos e fijas legítimos e vastardos.

    

   Título de cómo Lope Garçía de Salazar entró en la villa de Castro por merino e de lo que se fizo en ella

   Veyendo este Lope Garçía cómo por la muerte de los dichos sus fijos e parientes e destroçamiento de armas era amenguada su onor, refizo sus parientes de coraças e varretas e vallestas, traxiendo muchos ofiçiales d’ellas a su casa e comarcas; e así guarneçidas sus gentes, porque en la villa de Castro e en Samano e en Go-riego, [col. b] no le querían ovedeçer por merino mayor como devían, espeçialmente los que eran del linaje e vando de Marroquines, entró en la dicha villa con mil DCC omes e más bien armados. E por que no les fiçiese daño en ella ni en la tierra, ovedeçiéronlo como devían por merino, veniendo todos los mejores allí a él. E dexando asosegada su merindad, se tornó a su tierra con todos sus parientes.

    

   Título de las razones que Lope Garçía de Salazar pone aquí, en que dize cómo él bien podiera escusar d’escrevir aquí sus fechos, sino por no los dexar en olvido entre todos los otros

   Aquí en este logar, dize así este Lope Garçía: qu’él bien se podiera escusar d’escrevir aquí los sus fechos de suso contenidos, porque los que en ellos leyeren e no los sopieren podrán dezir e presumir que en lo tocante a él e a sus enemigos que escrevió lo que quiso, pues lo tenía en su mano para lo escrevir, por dexar fama de sí e loar sus fechos e amenguar a sus enemigos traspasando la verdad, pero qu’él no pudo escusar ni escusó ni quiso escusar de lo escrevir por estas razones que se siguen: lo primero e prinçipal porque escrevió verdad en todo lo suso a él e a sus adversarios tocante e amigos ni enemigos no lo podrían contradezir con verdad por vista ni por oídas, antes dize que algunas otras cosas a él e a ellos que eran de su onor dexó d’escrevir; lo segundo, que pues él escrevía aquí todas las omeçidas de las gentes suso contenidas sobre su verdad e segund su entendimiento le alcançó con toda verdad, que no quiso dexar las suyas e de sus parientes e linaje en olvidança e salidas de memoria para sienpre, quánto más pues que dexavan los fechos de sus anteçesores escritos, porque pareçería grande amenguamiento a él. Dize más: que porque (1096) él sienpre fue vençedor en todos logares, segund dicho es, e aun en otras cosas nunca fue vençido ni retraído, que entiende que fue por graçia del Señor Dios, que le fizo para ello, porqu’él nunca cometió guerra contra persona del // [fol. 436 r., col. a] mundo, a su entender e creer, por sovervia contra razón, sino por guardar onor e razón suya e de su linaje, ni quebrantó treguas non devidamente a sus adversarios ni mató ni fizo matar a persona del mundo ni fue en consejo d’ello a traiçión ni a mala verdad, sino «aguárdate, aguardarme he» e a no lo poder escusar, segund susodicho tiene, e que sienpre puso justiçia en su tierra en lo que pudo e desdeñó ladrones e rovadores e que sienpre guardó verdad a todas personas en quanto pudo e quien contra todo esto ál dixiere, que no dirá verdad.

    

   Título de cómo este Lope Garçía de Salazar dize que pues ha escrevido aquí estas bienandanças que Dios por su merçed le fizo, que quiere escrevir aquí las adversidades que por sus pecados le plugo de dar, dándole muchas laudes sin cuento por sienpre jamás amén (1097) / [Fol. 436 v., col. a]

   Aquí se acava el XXIV libro que Lope Garçía de Salazar fizo en esta Istoria de las bienandanças e fortunas estando preso en la su casa de Sant Martín e comiénçase el XXV libro, en que fabla de las omeçidas e peleas e muertes acaeçidas en Varacaldo e Somorrostro entre linajes de Galdames e Valmaseda e Mena e Arzentales e Tu[rzi]os (1098) e Villaverde e de Carrança e de Soba e de Ruesga e de Samano e de Castro; e de la muerte de Juan Sánchez Marroquín e de Juan González de la Marca e de Pero Amorós e de Sancho de Santiago e de Sancho Marroquín e de Çerdigo e Eslares e muerte de Diego Sánchez Marroquín de Goriezo e de Liendo e de Laredo e de Colindres e de Linpias e de Anpuero e de Corçeda e de Gebaja e de Rada e de Carasa e del Vear e d’Elvarado e de Puerto e de las Siete Villas e de Castillo e Venero e de Solórzano e de Agüero e de Setién e de Güenes e de Isla; e de la villa de Santander e de los de Çianca e de Ijano e de Obregón e de los Calderones e de los Çavallos e de Castañeda e de Quebedo e de Vustamante; e de toda Asturias de Oviedo e de los linajes de Valdés e de Nava e de Quirós e de Vegil e de Navares de Miranda e de todos los que son en la tierra de Asturias de Oviedo; e de los fechos que las hermandades fizieron en Galiçia e de otras muchas cosas de muertes e peleas e omeçidas en todas estas dichas tierras e comarcas e villas e de todas las causas d’ellas, cada unas en sus tienpos acaeçidas, así como van por capítulos unos en pos de los otros, así como dicho es. E comiénçase en Varacaldo e dende a la costa de la mar, como dicho es. E comiénçase en fojas CDXXXVI.

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1066.- e, en el manuscrito.

   1067.- de, en el manuscrito.

   1068.- guerras, en el manuscrito; R.H.: onrras, ed. cit., vol. IV, p. 299.

   1069.- Este título quedó inconcluso.

   1070.- Añadido por otra mano, con bastante probabilidad por B.

   1071.- Había quedado un espacio en blanco y alguien añadió después el nombre.

   1072.- Interlienada por otra mano.

   1073.- En este punto del texto hay una marca que lleva al margen izquierdo, donde B ha escrito mataron a Juan de la Torre, seguramente consciente de que falta algo para que tenga sentido completo.

   1074.- quatro, repetido en el manuscrito.

   1075.- en la villa de Castro, revolvióse roído entre los Marroquines e los de Alzedo, copiado nuevamente detrás.

   1076.- Ha quedado en blanco el espacio correspondiente al título.

   1077.- se, en el manuscrito.

   1078.- Esta debió ser la lectura original, de acuerdo con el ms. 1634 de la B.N., fol. 1036 v. Actualmente algunas de las grafías están superpuestas a las escritas primeramente y no es fácil su lectura, quizá Artecona o Artecoma.

   1079.- Interlineado por otra mano.

   1080.- Parece leerse Provedo.a, pero no estoy segura porque las grafías han sido corregidas. Por otra parte, en el ms. 1634 de la B.N., fol. 1048 r., tampoco se entiende bien, pero podría ser Pedro Beduju.

   1081.- allande, en el manuscrito.

   1082.- erte de Ochoa, reclamo al final del folio.

   1083.- e secutor, repetido detrás.

   1084.- Lope, copiado dos veces.

   1085.- Ha quedado en blanco el espacio que ocuparían, aproximadamente, unas siete líneas.

   1086.- Véase nota n. 1076.

   1087.- si, en el manuscrito.

   1088.- Había quedado un espacio en blanco, que fue completado por otra mano.

   1089.- R.H.: açertó. En realidad son posibles las dos lecturas porque la penúltima grafía ha sido corregida de c en t o viceversa.

   1090.- açerco, en el manuscrito.

   1091.- Ha quedado un espacio en blanco en el que se ha trazado una línea horizontal.

   1092.- por rata parte : proporcionalmente.

   1093.- a, en el manuscrito.

   1094.- Las grafías entrecorchetadas han sido añadidas por otra mano.

   1095.- Había quedado un espacio en blanco, que otra mano cubrió con este topónimo.

   1096.- que, interlineado.

   1097.- El resto del folio 436 recto ha quedado en blanco.

   1098.- Un borrón de tinta imposibilita la lectura de algunas grafías. Completo la lectura con el ms. 1634 de la B.N., fol. 1065 r.