Esa manía de acumular

Esa manía de acumular

(En el saco de: )

Conforme pasa el tiempo, me doy cuenta de que no solamente estoy acumulando años, sino que también voy amontonando objetos de todo tipo que me producen la certera convicción de que en breve seré sepultada por montañas de indiscretos testigos de mis vivencias.

Desde las plumas que escribieron mis peores exámenes y los relojes que marcaron el final de citas inolvidables, hasta piedras de los lugares que he visitado, plantas con mensajes de amistades inquebrantables, libros de todo pelaje, grabados antiguos (de Bilbao y de otros lugares), y recuerdos horteras y pretenciosos procedentes de lugares recónditos.

Todos esos objetos quedarán aquí cuando esto se termine, pero de lo que más orgullosa me siento, y me lo llevaré conmigo aunque viaje «ligera de equipaje», es de los recuerdos y sensaciones que llevo acumulados en la mochila del corazón. Lo siento, toca «momento ternura» y me voy a poner chulita.

Pau, una de las hermanas Lumiére, ha elaborado una lista de las cosas que ha hecho por primera vez este año pasado. No se la pierdan. A mí, sin embargo, me pide el cuerpo compartir con ustedes algunas de las sensaciones que he vivido por enésima vez en 2003. Obviamente, me reservo algunas de ellas, para que no pierdan la magia.

Ya saben, piquen sobre la foto si quieren verla más grande.

Noches de Luna Llena

Atardeceres en el mar

Rincones de ensueño

Escapadas de primavera

Largas tertulias con los amigos

Y la familia. Ese gran privilegio que tengo.

Una familia enooooorme a la que quiero sin cesar. Y que me hace desear que estas sensaciones no se detengan nunca.