Prólogo

[Aquí (8) comiença el libro [primero] (9) de los veinte y cinco libros q[ue] Lope Garçía de Salazar hizo en esta Istoria de las bienandancas e fortunas estando preso en la su casa de Sant Martín, en el qual fabla cómo Dios crió el mundo e las otras cosas vesibles e no vesibles e fizo Adán e a Eva e mandólos multiplica[r] e se pobló todo el mundo y cómo Adán puso nonbre a todas las animalias e de cómo [Caín mató a Avel] (10), su hermano, que fue la primera sangre bertida, e de la maldición que Dios echó sobr’él e de quánto bivió Adán e ellos después d’él e de cómo Dios tr[axo] (11) el diluvio e de la causa d’él e de cómo [Noé] (12) e sus hijos e mugeres [e ani]malias (13) escaparon en el arca en los montes de [Armenia e de cóm]o (14) d’ellos se pobló todo el mundo e de cómo Dios [partió los] (15) lenguajes, que eran todos uno, e dexaron la obra de la torre de Bavilonia e de la puebla de Bavilonia e de la su destruición, que fue la primera cibdad del mu[n]do e de la generaçión de Abrahán, que fue el pueblo de Israel, e de cómo los sacó Dios por Moisén e de cómo los governó con [el maná] (16) en el desierto e de cómo Josepe ganó Tierra de Promisión e los eredó en ella e de otras cosas, que van por capítulos. E comiénçase a las fojas tres e acábase a las deziocho.

 

   Prólogo

   E tomando e obrando de la palabra del sabio Catón en que dixo qu’el ome a las sus cuitas que tiene en el coraçón que entreponga plazer[es] e alegr[ías] (17), [por] (18) razón que la mucha tristeza mucho pecador pon[e], en lo qual el profeta David dixo en un salmo, alabando al Señor, que da entendimiento e memoria e razón e mantenimiento a todas cosas qu’Él crió; otrosí lo que dize el apóstol en [e]l (19) Apocalibsi: «Obra buena no se puede hazer sin buen cimiento». E porque Dios es comienço e m[edio e fin] (20) de toda cosa, començaré mi libro e tomaré por çimiento el nonbre del Padre e del Hijo e del Espíritu Santo, que es un Dios verdadero, que crió el cielo e todas las cosas vesibles e no vesibles e tomó carne umana en el vientre de Santa María, su madre, Señora e Abogada Nuestra, e sufrió passión con muchos dolores por salvar los pecadores. E a cinco mil / e ciento e noventa y ocho años que Dios crió el mundo e Adán [e] a Eva se començó la primera hedad e a dos mil novecientos e cin[q]uenta e seis años que fue el diluvio que Noé e sus generaciones escaparon en el arca d’él e se començó la segunda hedad e, a dos mil e trezientos años que Abrahán, naçió el rey Nino e Semíramis, su muger e madre, que fizo las primeras bragas a los omnes, e reinaron en Egito e començó la primera hedad a mil e novecientos e quarenta años e el prometimiento que Dios fizo a Abrahán de dar a su generación la Tierra de Promisión, que es tierra de Jherusalén, e de multiplicar la su generación, que fue el [pue]blo (21) de Israel, que quiere dezir pueblo escogido, e a mil e se[iscientos e q]uarenta e quatro años que el rey Arón reinó en Atenas [e a mil quinientos nue]ve (22) años que Moisén sacó el pueblo de Israel de Egito [de cautiverio] (23) de Faraón e a mil e ciento e ochenta e tres años que Troya fue destruida la postrimera vez e muerto Príamos, su postrimero rey, y el noble sobre los nacidos don Étor, su hijo, e los otros sus fijos e parientes e a mil e trezientos e quatro años que David reinó en Judea e se començó la quinta hedad e a mil e setecientos e treinta años que Salomón començó el tenplo de Jherusalén e a setecientos años que Roma fue poblada e Rómulo començó a reinar en ella e a quinientos e ochenta e ocho años que el rey Nabucodonosor llevó en cativer[i]o de Jherusalén el pueblo de Israel e al rey Ezechías, que entonzes reinava en ella, e se començó la quarta hedad e a quinientos e un año que el generoso e ensalçado enperador Alexandre començó a reinar en Grecia e quarenta e siete años que se començó el Inperio de Roma en el tienpo de Julio Çésar, su primero enperador, e a treinta e ocho años que el enperador Otaviano César, su sobrino, començó la hera, que fizo contar todas las personas del mu[n]do por que le pechasen tributo, la qual se cuenta treinta e ocho años ante que la del nacimiento de Nuestro Señor, e treinta e dos años que reinó el rey Herodes en Judea a e veinte e cinco días del mes de dizienbre domingo a media noche nació el Nuestro Señor Jesuchristo en Belén, el qual de la su gracia divina govierna todo el mundo e dio alvedrío a los homnes con los cinco sentidos // para ver e oír e entender e oler e palpar, de los quales, aunque el ver es muy noble, pero oír es más allegado a la sapiencia, ca por ver, si no oyere, no puede aprender cosa buena e el que oye, aunque no aya vista, puede aprender e ser sabio de cosas buenas.

   E por esto uvieron industria los buenos e nobles varones e de grandes entendimientos que las istorias antiguas de los cavalleros e de todos los otros nobles fechos que fallaron los saveres e las otras cosas de fazañas por que los honbres pueden deprender las buenas costunbres e saber los famosos fechos que fizieron los antigos e tovieron que amenguarían en sus buenos fechos e en su bondad [e lealtad] (24) si lo ansí no fiziesen fazer los que avían de venir después como para sí mesmos e para los otros que eran en sus tienpos, entendiendo por los fechos de Dios, que son espirituales, que los saberes se perderían muriendo aquellos que los sabían e no dexando d’ellos remenbrança, por que no cayesen en olvidamiento emostraron manera por que lo supiesen los que avíen de venir después d’ellos, e por el buen entendimiento que Dios les dio, conociendo las cosas que avíen de venir. Mas el desdén de no querer los homnes aprender las cosas e la olvidança en que las hechan después que las saben pierden malamente lo que fue fallado con mucho trabajo e grande estudio e, otrosí, por la pereza, que es enemiga del saber e faze a los homnes que no llegue a él ni busque las carreras por que lo conozcan; e por ende tovieron los entendidos lo que preciaron sobre todas las cosas e lo tovieron por luz para alunbrar los sus entendimientos e de todos los otros que lo quisiesen saber, que era bien de buscar carreras por que llegasen a él e lo aprendiesen. E buscado esto, fallaron las figuras de las letras e, ayuntándolas, fizieron d’ellas sílavas e, ayuntando estas sílavas, fizieron d’ellas partes e, ayuntando otrosí partes, fizieron razón e por razón fizieron conocimiento de entender los saberes e de se saber ayudar d’ellos e saber tanbién departir de las cosas que fueron en los tienpos antigos como si fuesen en su sazón. E por esta manera podían otrosí los que después d’ellos viniesen saber los buenos fechos que d’ellos fizieron, ansí como si ellos fuesen presentes. E por[que] (25) las artes / e las ciencias e los otros saberes que fueron fallados por pro de los homes fuesen conservados escriptos e no cayesen en olvido e lo sopiesen los que después d’esto veniesen e por que esto podiesen otrosí conocer el saber en la arte de la jometría, que es arte de medir e los departimientos de sus grados e los alongamientos de los sus puntos de lo que á del uno al otro, e que sopiesen el curso de las estrellas e los movimientos de las planetas e los hordenamientos de los signos e de los efetos que fazen a las estrellas, lo qual supieron e buscaron los estrólogos, con grande acucia cuidando en ello con muy grande diligencia, e por quál razón aparecen el sol e la luna [escuros otro]sí (26) por quáles cuadrinamientos fallaron las naturas de las yervas e de las piedras e de las otras cosas en que hay virtudes, según las otras naturas, [ca] (27), si las otras escripturas no fuesen, ¿quál sabiduría de engenio de home se podría acordar de todas las cosas, aunque de nuevo las fallasen, que es ya cosa mucho grave, e cierto, ninguna más? Porque los estudios de los fechos de lo homes se mudan en muchas guisas, fueron en esto amansados (28) los sabidores antiguos que escrivieron los fechos pasados, tanbién de los sabidores como de los sin saber e otrosí de los que fueron fieles en la ley de Dios e de los que lo non fueron en las leyes de los samuarios e la de los paralos e de los derechos de los clérigos e de los legos. E escrivieron otrosí las istorias de los príncipes, así de los que fezieron bien como de los que fezieron el contrario, por que los [que] (29) veniesen trabajasen de fazer bien por enxenplo de los buenos e por que por el de los malos se castigasen.

   E por ende, si bien paráremos mientes de la pro que nos viene de las escripturas, fallaremos que por ellos venimos en conocimiento de la verdad e somos savidores de las cosas antiguas e de la creación del mundo; e otrosí sabemos cómo murieron los patriarcas unos en pos de otros e de la salida del pueblo de Israel de Egito e de la lay que dio Dios a Muisén e de los reyes que ovo en la tierra santa de Jherusalén e del destruimiento d’ella; e por ellos otrosí sabemos de la muerte e pasión e de la la resur[r]eción e de la a[s]censión de Nuestro Señor Jesuchristo, ca de todas estas co[sas] ni de otras muchas non sopiéramos nada si aquellos que heran en // aquella sazón no nos dexaran todos estos fechos en escripto por que los nos oviésemos de saber. E por esto somos nos deudores de amar aquellos que estas obras fizieron, porque sabemos por las obras que ellos fizieron de las escripturas lo que en otra manera non podiéramos saber.

   Escrivieron otrosí las muchas batallas e derramamiento de sangre que acaecieron por el mundo e muchas otras maravillosas cosas, las quales, si en escripto no fueran puestas, ya fueran olvidadas, como lo fueron muchas que se non escrivieron, por las quales se conocen los fechos de los grandes señor[e]s e de los sabios e de los esforçados e de los poderosos e de las adversidades de todos, que por la grandeza se conoce la sinpleza e por el poderío la sujeción e por los esforçados se conocen los covardes e la riqueza se conoce por la pobreza, que es enemiga de la caridad, e sobervia, que es hija de la riqueza, que nunca le falleció luxuria e perdimientos de ánimas e de cuerpos e de faziendas; e otrosí la verdad se conoce por la mentira e el bien se conoce por el mal e el saber por la negligencia.

   E porque de aquestas re[men]branças (30) se siguen a los homnes muchos grandes probechos porque toman d’ellos muchos buenos avisamientos para animar sus coraçones e fazer toda bondad, oyendo cómo los que los tales nonbrados alcançaron por quántos e quáles a la gloria de la gloria allegaron, e otrosí por se guardar de muchas adversidades, que oyen e leen que se perdieron otros muchos otrosí, fazen a los homnes ser mejor razonados e précianlos por ende las gentes mucho más, ca es una cosa de no estar los homnes ociosos.

    

Capítulo [primero] (31) de las causas e razones por que Lope García de Salazar fizo este libro, que fabla de muchas bienandanças e fortunas e de muchos grandes fechos en la más abreviada escriptura que él los pudo conponer /

   E porque yo, Lope García de Salazar, fijo de Ochoa de Salazar e de doña Teresa de Muñatones, su muger, oviendo mucho a voluntad de saber e de oír de los tales fechos desde mi mocedad fasta aquí me trabaxé de aver libros e estorias de los fechos del mundo, faziéndolos buscar por las provincias e casas de los reyes e príncipes cristianos de allende la mar e de aquende por mis despensas con mercaderes e mareantes e por mí mesmo a esta parte, e, a plazer de Nuestro Señor, alcançé de todos ellos lo que obe en memoria, por lo qual de todos ellos e de la memoria de los antepasados e de las oídas e vistas mías e obrando sobre mí la fortuna, estando preso en la mi casa de Sant Martín de los que yo engendré e crié e acrecenté e temeroso del mal bevedizo e desafuziado de la esperança de los que son cautivos en tierra de moros, que esperan salir por redención de sus bienes e por limosnas de buenas gentes, e yo, temién]-dome (32) [Fol. 3 r., col. a] de la desordenada codiçia, que es por levar mis bienes, como los ya veía levar que non me soltarían, esperando la misericordia de Dios e por quitar pensamiento e inmaginaçión, conponí este libro e escrebílo de mi mano. E començélo en el mes de jullio del año del Señor de mil e quatroçientos e setenta e un años. E porque en él se fallarán muchas bienandanças e acreçendramientos d’estados que los prínçipes e gentes menudas de las quatro generaçiones, que son gentiles e judíos e cristianos e moros, obieron, en que con [e]llos bisquieron en honra e a su plazer, otrosí [porque] ovo muchos d’ellos que, con fortunas, decayeron e feneçieron sus vidas miserablemente en mucho dolor, en trabaxo e angustia, otrosí porque yo la fize [e] (33) escribí aconpañándome la dicha fortuna, su nonbre derecho deve ser Libro de las buenas andanças e fortunas que fizo Lope Garçía de Salazar.

   Començaré en cómo Dios crió el mundo e se pobló de la generaçión de Adán e de Eba; e otrosí de cómo Dios traxo el dilubio e de cómo de la generaçión de Noé se pobló otra vez el dicho mundo; e de la confusión que Dios puso en los lenguajes de Babilonia; e de Menbrot, que primero la fundó, que fue el primero ome que señoreó por falago en el mundo, e de Belo, su fijo; e del rey Minus, su nieto, que fue el primero que señoreó por premia; e de la reina Semíramis, que fue su madre e su muger e fizo la primera fazer bragas a los omes; e de la [col.b] creçida e decaída e destruiçión d’esta çibudad dicha, que fue la primera çibdad e enperio del mundo; e de la generaçión de Abrahán; e del pueblo de los judíos, que fueron el pueblo de Israel, e de sus fechos fasta la su postrimera destruiçión. Otrosí fablaré de la puebla (34) de la noble çibdad de Troya e de Darno, fijo de Júpiter, que la pobló fasta la terçera destruiçión que en ella fizo el valiente caballero Ércules de Greçia e de todos los sus grandes fechos e de la su desabentura e muerte. Otrosí fablaré de la quarta e postrimera destruiçión en la dicha çibudad de Troya e [de la] muerte del rey Príamos e de sus fijos que los griegos (35) en ella fizieron. Otrosí fablaré del noble enperador Alixandre, fijo del rey Felipo, e de los sus grandes fechos, e de su muerte e naçimiento e de Aristótiles, su(s) [maestro] (36). Otrosí fablaré de la puebla de la guerrera e grande çibdad de Cartago e de la reina Elisa Dido, que la pobló fasta la su postrimera destruiçión. Otrosí fablaré de la puebla e inperio de la grande çibudad de Roma, desde Rómulo, su primero rey que la pobló, fasta sus enperadores.

   Otrosí fablaré de los pueblos de los ducados de Milán e de [los] reinos del Rey de Françia e de Bretaña e Flandes e Borgoña e del Dolfinado e de los reyes e duques e condes d’ella. Otrosí fablaré de la puebla de la çibdad de Beneçia e de dónde susçedieron. Otrosí fablaré de los pueblos de los reinos de Inguelatierra e d’Escoçia e d’Erlanda e de la çibudad de Londres e de la venida que / [Fol. 3 v., col. a] en ella fizieron Josep Abarimatía e Josés, su fijo, e de los nobles rey Artur de Inguelatierra e rey Carlos de Françia e de sus nobles fechos. Otrosí fablaré de la eregía del falso Maomad e de la seta de los moros alárabes e de la generaçión de los turcos e de cómo ovieron señores de su generaçión. Otrosí fablaré del noble duque Godofre de Bullón, su nieto. Otrosí fablaré de la santa conquista de Jherusalem e de los que la fizieron e de los reyes que en ella(s) reinaron.

 

    Capítulo de las cosas que en este libro fabla de los fechos d’España e de las pueblas e fechos que en ella acaesçieron, de todo lo que se falla por escrituras e por memoria

   Otrosí fablaré de los fechos de España e, espeçialmente, començaré de cómo fue poblada e en qué tienpo e de qué generaçiones e de los grandes pueblos e cosas qu’el grande e generoso Ércoles de Greçia fizo en ella contra los reyes Jarión e Trato, gigantes que la aseñore[a]ban por fuerça, e de los pobladores d’ella e de cómo los él mató e la ganó d’ellos. Otrosí fablaré de las grandes batallas e mucho derramamiento de sangre que los africanos cartagineses e los romanos, con sus enperadores e capitanes Amílcar e Aníbal e los Çipiones, en ella fizieron. Otrosí fablaré de los grandes daños e sojuçión que los alemanes en ella fizieron e de algunos nobles que ende poblaron e de la des-truiçión [col. b] que en ellos fizo Amúlcar, Enperador de Cartago.

   Otosí fablaré de los grandes fechos que los españones e gentes de España fezieron en el fecho de las armas por se defender de todos forasteros (37). Otrosí fablaré de la noble cavallería de los godos e dónde suçedieron; e de las dueñas amazonas, sus mugeres, que fueron quedadas biudas por los maridos que (a) d’ellos morieron en la batalla çibudadana de Roma e ganaron reino por sí fasta oy. E fablaré cómo estos godos, de por conbençión e patio que con los romanos ovieron después de los grandes fechos que contra Roma fezieron e les diesen la conquista d’España, (e de cómo) echaron a los alan[o]s (38). E luego todos estos godos, estrogodos e ninos e suebos, que (eran) muchas probinçias d’ella avían señoreado e p(l)oblavan, (e) los echaron a todos fuera d’ella e la señorearon toda paçíficamente fasta que, por desacuerdo que algunos d’ellos ovieron con el rey don Rodrigo, su señor, que sobre ellos reinaba, pasaron los moros aláraves en ella por consejo a fabor del conde don Jullián e del malvado Opas , Arçobispo de Sevilla, su cuñado, e ganaron la mayor parte d’España. Otrosí fablaré de cómo los dichos moros alárabes, después de conquistada, posieron reyes de su linaje, que reinaron en ella e reinan fasta oy.

   Otrosí fablaré de cómo los christianos que escapado avían andando por los montes alçaron reyes en la çibudad de León, que de moros ganaron; // [Fol. 4 r., col. a] e de cómo fueron cobrando las tierras e del daño que resçebieron por no se cobrar tan aína e de cómo los Dios ayudó a las cobrar e en quál tienpo; e de quáles reyes ganaron las tierras que son de la parte de la mar Medeterráneo e de quáles de la parte del mar Oçéano e de qué obras fezieron cada unos en sus tienpos e, señaladamente, de los Reyes de León; e de la noble cavallería de Bernaldos del Carpio, fijo del conde Sandías de Saldaña; e de la hermana del rey don Alonso el Casto de León. Otrosí fablaré de cómo en tienpo de estos reinos de León fueron pobladas e ganadas e haforadas las beetrí[a]s de Castilla e de León, como lo son fasta oy.

   Otrosí fablaré de cómo fueron levantados los Condes de Castilla e de la noble cavallería del nonbrado conde Fernán Gonçález e de cómo quitó a Castilla de tributo de los Reyes de León. Otrosí fablaré de cómo fueron levantados los Reyes de Castilla e de cómo se juntaron los reinos de León e de Castilla en uno en el tienpo del rey don Fernando, primero que en Castilla reinó, e de los otros reyes que en ella reinaron e reinan, fasta don Enrique Quarto, que agora reina, e de los señalados fechos. Otrosí fablaré del bravo cavallero Çid Ruy Díaz de Bivar e de sus nobles fechos.

   Otrosí fablaré de los reyes que reinaron en el reino de Nabarra e reinan, desde don Ínigo Arista, su primero rey, fasta don Juan, que agora en ella reina, e de los fechos que cada uno d’ellos fizieron. [col. b] Otrosí fablaré de los reyes que reinaron e reinan en el reino de Portugal, desde don Enrique, su primero conde, [fasta] (39) don Alonso, fijo del rey Aduarte, que agora en ella reina, e de los fechos que cada uno d’ellos fezieron en sus tienpos. Otrosí fablaré de cómo Bizcaya fue poblada e de qué generaçiones e de los señores que en ella señorearon, de don Curia, su primero señor, fasta que susçedió en el infante don Juan, que después reinó en Castilla porque la heredó de su madre, que la pertenesçió heredar por los dichos señores d’ella.

   Otrosí fablaré de las casas e linajes antigos de Castilla e de otros de la sangre real. Otrosí fablaré de las casas e linajes que son oy en Castilla e León e de sus creçidas e de algunas que fueron decaídas e de sus tienpos. Otrosí fablaré de todos los solares e linajes que fueron e son en toda la costa de la mar, como la de Laborte, que es en Gascona, e Guipusca e Biscaya e Encartaçión e de Álaba a Castilla Bieja fasta Santander e Asturias de Santillana e de Obiedo e de sus montanas. Otrosí fablaré de las omeçidas e peleas e muertes que fueron acaesçidas e fechas e de las causas d’ellas, que acaesçieron en todas las dichas tierras e billas de la dicha costa de la mar, de como ba de Gascoña fasta Asturias de Oviedo con Álaba e Castilla Vieja e con Viscaya e Guipuscua e Encartaçión e Santander e Santillana. / [Fol. 4 v., col. a] Otrosí de algunos fechos que las hermandades fizieron en Galizia.

   Non añadí nin amengué en cosa alguna de las cosas susodichas por par[çi]alidad (40) ni por otra manera de quanto Dios me dio a entender por que, con verdad, reprehendido me deba ser. De las me[n]guas que en este libro se fallaren o de palabras mal puestas, non sea dada la culpa a mí fasta saber si es en el herror de los trasladadores, segund suele(n) acaesçer; e si por este libro, qu’es escrito de mi mano e enmendado en muchos logares, qu’es de seteçientas fojas e de más de dos el pliego menor, que estará en la iglesia de Sant Martín, donde, si plaze a Nuestro Señor, será mi sepultura, con todos los otros mis libros, se fallaran las dichas mencoes, sea dada la culpa a la mi nigligençia e non a la mi voluntad porque me entremetí a fablar en tantos e tan altos fechos, aunque Dios sabe que lo fize por la dicha mi nesçesidad e, además d’ella, por que aquellos que non podiendo aber tantos libros como aquí se faze mençión, por este libro fallen memoria de todos estos fechos; otrosí por las que yo fallé por memoria e por vista e nunca fueran escritas, escrevílas aquí por que non quedasen olvidadas por sienpre; otrosí por que aquellos que de mí suçediesen en la mi casa de Sant Martín que acostunbrasen de leer en este libro, porque por él se fallarán de buena generaçión e mereçedores de fazer todo bien; otrosí por que sepan dar razón [col.b] en estos fechos quando neçesario les fuere, faré apartamiento de todas las cosas prinçipales de los prínçipes e probinçias e çibudades e caballeros e casas e linajes e omeçidas de linajes e muertes, con sus capítulos, en veinte e çinco libros, con sus tablas en cada uno sobre sí de letra colorada.

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8.- El códice de Mieres carece de los dos primeros folios. Para suplir el texto utilizo una copia del siglo XVI que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid, cuya signatura es Ms. 1634.

9.- primero, interlienado por otra mano.

   10.- Avel a Caín, tachado; Caín mató a Avel, interlineado por otra mano.

   11.- El folio carece de un pedazo en su parte central, lo que ha ocasionado la pérdida de algunas grafías. Las suplo con los folios del manuscrito 9/7118 nº 5 de la R.A.H.

   12.- Escrito por otra mano; debajo puede leerse noé.

   13.- Véase nota n. 11.

   14.- Idem.

   15.- idem.

   16.- Es una corrección posterior; debajo parece leerse la maná.

   17.- Se escribió plazer y alegría, pero otra mano les añadió las grafías de plural.

   18.- por, interlineado por otra mano.

   19.-    La grafía e ha sido añadida por otra mano.

   20.- Escrito por otra mano sobre el texto original, que era el mismo.

   21.- Véase nota n. 11.

   22.- Véase nota n. 11.

   23.- Véase nota n. 11.

   24.- Véase nota n. 11.

   25.- El que de porque ha sido interlineado por otra mano.

   26.- Véase nota n. 11.

   27.- ca, interlineado por otra mano.

   28.- Este vocablo ha sido corregido en amatizados por otra mano.

   29.- que, interlineado por otra mano.

   30.- rebenbranças, incialmente, luego corregido en la forma actual.

   31.- primero, interlineado por otra mano.

   32.- Con estas dos últimas sílabas comienza ya la transcripción del folio 3 r. del códice de Mieres. Los folios transcritos del ms. 1634 de la B.N. abarcan desde el 2 r. aunque el número que figura en el extremo superior derecho del folio es el 1, en números arábigos, escrito con lapicero y muy posterior, seguramente del momento en que se restauró el folio hasta un poco menos de la mitad del 4 v.

   33.- e, interlienada, probablemente por otra mano.

   34.- de la puebla, repetido seguidamente.

   35.- que, repetido a continuación.

   36.- Había quedado un espacio en blanco, en el que otra mano, que desde aquí, y siempre que sea posible identificarla, llamaré B, añadió maestro. No es este lector B el único anotador del texto, pero sí el único que aparece de manera constante de principio a fin de la obra; los demás, por lo general, aparecen a partir del libro XX, primero que se centra en las provincias del Norte de España.

   37.- fezieron, copiado nuevamente aquí.

   38.- alanes, inicialmente; la grafía o fue luego interlineada.

   39.- e de, en la caja de escritura; B: fasta, interlienado sobre el signo tironiano.

   40.- paralidad, originariamente; posteriormente corregido en parçialidad.